Prueba Maserati MC20, luna de miel
La espera ha merecido la pena. La Covid-19 nos privó del Maserati MC20 más meses de los debidos, como cuando los enamorados esperaban melancólicos asomados en la ventana a que el padre de ella volviera de viaje para que el novio le pidiera permiso para casarse y solo así entonces consumar el matrimonio tras la boda, ustedes ya me entienden.
Con el Maserati MC20 nos pasó algo parecido. Primero lo vimos en foto y ya no podíamos dejar de pensar en él. Luego la firma nos lo presentó en un gran baile en su ciudad natal, y ahora, con permiso del mundo, llega para arrebatarnos el corazón y hacer que vivamos con él una luna de miel intensa y acaramelada, pero también que nos sintamos a gusto en todo momento y no queramos despedirnos.
Hora del circuito
Y aquí estamos, de nuevo en Módena para probarlo a fondo. O más bien en su circuito, donde lo vamos a poder hacer bailar como es debido, el hábitat donde la marca se ganó un puesto en la historia.
Cuando dejo este nuevo automóvil deportivo con motor V6 de Maserati en modo Corsa mientras lo siento en la pista, he sentido que este Maserati de motor central tiene más para darme de lo que el ambicioso modo de conducción Corsa está permitiendo jugar.
Necesito esperar mi momento. Tendré oportunidades más tarde, en las carreteras entre Modena, Reggio Emilia y Parma. Aun así, ya está claro que esta llegada tardía a la fiesta de la gasolina es bastante impresionante. ¿Qué es impresionante se preguntará usted? Pasar de 0 a 100 km/h en 2.88 segundos, ni uno más y ni uno menos, y de 0 a 200 km/h en 8.8 segundos, con una velocidad máxima de 325 km/h.
El corazón de todo es el motor V6 Nettuno, que desarrolla su pico de 630 CV a 7.500rpm y 730 Nm entre 3.000 y 5.500rpm. Todo ese gruñido se transmite a las ruedas traseras mediante un cambio DCT de ocho velocidades, seis engranajes de potencia y dos relaciones de sobremarcha, y un diferencial de deslizamiento limitado en el eje trasero.
Tan impresionante como el empuje hacia adelante es la potencia de frenado de 100 km/h a cero. Cuando los discos de carbono-cerámica y los neumáticos funcionan en su ventana de temperatura óptima, se afirma que el cupé de 1.475 kg aplasta toda esa energía cinética en menos de 33 metros. Suena demasiado bueno para ser verdad, pero creíble en la pista donde los discos Brembo y las Bridgestones con agarre (245/35 ZR20 y 305/30 ZR20) pueden arrancarte los ojos de las órbitas.
Torrido amor en carretera
La compostura y el cumplimiento del Maserati MC20 están a otro nivel, pero se deben hacer ciertas concesiones en los caminos irregulares y ondulados. La suspensión de doble horquilla de triple enlace fue diseñada para cambios mínimos de inclinación en combinación con cierta flexibilidad de convergencia al frenar y al girar.
Es por eso que en la pista te permite ir tan rápido como tu puedas, porque el límite del coche parece estar siempre más allá. Parece un coche de carreras, de los inquebrantables, de los que actúan a la mínima orden y con la máxima precisión, con casi la misma conexión que un 911 GT3 o un 488 Pista, notando todo a través de su rápida dirección, que tendremos que agarrar con fuerza para que no sea quebrada por los baches o la potencia inmediata de su motor.
El Maserati MC20 arranca en modo GT, como si fuera un modo Normal. Calibrado para ahorrar combustible y reducir el ruido, el GT activa los cambios ascendentes y descendentes tardíos de la caja automática, restringe la asistencia del turbo, bloquea los amortiguadores en el modo más blando y no abre las compuertas de escape por debajo de 5.000 rpm para no perturbar la calma de los ciudadanos o las ardillas del bosque.
Con esta configuración el conductor podrá viajar más cómodamente, aunque tenga que olvidarse de su equipaje, porque esto es un superdeportivo así que sus maletas de diseño italiano deben viajar aparte o quedarse en casa. El MC20 puede ser hasta cómodo y si no fuera por la visibilidad o la altura, se podría usar a diario como si fuera un 911.
El modo Sport es una opción más entretenida, pero cuando tu plan sea explorar los límites, elige el modo Corsa, que se activa pulsando 2 segundos. Ahora la caja de cambios está trabajando con el látigo en la mano en todo momento, el escape sopla con fuerza de vendaval, la suspensión está en su posición más firme y el impulso máximo persiste hasta la línea roja de 7.200 rpm.
Los cambios de marcha son ultrarrápidos ahora, e incluso es posible preseleccionar una relación más baja, que se activará tan pronto como el equilibrio de carga y revoluciones lo permita.
La dirección es súper precisa y siempre está interesada en contar la historia completa. También tenemos un modo WET, Mojado, en la ruleta selectora del túnel central. Este modo ofrece el máximo nivel de control sobre carreteras mojadas o húmedas, para evitar deslizamientos inesperados al acelerar o al tomar una curva, para no tener miedo de sacar tu superdeportivo incluso en los días más nublados.
Pero hoy luce el sol y seguimos disfrutando de su conducción por carretera. Es increíble el empuje del motor y lo bien que el chasis lo hace todo fluir. Tenemos la sensación de que se han guardado algo en la manga y habrá una próxima versión más picante y enfocada a la pista.
Apretar el acelerador con fuerza en la marcha baja perfora hoyuelos profundos en las mejillas mientras frunce la melena hacia atrás durante el resto del día, y la fuerza G en curvas a alta velocidad se siente lo suficientemente fuerte como para dislocar un hombro, todo con una banda sonora salpicada por los sonidos de un chasis que se merienda todo, por la gravilla salpicando los pasos de rueda, el zumbido del efecto suelo de nivel medio y un silbido cuando una onda fonética masiva se abre paso a lo largo de los bordes posteriores de las puertas.
Y el eterno sonido de la admisión y el rugido del escape. El vrroaam de cambio ascendente, el grito de cambio descendente, el bramido rotundo, el blat-blat de despegue, el orden de encendido audible a la velocidad de ralentí y, lo mejor de todo, la rapidez de la aguja girando más allá de 6.200 rpm que me alegra el día.
Hacemos una pausa en el camino para estirar las piernas porque llevamos tantas curvas tan rápido que el cerebro está más caliente que la tarjeta gráfica de un minero de criptomonedas. Entonces antes de volver a entrar a través de esas puertas de tijera observo su interior. Los asientos deportivos son magníficos y suaves en esa Alcantara trabajada a mano.
El volante es fino y tiene todo lo necesario, ni un botón de más y ni uno de menos. Detrás de él está por supuesto una pantalla digital, con varias formas de visualización pero que nos atrapa con su cuentarrevoluciones central con la velocidad en el centro.
El carbono y la Alcantara pueden inundarlo todo, pero también el cuero si así lo deseas, pues Maserati permitirá que lo vistas a tu gusto o a juego con tu traje favorito, todo hecho a mano en la tradicional factoría de Módena, aquella de la que salió el Maserati Gran Turismo o el MC12 al que evoca en cierto modo este coche.
Maserati MC20, veredicto
En el MC20, cuando está en su mejor momento, estás totalmente inmerso en un automóvil que suena, se ve y se siente fantástico. Hace un trabajo fantástico al ser un automóvil deportivo y un GT, y ha hecho que nuestro viaje a Italia parezca una luna de miel, un viaje inolvidable.
