Así es el Tesla Cybertruck en un viaje muy especial enfrentándose al Rivian R1T y RAM 1500 TRX

Tío, ¿eso que es? ¿Vuela? ¿Lo has construido tú? ¿Es un prototipo? ¡Oh, vaya! Mi primer Cybertruck”. Bienvenido a Estados Unidos y al mundo del Tesla Cybertruck. En una nación cuya existencia no se concibe sin el automóvil, este pick up eléctrico desafía todas las normas establecidas, desde la fabricación hasta el diseño. Es fácil pensar que estamos ante un automóvil de póster, con una repercusión que va mucho más allá del número de vehículos que se construirán. Pero si nuestra experiencia de 36 horas en el Cybertruck nos ha dejado algo claro, es que es tan de otro mundo, tan completamente diferente a cualquier vehículo que se haya construido antes, que deja a la gente ansiosa y confundida.

Y otra cosa es segura: el Cybertruck siempre provoca que se inicie una conversación. Sin insignia de Tesla y con una forma de la que Pitágoras estaría orgulloso, asombra a los espectadores. En nuestra experiencia con él hemos visto toda clase de reacciones, desde la boca abierta hasta el cinismo y la histeria. Recogemos el Cybertruck en una zona tranquila de LA, con elegantes casas de una sola planta y coches de todo tipo. En ese contexto la brutalidad del Tesla es impactante. No tiene una línea suave y su rostro es tan amable como el de Terminator, si bien no es tan grande (5,5 metros) si lo comparamos con otros pick ups. El jefe de diseño de Tesla, Franz von Holzhausen, quería crear un pick up con fuerza visible, que pareciera y fuera resistente, utilizando una carrocería de acero inoxidable que redefiniera lo que es posible en la fabricación. De formas planas y uniformes, nos dicen que no hay puntos débiles. Esta es la versión Cyberbeast, la más potente con tres motores –hay otra con dos, tracción total y 600 CV–.

 

Su rodar es muy cómodo

Al entrar en el tráfico de Los Ángeles la gente sonríe y lo señala sin parar. Aunque ya está a la venta, el Cybertruck aún es poco habitual, a juzgar por la cantidad de smartphones con cámara que apuntan hacia nosotros. Se siente como un coche pensado para esta urbe. En lugar de la suave sensación de Boston o Washington, la ciudad tiene una modernidad brutal, con edificios geométricos de poca altura, todos de hormigón y vidrio. Y, sin embargo, a pesar de su aspecto, pisa el hormigón con indulgencia mientras nos deslizamos por la autopista. El Tesla se instala en un rodar cómodo y de piernas largas que contrasta con su apariencia de otro mundo.

Es hora de hacer una primera carga. La red Supercharger de Tesla sigue impresionando, y como el coche ha precalentado automáticamente la batería, se carga rápidamente a 200 kW mientras hablo con algunos curiosos. (Tesla afirma tener una capacidad de carga máxima de 250 kW). Pocos son conscientes de que es un pick up. Un tipo que conduce una Ford F-350 se sorprende cuando presiono un interruptor y el Tesla retira su cubierta para revelar la plataforma de carga.

En el exclusivo Palm Springs, el verdadero país de Tesla, la gente se vuelve loca por nuestro “camión”. En una escena callejera sacada directamente de Pleasantville, con jardines inmaculados y viviendas relucientes. Tenemos además otros dos pick ups con nosotros, la Rivian R1T (eléctrica con 835 CV) y la RAM 1500 TRX (6.2 V8, 702 CV), pero todos los ojos están puestos en la Tesla. Una mujer mira el Rivian y parece triste, solo cuando ve el Cybertruck esboza una sonrisa. Los niños simplemente alucinan.

Musk y Tesla han ampliado el mundo, planteando preguntas sobre cómo percibimos las cosas, desafiando sistemáticamente dogmas asumidos durante mucho tiempo. Pensé que quizá el contraste extremo del Cybertruck con todos los Tesla anteriores desanimaría a los clientes, a los que compraron Tesla por el software, la carga y el lenguaje de diseño discreto, casi anónimo. Pero ahora tengo claro que la marca se puede estirar y percibir de otra manera.

Naturalmente también hay conductores a los que no les convence. Hablé con una pareja que son la definición misma de usuarios eco, ya que a principios de la década utilizaron aceite vegetal reciclado en su Mercedes diésel. Ahora poseen un Model 3 pero no comprarían un Cybertruck. “No odio el diseño, pero no quiero darle más a Musk”. Aun así saben que se venderá: “Musk todavía tiene estatus de dios en el Valle”. Elon Musk y su culto a la personalidad están en el aire. Su descaro, su red social, sus cohetes espaciales. El Cybertruck es él y él es el Cybertruck.

