Prueba Subaru Crosstrek: pocos todocaminos tan completos
Fiable dentro y fuera del asfalto. Mayor seguridad, tecnología y un habitáculo mucho mejor insonorizado. Los caminos de barro empiezan a ser divertidos...
Es probable que te resulte familiar, porque es el XV actualizado. Y esa es la primera actualización, el nombre: ahora pasa a llamarse Crosstrek –por lo menos en nuestro continente–. Un nombre muy acertado para todo lo que ofrece este modelo que de primeras parece inofensivo.
Los cambios que ha sufrido han sido sutiles, pero buscan mantener la identidad de este coche y las características que lo han llevado a ser tan fiable. Aunque Subaru no es uno de los “gigantes” en cuanto a ventas, este es su modelo más vendido desde que llegó en 2012. No me extraña, porque hoy en día por 32.000 euros, que es su precio de salida, pocos productos podemos encontrar tan completos.
Respecto a la mecánica, opta por el motor e-Boxer de 2.0 litros, de inyección directa y cuatro cilindros. Para poder lucir la etiqueta ECO de la DGT lleva un pequeño motor eléctrico integrado en la transmisión que permite optimizar las prestaciones eligiendo entre el térmico, el eléctrico o el térmico con asistencia del eléctrico. La potencia total del coche se queda en 136 CV y 182 Nm de par. Es una potencia acertada para el tipo de coche que es, sobre todo si su uso es para terrenos abruptos o viajes tranquilos en familia. Si lo que buscas es únicamente potencia y respuestas muy rápidas, siento decirte que no es tu coche.
Tiene un consumo homologado de 7,7 litros a los 100 km, cifra que se asemeja mucho a la que yo conseguí tras poner el coche al límite en una finca y continuar la ruta por carretera. Para poder pasar este examen con nota, el sistema de tracción total permanente de Subaru, que sumado al sistema X-Mode –también disponible marcha atrás– fueron de gran ayuda y adaptaron el coche a cada situación; actuando sobre los frenos o frenando las ruedas en zonas de baja adherencia como el barro. Este sistema es también el que permite controlar el descenso de pendientes, para que podamos hacerlo de manera constante y segura. Además de en asfaltos rocosos, también puede adaptarse a la nieve por ejemplo. El S-AWD hace que el coche sea más estable y que la conducción sea más receptiva, aunque es cierto que el automóvil ha aumentado su rigidez torsional en un 10% para esta nueva generación y presenta una destacada altura libre al suelo de 22 cm. Aun así desde la marca han optado por intentar mantener las dimensiones que ya tenía, de manera que solo aumenta en longitud 10 mm para llegar hasta los 4,49 metros y 5 mm en la altura. Otros datos destacados son los ángulos de ataque, ventral y de salida, de 19.30, 20.80 y 31.20, respectivamente.
En cuanto al diseño, poquitos cambios para que siga siendo un Subaru fácilmente reconocible. Se ha elevado el capó y los guardabarros se han ensanchado, de la misma manera que han agrandado los revestimientos de plástico negro.
En el interior, sigue siendo Subaru, con un habitáculo cómodo y relativamente espacioso. La marca ha incorporado una pantalla central más grande (de 11,6 pulgadas) pero los gráficos todavía tienen cierto margen de mejora, un poco como cuando hacíamos nuestras primeras presentaciones de PowerPoint y estirábamos el titular de manera no proporcional. La conexión del sistema con el teléfono es inalámbrica y un poco lenta, aunque no desesperante.
A nivel de seguridad, no se puede pedir más. Cuenta con 9 airbags en total y su conocido sistema EyeSight se ha mejorado e incluye nuevas funciones gracias a la incorporación de una tercera cámara, en este caso modular angular. Por ejemplo, tiene reconocimiento de señales o control de dirección en caso de emergencia.
Este modelo llega con tres acabados: Active (el mencionado por 32.000 euros), Field (34.000 euros) y el tope de gama Touring (37.000 euros). Además, se incorporan tres colores nuevos a los que ya conocíamos. ¡Esto sí que es un verdadero crossover!
Test rápido
1 minuto: a primera vista no apreciamos grandes cambios, aunque sí algún color nuevo en la gama. Tendremos que esperar a conducirlo...
5 minutos: el habitáculo resulta amplio, también desde los asientos traseros. Es hora de meter al coche en terrenos de barro, agua y pendientes.
15 minutos: la tecnología de Subaru no falla. Me sorprende que el sistema X-Mode se pueda utilizar también marcha atrás.
45 minutos: después de toda la caña que le hemos dado, el consumo no difiere apenas del homologado. Ahora salimos a una carretera de montaña.