Prueba McLaren 750S: 30 caballos más y 30 kilos menos respecto al 720S
El nuevo deportivo inglés tiene todo lo bueno del 720S, pero con un extra de picante de la versiones LT... ¿Dónde hay que firmar?
McLaren tiene mucho interés en decir que el 30 por ciento del 750S es totalmente nuevo, aunque a primera vista no lo parezca. No obstante, el ejército de ingenieros de Woking (UK), realmente obsesivos, se ha afanado en cada detalle, retocando y refinando la ya de por sí excelente fórmula del 720S y haciendo todo lo posible para que un superdeportivo muy serio sea un poco más divertido y un poco más amigable.
La potencia ha subido 30 CV, el peso ha bajado 30 kg y hay un montón de actualizaciones de usabilidad (como un nuevo sistema de infoentretenimiento que funciona con Apple CarPlay). Mención destacada también merecen las levas del cambio, que han apostado por la fórmula del Artura para que no tengas que quitar las manos del volante en ningún momento. Pero el mayor foco de atención se ha puesto en el sistema escape. Montado en el centro e inspirado en el P1, está diseñado para dejar que el actualizado motor M840T cante un poco más claro.
Y vaya si lo hace. La nota de la mecánica es gutural y grave, aumentada con algunas toses y chisporroteos casi flemosos al despegar en modo Sport. Calcula bien el momento de acelerar y cambiar de marcha y podrás disfrutar de los repentinos golpes que resuenan entre los árboles y rebotan en las colinas... demasiado tentador como para no reducir en un túnel.
Ese teatro extra es justo lo que recetaría cualquier médico, transformando un supercoche serio y de lo más profesional, en uno que puede soltarse y ser un poco más juguetón que antes. La dirección electrohidráulica de McLaren, de gran suavidad y precisión, y el pedal de freno, muy rígido pero agradable al tacto, funcionan a la perfección y te transmiten todos los detalles de lo que está haciendo el automóvil, como si tuvieras un cable ethernet de alta velocidad conectado entre tu cerebro y la centralita del coche.
A medida que aumentas el ritmo, el V8 se muestra en todo su esplendor. El 750S es rapidísimo, te empuja hacia el horizonte con tanta entrega como tú quieras que muestre. Hay un pequeño retardo si se acelera mucho en marchas largas por debajo de las 3.000 rpm, cuando los turbos entran en acción, pero la entrega de potencia ha mejorado con respecto a su predecesor. Tanto es así que, por lo general, los 750 CV disponibles no resultan difíciles de manejar o nerviosos; no pasas el tiempo cuestionando el cálculo de la relación entre potencia y agarre.
Toda esta comunicación es mucho más aguda en la pista. Alcanzar los 285 km/h al final de la recta del circuito de Estoril, en Portugal, demuestra que el 750S realmente tiene mucho más que dar, haciendo que los 332 km/h de velocidad máxima declarados parezcan fácilmente alcanzables. Luego, cuando pisas esos fabulosos frenos (hay un paquete de frenos para circuito que recomendamos encarecidamente), agradeces la ausencia de un pedal blando. También verás en el retrovisor el alerón trasero desplegarse y notarás toda su fuerza, un beneficio notable.
La confianza entre hombre y máquina crece rápidamente en cada curva y a medida que avanza el tiempo al volante: el 750S no es intimidante de conducir en circuito a pesar de incorporar una ingeniería increíblemente seria. Y esa comunicación continúa; levantamos el pie del acelerador en una curva amplia y empieza a derrapar, pero de una forma progresiva, suave y fácil de controlar. McLaren incluso te ofrece un software (Variable Drift Control) que te permite ajustar el nivel de deslizamiento del coche... pero ten en cuenta que para eso tendrás que tener un proveedor de neumáticos en la agenda de contactos. En España el distribuidor oficial de la marca es McLaren Barcelona y seguro que no tendrán problema en facilitarte unos cuantos juegos de neumáticos para el nuevo 750S después de un track day. En definitiva, el nuevo McLaren es rápido, divertido, agradable y extrañamente intuitivo. Incluso nos resulta de lo más recomendable para los novatos en el mundo de los supercoches, pero sin ser condescendiente con los profesionales.
Test rápido
2 segundos: ¿Me ha dado McLaren una llave del 720S por error? Por fuera no hay muchas diferencias, pero por dentro la cosa cambia bastante.
16 minutos: La sensación de fluidez es insuperable: ¡esa dirección!
20 minutos: Las levas del cambio son mucho más manejables que antes.
39 minutos: El nuevo sistema de escape cambia por completo. La banda sonora es brutal.
54 minutos: Ya en pista: ¡qué máquina! Tan táctil y rápida, y a la vez tan agradable.