Porsche Taycan 2024: más autonomía y potencia y menos tiempo de carga y peso
El Taycan lleva ya más de tres años en el mercado durante el que se han vendido más de 150.00 unidades globalmente. Anticipado por el Mission E, esta primera generación ha conseguido triunfar siendo un modelo eléctrico, lo que no es tarea fácil.
Ahora, con la inminente llegada del Macan eléctrico, Porsche se ha tomado su tiempo para mejorar el Taycan, con una actualización típica de la marca alemana, con pequeñísimos retoques en el exterior y cambios más profundos en la mecánica. También el precio sube, empezando por los 105.000 € del más básico, continuando por 217.000 € del Turbo S (y decimos “continuando” porque, como suele suceder en Porsche, el precio se puede elevar literalmente hasta donde el comprador quiera, o pueda). Afortunadamente también lo hace la eficiencia, la autonomía, la potencia y el equipamiento.
El nuevo Taycan consigue una autonomía bastante mayor gracias a la mejora en la eficiencia y al aumento de la capacidad de la nueva batería de altas prestaciones Plus, llegando a los 105 kWh, de los que 97 son útiles. La energía llega a – y sale de– un nuevo motor eléctrico más ligero, compacto y potente, que propulsa un coche que es un poco más ligero que la versión anterior (unos 15 kg pese al aumento del equipamiento) y mucho más eficiente. El consumo homologado medido ( WLTP), es ahora entre 17 y 20,5 kWh por cada 100 km, dependiendo de la versión.
Este menor consumo, junto con la batería de más capacidad, consiguen que la autonomía suba en un nada despreciable 35%. Con esto, el Turbo S llegaría hasta 630 km y 678 km para el Taycan de motor único, tracción trasera y, lógicamente, con la batería de altas prestaciones Plus.
¿Estas cifras son reales? Por supuesto que no, y es prudente afrontarlas con cierto escepticismo. Los valores que obtuvimos en la práctica con el prototipo de un solo motor fueron de 588 km de autonomía con un consumo de 17,2 kWh, que son valores muy competentes.
Y, cuando no se quiere ahorrar, el nuevo Taycan es muy rápido. El Turbo S llega a los 952 CV que permite acelerar de 0 a 100 km/h en solo 2,4 segundos. Es un resultado fantástico, casi inaccesible para un coche con motor de combustión que no sea un Chiron o similar. Y la versión de acceso de 408 CV tampoco se puede considerar lento, con sus 4,8 segundos para alcanzar los 100 km/h.
El sistema de control del balanceo de 48V original de la primera generación del Taycan se ha sustituido por una versión del “Active Ride” electrohidráulico del Panamera. La suspensión neumática es ahora de serie. Solo hemos podido conducirlo en una carretera de curvas en Alemania y una autopista en California, pero parece que absorbe mucho mejor los baches pero sin dejar de controlar los movimientos de la carrocería como lo hacía hasta ahora.
La velocidad de carga ha subido 50 kW, de 270 kW a 320 kW, y si se encuentra un cargador adecuado, el resultado es impresionante. Llegamos a ver 320 kW en la pantalla del cargador tanto en el frío de Alemania como en el calor de California, y de ese modo, una carga de solo 8 minutos recargó 46 kWh suficientes para recorrer 265 km. Además, cuenta con una nueva funcionalidad de planificador de carga, video en la pantalla, indicador de carga y personalización de los modos de conducción. También dispone de la versión de Porsche del CarPlay que permite ajustar el climatizador sin salir del CarPlay, lo que puede resultar muy práctico para los usuarios de iPhone.
En definitiva, una gran mejora en todos los niveles para distanciarse del próximo Macan eléctrico.
Nueva mecánica
La nueva batería de altas prestaciones Plus (abajo), que cuenta con una nueva composición química de las celdas, ofrece más densidad energética, más potencia de carga/descarga y menor sensibilidad a la temperatura. El motor eléctrico trasero nuevo (arriba) es más compacto y 10 kg más ligero. Proporciona más par y más potencia gracias a numerosas mejoras sobre el motor antiguo, incluyendo un nuevo circuito magnético, estátor y carcasa exterior. Mejoras muy considerables, probablemente porque nos encontramos con una tecnología todavía no del todo madura, en la que queda mucho por desarrollar.