Al día siguiente, al amanecer, nos encontramos rodeados de plantas rodadoras y turbinas eólicas. Aunque el Rivian R1T también es totalmente eléctrico, los dos no podrían estar más separados. Mientras que Tesla quiere cambiar el mundo pisoteándolo, Rivian es el rival amistoso que está feliz de abrazarlo. Con una cara que parece tan amenazante como la de Pikachu, es todo calidez. El coche más accesible que he visto desde el Fiat 500, a pesar de pesar más de tres toneladas.

 

Depredador supremo

No así la RAM 1500 TRX (en sentido estricto, RAM es ahora una marca independiente, pero muchos de nosotros nos referimos habitualmente a ella como Dodge RAM). De hecho en su publicidad se habla de ella como “el depredador supremo”. Es un aparato con todo el músculo de su V8 sobrealimentado por compresor de 712 CV, y suficientes tomas de aire en la parte delantera como para tragarse un pequeño pueblo. El caso es que Rivian y Tesla han irrumpido en un mercado bastante grande, dominado por fabricantes más tradicionales. Estados Unidos produce y compra una gran cantidad de pick ups cada año, y el Ford F-Series es el automóvil más vendido desde hace décadas.

Las exenciones fiscales locales ayudan. Por eso, cuando mencionamos el precio del Cybertruck en Palm Springs, nadie se cae de la silla. En Estados Unidos los empresarios se pueden deducir el cien por cien del valor siempre que el “truck” pese más de 6.000 libras (2.720 kg). En una época en la que intentamos ser ecológicos puede parecer un poco perverso, pero aquí se ayuda a las empresas.

 

Todo es radical en el Tesla, empezando por su fabricación. El acero inoxidable es difícil de trabajar, porque su falta de maleabilidad dificulta su presión y la creación de curvas. Tesla quería el aspecto brutalista con paneles planos. Pero el acero plano es intrínsecamente débil. Así que el acero del Cybertruck tenía que ser grueso. Pero los automóviles todavía necesitan bordes y uniones superpuestas, donde se unen los paneles, y el acero inoxidable grueso no se dobla en radios estrechos. Es la pesadilla de un ingeniero. Para ser justos con Tesla, hay que decir que con el Cybertruck han superado en gran medida su habitual problema con los huecos entre los paneles. Por no hablar del borde afilado encima de las luces diurnas, que provocaría un ataque al corazón a un evaluador de Euro NCAP. En todo caso hay algo maravillosamente estimulante en la perseverancia de Tesla. Nadie más podría haber estado tan decidido a mantener la fe en el primer boceto (para muchos unas líneas tontas y simplonas) de von Holzhausen.

Por el contrario, la enorme y potente batería de 122 kWh (estimada, porque Tesla no da cifras) y la configuración de tres motores “Cyberbeast” (uno delantero y dos traseros) es casi convencional. Pero eso no significa que el rendimiento sea “corriente”. En el modo “Beast” el Cybertruck acelera de 0 a 100 km/h en menos de tres segundos. Es absurdamente rápido, lo suficientemente como para catapultar sus 3.000 kilos y hacerte sentir mal después de dos acelerones. La velocidad desgarradora no es nada nuevo en los vehículos eléctricos, pero la entrega del Cybertruck es particularmente brutal.

Más rarezas en el interior. ¿Un volante normal? No, esto es un “squircle”, plano por arriba y abajo. Gracias a la relación variable y a la dirección electrónica, solo es necesario parcialmente para realizar una maniobra completa de tope a tope. Toyota y Lexus usan algo similar y funciona. Nuestra ruta no implica muchas curvas cerradas al estilo europeo, pero es fácil moverse con fluidez. De los tres vehículos que tenemos entre manos, el Tesla es el más parecido a un automóvil, con una calidad de marcha inaudita en las pickups convencionales. Se adapta bien a ondulaciones más largas y solo se despega en irregularidades muy pronunciadas, donde su suspensión neumática tiene dificultades para hacer frente al control de las ruedas. El Rivian gestiona esto mejor.

A toda velocidad hacia Palm Springs, el Cybertruck deja al Rivian atrás. Este es el R1T de cuatro motores y tiene 840 CV, solo 10 menos que el Tesla, pero no se siente tan poderoso como el Cybertruck. El Rivian emplea la estructura tradicional de bastidor de largueros con la carrocería encima mientras que el Tesla usa una carrocería monocasco, más parecida a la de un turismo moderno. El Rivian es el pick up que les presentarías a tus padres, agradable y educado. Sus acabados desmienten la juventud de la empresa (Rivian comenzó a construir los R1 en 2021), hasta el punto en que este fabricante novato puede defenderse tanto frente a Tesla como a RAM. Y ahora que lo pienso, también frente a BMW o Mercedes.

