Así se compra un Pagani: uno de los clientes más fieles de la marca nos lo explica

Nos gusta tanto el nuevo Pagani que le dedicamos la portada del número de octubre. Y llamamos también al gran Jorge Gómez (La Matanza, Argentina, 1959), para preguntarle qué le parecía el Utopia. Cuando hablamos con él estaba en Inglaterra, customizando un Mercedes 600 SL (V12, tipo R 129) de 1993, al que van a potenciar hasta los 740 CV. El motor es muy parecido al del Zonda original, y quiere que suene igual. Respecto al Utopia, su respuesta fue: “He encargado un cupé, y también un roadster”.

El empresario argentino es un apasionado del automóvil, y en su colección tiene de todo. Principalmente, Ferrari y Lamborghini: “estoy enamorado del nuevo Huracán STO”; también disfruta de un AMG GT R Roadster. Pero para él los Pagani están en la cumbre: “Yo fui el primer latinoamericano que compró uno”, nos dice. Fue en 2005; el primero que tuvo fue un Zonda S de 2002 (chasis no 18), que antes había sido del propio Horacio Pagani y que actualmente está en el museo de la marca. Luego tuvo dos Zonda F, el primero de color naranja (chasis no 91) y luego otro azul que vendió el año pasado. Aficionado al arte, nuestro protagonista se hizo popular internacionalmente en 2011, gracias a su colección de capós de Porsche 911 GT2 pintados por diferentes artistas.

Jorge conoce a Horacio Pagani desde hace veinte años, cuando el diseñador le dijo: “Yo vendo mis coches a multimillonarios” y Jorge le respondió:  “No soy multimillonario, pero te lo pagaré en varios plazos”. El primer Pagani se presentó en Ginebra en 1999; por aquel entonces, la marca aún no gozaba del prestigio actual.

Así comenzó una relación de amistad entre compatriotas, que dura hasta hoy. Jorge lo explica: “Fui a visitar a Horacio a Italia antes de la pandemia, y me dijo: ‘Sé el primero en pedir un C10’ -aún no lo habían bautizado como Utopia–. Jorge accedió, encantado, aún sin saber el precio, y añadió que quería el no 17 porque le gusta ese número. “El 17 es tuyo”, dijo el constructor. Hace poco Mr. Gómez ha tenido el placer de configurar su Utopia Coupé. Cuando la fábrica te asigna un coche, hay que mandar una señal de 300.000 euros. Casi todos los clientes han pedido su Utopia sin saber cuánto costaría –2,5 millones, aprox.–. Según Pagani, hay unos cien entusiastas que pidieron un Utopia pero no han conseguido una unidad.

Jorge ha configurado el suyo en amarillo con el interior marrón, con la palabra Utopia bordada en amarillo en el interior de las puertas y también las siglas ‘HP’ (Horacio Pagani) en los asientos, pero con las costuras marrones. Las llantas son de titanio diamantado y la fibra de carbono es ‘mate intermedio’, porque también se puede elegir brillo o más mate. El cambio lo ha pedido manual, como el 70% de los que han encargado este coche. “Me dijo Horacio que primero van a fabricar los que llevan cambio secuencial, así que el mío me lo darán en 2024”.

¿Lo vas a tener en Argentina o en Miami? Le preguntamos. “En Miami, será el primer Utopia manual que llegue allí. Es una pena, pero en Argentina ahora no se puede tener un coche así. Todos los Pagani que había en Sudamérica, en Argentina, Chile y Brasil, ya se han ido a otros países”. Jorge no es de los que dejan los coches cubiertos con una lona en un garaje climatizado, sino que los usa y los disfruta: “a los Zonda que he tenido les hice unos 100.000 km en total”. Y además, siempre los ha vendido por mucho más de lo que le costaron... Sí, nosotros también queremos ser como él.

 

Grandi Complicazioni

El pasado mes de junio pudimos ver rodar en Goodwood al nuevo Pagani Huayra Codalunga (V12 de 829 CV y un peso en seco de solo 1.280 kg), una de las cinco unidades que se van a fabricar. Sus líneas están inspiradas en los modelos de Le Mans de los años 60, y es un proyecto realizado por la división Pagani Grandi Complicazioni. Esta área de negocio ha nacido para dar respuesta a la creciente demanda de personalización, y son capaces de hacer realidad cualquier deseo de los clientes, incluyendo carrocerías únicas y especiales. Si en el caso de un Pagani “normal” su precio ronda los tres millones, cada Codalunga se venderá por unos siete millones.

 

Pagani Puro

Este año ha comenzado a funcionar Pagani Puro, el programa destinado a certificar la autenticidad y el buen estado de los automóviles de la marca. Es el equivalente al certificado Ferrari Classiche, o el que expide la división Polo Storico de Lamborghini. Pagani Puro certifica la autenticidad de cada componente y su estado mecánico mediante la comprobación de 400 puntos. El cliente recibe un libro tapizado en cuero y firmado por Horacio Pagani, algo que puede ser muy interesante a la hora de vender un coche y dar confianza al comprador, teniendo en cuenta que son deportivos valorados en varios millones de euros.