RUF CTR 2017: el «Yellow Bird» resurge con tecnología del Siglo XXI
A todo el mundo le suena haber visto alguna vez un vídeo de un Porsche de color amarillo surcando el asfalto de Nürburgring Nordschleife como si al día siguiente se fuera a acabar el mundo. Pero aquel no era un 911 cualquiera, sino el RUF CTR Yellow Bird, una versión más potente y ligera del deportivo de motor trasero de aquella época, más concretamente de 1987. Ahora, aprovechando la cita suiza, RUF ha vuelto a lanzar aquel legendario modelo, esta vez sin usar como base un Porsche, siendo su primer modelo diseñado y desarrollado por la propia firma sobre un monocasco de carbono: el RUF CTR 2017.
La magia de este CTR vuelve a estar en su parte posterior, donde se ubica el nuevo motor y su tracción trasera. Estamos ante un motor bóxer de 3.6 litros de seis cilindros que rinde una potencia de 710 CV a 6.750 rpm, con un par motor de 880 Nm a partir de las 2.750 rpm. Con ello el RUF CTR 2017 consigue acelerar de 0 a 100 en solo 3,5 segundos y de 0 a 200 km/h en menos de 9 segundos, con una velocidad punta de 360 km/h. Como veis, cifras de un superdeportivo moderno. Además lleva un cambio manual de seis velocidades y autoblocante.
Este CTR es de cuarta generación, y el primero que cuenta con un chasis monocasco de carbono con el motor montado detrás del eje trasero. Pero aunque goce de tecnología del Siglo XXI, su estética es un homenaje al CTR Yellow Bird del 87. Hablamos de un coche que en su época conseguía llegar a los 342 km/h con un motor biturbo de 476 CV.
Los paneles de la carrocería han sido fabricados en fibra de carbono, y la jaula antivuelco y los subchasis son de acero. Las llantas forjadas de 19″ con monotuerca calzan unos neumáticos 245/35 ZR19 y 305/30 ZR19. Teniendo en cuenta sus componentes, el RUF CTR 2017 marca un peso de 1.200 kilos. Su suspensión es de doble triángulo y tipo «pushrod» en ambos ejes. Para frenar sus 710 CV, se han montado unos frenos de discos carbocerámicos perforados de 380 mm delante y 250 mm detrás armados con pinzas de seis pistones para el eje delantero y cuatro para el trasero.
Su interior casi parece de la época del coche homenajeado, pues RUF ha usado un diseño minimalista y de toques retro, además de usar materiales ligeros para mantener el contenido peso del deportivo. La tapicería es de Alcántara y cuero, además de encontrarnos con partes en fibra de carbono, como sus asientos. El volante de tres radios y los relojes analógicos en el cuadro de instrumentos evocan el pasado de la marca. Solo habrá 30 unidades del CTR 2017, sin contar el prototipo expuesto en Ginebra, que ya es una más de las que se hicieron del cotizado Yellow Bird original. Se empezará a producir en 2018 y su precio aún es desconocido.