 

Muchos trucos ingeniosos

El R1T no es un vehículo que muestre sus cualidades de inmediato. Pero lo interesante es cómo se entusiasman los espectadores cuando empiezas a explicárselo. Abundan los trucos ingeniosos como una linterna en la puerta, un altavoz Bluetooth extraíble en el tablero central, un enorme baúl con orificio de drenaje para que pueda funcionar como un cubo de hielo, un túnel detrás de los asientos al que un humano real puede subir, enchufes por todas partes. Incluso hay un compresor en la plataforma.

Al igual que el Tesla, tiene suspensión neumática, con el potencial de reducir o aumentar la altura. Es un automóvil increíblemente fluido, con dirección ligera y excelente control de la carrocería. En lugar de barras estabilizadoras lleva control de balanceo electrohidráulico, y la configuración de cuatro motores ofrece vectorización de par que ayuda a girar en las curvas. No es un deportivo, pero puede reaccionar con una velocidad que contradice su peso. No hay nada que nos disguste en el R1T, con dos pantallas y acabados de madera que enmarcan el tablero. El interior del Tesla puede ser limpio y simple, pero el Rivian gana corazones y mentes de manera más efectiva.

Aun así, en el centro de Palm Springs el conductor del Tesla es el que sufre acoso. Pero también hablamos con un fanático de RAM. “La mía es una 1500, pero esa TRX es una locura”. Si hubiera un premio a la agresividad en esta prueba la RAM la ganaría cómodamente, con un Hemi V8 de 6.2 litros sobrealimentado que suena tan bien como cabría esperar. Además es la única que se puede comprar en nuestro país (Amencars, concesionario oficial para España).

Dice mucho de su carácter indómito el “detector de salto”, un sistema que avisa cuando una rueda está en el aire para evitar picos de potencia en la transmisión. Mientras que los dos eléctricos necesitan ofrecer capacidad todoterreno para apaciguar a los clientes a quienes les gusta la idea de salir ocasionalmente de la carretera, la RAM lleva las siglas off-road en su ADN. Nunca había visto un brazo de suspensión inferior tan grueso, mientras que las secciones del chasis incluso están hidroformadas para que haya menos necesidad de soldaduras, asegurando así su resistencia. Hay ocho modos de conducción para seleccionar, incluido uno llamado Baja (como la carrera Baja 1000).

Si el Rivian es el cuñado perfecto y el Tesla es Terminator, el RAM es un ex Marine que ahora se dedica a combates de la UFC. Aun así se nota que es el más veterano de los tres y, a pesar de estar sobrealimentado, su motor y su transmisión de ocho velocidades, con levas en el volante, nunca responderán tan rápidamente como los instantáneos eléctricos. Es divertidísimo de conducir aunque vayas pensando: “Dios mío, ¿cómo controlo esto?”. Lleva costosos amortiguadores Bilstein pero a la suspensión le cuesta mantener la carrocería bajo control, ya que reacciona violentamente a cada orden del acelerador o del freno.

No es sofisticado pero es muy gratificante siempre que estés preparado para adaptarte a él. Gira el Tesla o el Rivian en una curva y se conectarán. Pero la RAM, con sus neumáticos retorcidos tenderá a subvirar, por lo que tienes que ajustar y jugar con el ángulo de dirección y el acelerador. Técnicamente no es tan logrado, pero ciertamente te mantiene alerta. Sin embargo, muéstrale un camino de tierra y la RAM se transforma. Toda la flexibilidad y el movimiento ahora juegan a su favor, hasta el punto de que puedes pasar sobre grandes baches a velocidades inauditas. Incorpora un dinamómetro integrado para que puedas ver la potencia, el par y la presión de sobrealimentación, y compararlos con registros anteriores. Es un 4x4 que no le teme a nada, y en las tierras salvajes de EE UU tiene su hábitat natural.

El viaje llega a su fin

Nuestra ruta nos lleva hasta Nude Bowl, a las afueras de Desert Hot Springs. Es una vieja piscina que pertenecía a un club nudista que cerró hace muchos años, y que los skaters usan para patinar. Llena de graffitis, en los alrededores hay botellas rotas y cartuchos de escopeta gastados, lo que no le ha impedido adquirir un estatus casi mítico. Admiramos a los tres “trucks” aparcados juntos el desierto, entre matorrales secos. Parece que ni los lagartos aparecen por aquí, pero las palas de las turbinas eólicas que rozan el horizonte muestran que hay un camino para revitalizar la zona. Así como los skaters han resucitado el Nude Bowl (aunque las autoridades no son fans de las fiestas que celebran alimentadas por generadores), Tesla y Rivian han demostrado que se pueden hacer las cosas de manera diferente en el segmento de los pick ups. Siempre hay nuevos caminos por recorrer, y algunos de ellos parecen capaces de llevarnos a otro planeta.