¿Qué pasaría si metemos un V8 en un Mazda MX-5? Este es el resultado

Para quienes no hayan escuchado nunca la palabra «swap», en el mundo de las preparaciones viene a significar el proceso por el cual a un coche se le pone el motor más potente de otro. ¿Cómo? ¿Coger el motor de otro coche y ponérselo a un segundo? ¿Eso se puede hacer? Sí, vaya que si se puede, y por lo general, los resultados son descomunales. Aquí tenemos a un Mazda MX-5 «americanizado».

Este pequeño roadster nos encandiló en el momento de su lanzamiento, con su sencillez, su deportividad a precio razonable y su estética japonesa. Pero ya sabemos que en esto del mundo de las cuatro ruedas nunca es suficiente. Y alguien pensó que los 160 CV del motor 2.0 Skytactiv del Miata ND se quedaban cortos. Ese alguien fueron los responsables de la empresa estadounidense Flyin´Miata.

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Para quienes nunca hayan oído hablar de ellos, en 1983 eran un servicio de taller de Grupo VW, hasta que un día empezaron a ponerle turbos a Miatas y ya no pudieron parar. Ahora se dedican exclusivamente al roadster japonés, desde venta de piezas de mejora hasta modificaciones como la que aquí nos ocupa, meterle un motor V8 a un MX-5.

 

¿Locura, verdad? Pues sí, y de las buenas, pero también de las que nos encantan. Solo en el país de los sueños podría nacer una empresa capaz de hacer algo así. Lo hacen con cualquier generación de MX-5 y el ND no se iba a librar.

Esta unidad blanca incorpora un bloque de ocho cilindros en V de origen General Motors, más exactamente de un Camaro SS. También llevan estos corazones de 6.2 litros los COrvette C6, y es que se trata de la serie LS3. La potencia de serie de 437 CV ni siquiera fue suficiente para esta gente y lo han potenciado hasta los 525 CV a 6.300 rpm Y 663 Nm de par máximo para levantar el asfalto. Ni por asomo el cambio del Mazda aguanta semejante chute de pura potencia americana, así que también le montan una caja Tremec 5-56 de seis velocidades.

El coche ha ganado solo 85 kg con todas las modificaciones, con un peso final de 1.175 kg, con una equilibrada distribución entre ejes de 53/47. Con esta cifra las sensaciones tienen que ser descomunales. Según la propia gente de Flyin´Miata logra acelerar de 0-100 km/h en 3,6 segundos, igual que un Ferrari California T, casi nada.

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Pero ojo, porque aquí no se trata de sacar el motor original, meter el nuevo y a correr, hay que modificar muchos elementos para que todo fluya. Para empezar el eje que recibe semejante torrente de potencia es sustituido por un eje trasero con diferencial autoblocante de un Chevrolet Camaro SS. Esto hay que pararlo de alguna manera, así que lleva nuevo equipo de frenado Wilwood de alto rendimiento. SU escape ha sido sustituido por uno hecho artesanalmente por Flyin´Miata, con dos silenciadores en posición trasversal, casi como los de los Corvette. «Americanizar» el MX-5 cuesta 50.000 dólares, y el coche lo pones tú.