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Top 10: siniestros millonarios

El huracán en Florida nos ha hecho caer en la cuenta de que los supercars más exclusivos también lloran.

1. F1 DE MR. ATKINSON

El actor (Mr. Bean) siempre ha dicho que los coches están para disfrutarlos y le hizo muchos kilómetros a su McLaren F1. En 1999 tuvo un accidente contra un Austin Metro, y en 2011, contra un árbol. La reparación costó al seguro un millón, y en 2015 lo vendió por ocho millones de libras. Elon Musk también compró un F1, y tuvo un accidente con él en 1999.

2. PAGANI BARCHETTA

El reciente tour de SOC (Supercar Owners Circle) estuvo en Croacia, apadrinado por Mate Rimac. En el evento se reunieron máquinas muy exóticas y las cámaras de velocidad miraron para otro lado. El golpe más caro fue el del Zonda HP Barchetta (3 unidades fabricadas, a 15 millones cada una), con placas de Gibraltar, que perdió el control en una zona urbana (hay vídeo).

3. P1 BAJO EL AGUA

En este caso no fue el hombre el causante del desastre, sino la madre naturaleza. El bueno de Ernie acababa de comprarse un flamante McLaren P1 amarillo cuando le sorprendió una riada, causada por el reciente huracán Ian en el estado de Florida. Decenas de miles de casas y coches fueron inundadas, y el P1 pasó horas sumergido hasta terminar como se ve en la foto. Que se olvide de la mecánica, pero al menos la fibra de carbono no sufre corrosión...

4. EL HUAYRA DE PAPÁ

Todo el mundo quiere conducir el deportivo de su padre, pero cuando es un Pagani de 3 millones conviene pensarlo dos veces. En 2020, un youtuber de 17 años llamado Gage Gillean destrozó este Huayra en Dallas. No se aprecia en la foto, pero lucía una preciosa carrocería de carbono lacada en un tono púrpura. Seguro que tuvo muchas visualizaciones.

5. MIURA SV ON FIRE

Qué pena más grande. Ocurrió en 2014 en Londres, y su propietario es el magnate inmobiliario John Hunt. Al parecer, los bellísimos Miura tenían tendencia a incendiarse, y no se les debía dejar en marcha al ralentí, porque la bomba de gasolina daba mucha presión. Para evitarlo hay que instalar una válvula calibrada al final de la línea de carburación.

6. EL VEYRON DEL LAGO

En 2009, un tal Andy House se metió con su Bugatti en un lago y dijo al seguro que se salió de la carretera tratando de esquivar a un pelícano. Pero tuvo mala suerte, y alguien grabó la escena, dejando claro que no hubo ningún pájaro y que el conductor lo hizo intencionadamente para estafar a la aseguradora. Andy fue a la cárcel y el coche se está restaurando.

7. LAFERRARI CHINO

A los instructores de conducción les entran sudores fríos cuando trabajan con chinos, cuya experiencia al volante suele ser muy limitada. No sabemos qué ocurrió en este accidente en 2015, pero el propietario era un joven empresario de Shangai de 27 años, coleccionista de supercars y aficionado a los eSports. Sin duda la lluvia tuvo parte de culpa.

8. MAFIOSO EN ENZO

A las 6:06h de la mañana del 21 de febrero de 2006, 1.475 casas del área de Decker Canyon en Los Ángeles (California) se quedaron sin luz. En una autopista cercana, el conductor de un Ferrari Enzo había perdido el control y se había estrellado contra una instalación de la red eléctrica. Pilotaba el mafioso sueco Stefan Eriksson, que dio positivo en alcoholemia. Días después revelaron que circulaba a 260 km/h y estaba compitiendo con un Mercedes SLR.

9. UN F40 MENOS

Este modelo está en plena escalada, y ya supera los tres millones, a pesar de que su producción fue relativamente alta, con más de 1.300 coches. Uno de ellos ardió en las calles de Mónaco en 2020, y probablemente la causa esté en el depósito, que en los F40 europeos son flexibles (normativa de competición FIA) y hay que cambiarlos cada diez años.

10. TRES EN UNO

Ocurrió en 2013 en Malasia, cuando tres colegas malayos colisionaron entre sí mientras rodaban algo por encima de los límites de velocidad permitidos. Las risas se acabaron cuando los Lambos empezaron a arder (dos Gallardo y un Aventador) hasta acabar convertidos en una masa de metal y plástico humeante. No sabemos si hoy seguirán siendo amigos.

 

*En ninguno de estos siniestros se produjeron daños personales de importancia.

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