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Volkswagen T-Cross: El poder de la juventud

Se dice que los jóvenes son el futuro de la sociedad. Pues bien, este coche ha sido diseñado para ellos y, ahora, ha recibido una intensa actualización tanto estética como tecnológica. Otro punto a su favor es que se produce en la factoría que la marca tiene en Navarra, donde fuimos a conocerlo.

La gama SUV de Volkswagen se ha hecho un hueco en nuestras vidas sin darnos cuenta. Raro es el día que de camino al trabajo un español no se cruce con un Tiguan, Taigo, T-Roc, T-Cross o incluso un Touareg que, por cierto, también se ha actualizado recientemente. En Europa sabemos de la importancia de esta marca para el crecimiento económico del viejo continente. En España también es muy importante, resaltando la zona de Navarra. Concretamente en el municipio de Arazuri, en el polígono industrial Landaben se ubica la cuarta fábrica de Volkswagen a nivel mundial en producción de vehículos. De ella, salen Taigo, Polo y T-Cross como si fueran aros spinner en una planta de china en el 2016 (fue un juguete que se popularizó por todo el mundo gracias a las redes sociales).

 

El T-Cross es el pequeño de la larga familia. Este coche es una revisión del modelo que ya conocemos desde 2019, con unos cambios estéticos que le sientan de maravilla. El frontal ha experimentado una evolución, como los faros totalmente adaptados al nuevo canon de belleza con un aspecto más afilado y voraz, llevan la tecnología Led Matrix e incorporan proyección de luz en los espejos retrovisores. La parrilla también se ha transformado con el propósito de modernizarse y lo ha conseguido. En el interior, también son notorios los cambios con un lenguaje de diseño más refinado y un infotainment que sube de nivel con respeto al original. Este es uno de los aspectos que VW se ha esforzado en mejorar en sus nuevos modelos.

A nivel de motores, Volkswagen sigue presentando casi la misma oferta que antaño: 95, 115 y 150 CV, eliminado así la potencia de 110 CV. Además, incorpora la gestión de cilindros activa ACT Plus, con lo que el coche se pondrá en modo dos cilindros cuando no estemos con el pie en el acelerador.

 

Manos al volante

Seguramente el T-Cross es uno de sus coches que barajan los conductores noveles como primer coche para lanzarse a la carretera. Para los que no quieren olvidar cómo conducir un coche manual después de gastarse un buen dinero en la autoescuela, existe la posibilidad de escoger este tipo de cambio. Aunque la transmisión DSG de 7 velocidades de la casa germana siempre es admirada y de lo más recomendable.

Esta no es la única forma de rejuvenecer un coche, todo acto que simplifique algún tema la hora de la compra es bienvenido. Ahora es cuando nos imaginamos al departamento encargado de poner nombres a la gama de colores y nos damos cuenta de que son visionarios, y ¿por qué? Sencillamente son genios incomprendidos, estamos ya cansados de ver colores Sky Blue que no identificamos en primer momento que tonalidad es. Aquí se llama “Azul Azulillo”, corta y al pie, gracias. A los hombres también se nos complica diferenciar entre blanco hueso, blanco roto y una diversidad infinita de blancos, por eso podremos escoger el color de Volkswagen “Blanco, y punto” o el color “Tirando a Beige”, aunque mi favorito es el “Amarillo Chillooón”.

 

Tras unos cuantos kilómetros a bordo del coche, te das cuenta de que el término de “juguetón” le viene perfecto. Es muy manejable, una cualidad que se valora cuando aún no tienes mucha experiencia en la conducción, vistoso y con un buen sonido en sus altavoces. El automóvil perfecto para esos primeros planes en los que recoges a tus amigos, vas a la hamburguesería más cercana con la canción del verano sonando a todo volumen y te paras a comer encima del capó para fardar un poco de tu nuevo Volkswagen T-Cross.

Cuando ya has recorrido unos kilómetros te das cuenta de que en realidad no necesitas más, tienes un buen maletero con una capacidad de 385 litros, aunque si abates la segunda fila la cifra será de 455 litros y en caso de querer llevar por ejemplo unos esquís, puedes abatir el asiento del copiloto

Otra de las mejoras del T-Cross es el aumento de la carga vertical máxima que aumenta de 55 a 75 kg. Con estos 20 kg adicionales, se incrementa el peso máximo que puede ir sobre el enganche para remolque desmontable, pudiendo llevar bicicletas eléctricas.

 

No pasaremos mucho por la gasolinera

A favor del pequeño SUV, los consumos que realizamos eran bastante buenos. Algo por encima de los anunciados, pero ya se sabe que es difícil ajustarse a lo que las marcas homologan. En la versión tope de gama, que es la que estuve probando, el consumo declarado es de 5,9 litros a los 100 kilómetros. Hay que reconocer que no fui lo suficientemente eficiente y mi pie pesado llevó la cifra hasta los 6,6 l/100 km. Nada mal tampoco, pero si nos lo proponemos seguro que podremos bajarlo.

 

La habitabilidad en las plazas traseras no es su punto más fuerte, aunque cabe resaltar que también cumple en este apartado. Dos adultos irán cómodamente sentados en la segunda fila, aunque si utilizamos las 5 plazas de las que dispone este coche, el espacio será algo más justo y los pasajeros irán algo más molestos robándose un poco de oxígeno. Tampoco es especialmente rápido en aceleración. Algo más de 8 segundos es el tiempo que tarda en llegar a los 100 kilómetros, pero no inscribiremos este coche en ninguna carrera de dragster porque tampoco es su objetivo.

Un valor fundamental es su precio, es una compra muy razonable tanto para esos primeros conductores como para gente con más experiencia el volante. Por 22.410 euros se puede comprar la versión de acceso a la gama, aunque si buscas que el coche esté lo más equipado posible, con el motor de mayor potencia el precio a tener en mente es de 31.640 euros con el acabado R-Line. Para los tiempos que corren es un gran producto en la escala precio/calidad.

De Navarra al mundo

 

Volkswagen tiene 120 fábricas en todo el mundo. Aunque la de Navarra tiene algo especial. Lleva años funcionando y desde 1984 produce el modelo Polo ininterrumpidamente. Ahora allí se hacen tres modelos: el Taigo y el T-Cross, además del mencionado Polo. En el ranking de plantas del grupo, la de Navarra se sitúa en el top 4 mundial. En 2022 salieron de allí 288.088 coches. De esa cantidad, 154.151 fueron VW T-Cross, 36.946 VW Polo y 96.991 VW Taigo. Más del 90% de los coches producidos se han exportado, con Alemania, Italia y Francia como los principales países de destino.

 

Poder ver como se trabaja en esta planta siempre es muy revelador, hay estaciones donde las máquinas son las encargadas de todo el trabajo y hay únicamente un operario que entra en caso de algún problema. Solo ves brazos robóticos que enganchan piezas y las ensamblan con otras en la majestuosa creación de un vehículo. Esta es la zona de chapa, cuando ya se crea el chasis y solo queda montar el coche. Aquí pasamos a otra nave donde ya hay muchas personas en una cadena. Sorprende como todo está pensando al milímetro. Nos dicen que el suelo por donde andan los trabajadores es de parquet porque está demostrado que reduce la fatiga al estar de pie. Los coches tardan un total de 22 horas en fabricarse de manera completa gracias a los 4.500 empleados que hay en la fábrica. Todos ellos se forman en la misma fábrica para pasar, más adelante, a formar parte de la plantilla.

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