Lotus Emeya: punto de no retorno

Con esta berlina a punto de unirse al SUV Eletre, Lotus es ahora un fabricante de vehículos eléctricos de lujo con una actividad secundaria en los deportivos antiguos, y no al revés

Adelante. Sea tan insistente como quiera con la idea de colocar insignias de Lotus en pesos pesados eléctricos fabricados en China... pero el hecho es que está funcionando. Lotus está en camino de lograr el mejor año de ventas de su historia, y eso se debe principalmente al Eletre lanzado recientemente, no al Emira con motor de combustión.

El Emeya se incorporará al cartel a finales de este año. Comparte los fundamentos básicos del Eletre, pero es significativamente más bajo, al estilo de un GT. Tiene cinco puertas, si se incluye la enorme trampilla que se abre hacia el maletero trasero, y posibilidad de elegir entre cuatro o cinco asientos.

 

Es probable que siga el mismo patrón que el Eletre: modelos básico y S, luego una versión R con la mecha subida y una transmisión de dos velocidades. Todos cuentan con una batería de 102 kWh bajo el suelo, tracción total permanente y un motor eléctrico en cada extremo. Las cifras provisionales de potencia y rendimiento le dan hasta 905 CV, 727 Nm de par, un 0 a 100 km/h en 2,78 segundos para la versión más deportiva, y una velocidad máxima limitada a 250 km/h. Es probable que la autonomía sea similar al del Eletre: 600 kilómetros para el base y el S, 490 km para el R. Con su arquitectura de 800 voltios, un cargador rápido de CC de 350 kW debería poder agregar 150 kilómetros de alcance en apenas cinco minutos, o pasar del 10 al 80% en 18 minutos.

Es espacioso por dentro, especialmente en la parte delantera, y hay abundante espacio para las piernas en la parte trasera, además de asientos con masaje. El diseño interior es simple y elegante, con una pantalla táctil central grande pero no abrumadora, algunos botones físicos y la promesa de una pantalla frontal de realidad aumentada que abarca todo el parabrisas. Viene listo para un alto grado de conducción autónoma, con sensores en todas partes, incluida una cápsula emergente en la parte superior del techo.

 

Con algunos guiños al pasado

El jefe de diseño, Ben Payne, enfatiza los ecos del Esprit S1, con su fuerte línea única que recorre todo el exterior del automóvil, y señala que hay una línea similar alrededor del Emeya y otra también en el interior. También se quita el sombrero ante el Eleven Racer de 1956, con una aerodinámica radical de Frank Costin.

Al igual que el Eletre y el Evija de producción limitada, el Emeya aprovecha la falta de hardware de combustión para tener un frontal corto y una distancia entre ejes larga. “Es inusual para un GT”, nos dice Payne, “pero el aspecto del motor central es herencia de Lotus”.

No hay una parrilla convencional, pero sí mucha aerodinámica activa y pasiva, centrada en una combinación de refrigeración, elegancia y carga aerodinámica a altas velocidades. La parrilla delantera activa, basada en la del Eletre, puede reducir la resistencia cuando está cerrada, o se abrirá cuando se necesite aire para refrigerar las baterías y los frenos. En la parte trasera, el difusor y el spoiler también tienen elementos activos para ayudar a la estabilidad.

 

La suspensión neumática, por su parte, está controlada electrónicamente y realiza 1.000 lecturas por segundo mientras se adapta constantemente a las condiciones cambiantes.

“Un producto como éste es algo nuevo para Lotus”, afirma Payne. “El Eletre fue bastante exagerado. Quizás esto esté un poco más en línea con las expectativas. El mismo ADN recorre todo lo que hacemos”.

Marie-Camille Lecoq, responsable de colores, materiales y sostenibilidad, también destaca la continuidad espiritual con el cofundador Colin Chapman. “Seguimos con su forma de pensar. Siempre fue muy moderno en su pensamiento”.

 

¿Y conducir? El jefe de ingeniería, Sylvain Verstraeten, afirma: “Realmente hemos llevado la capacidad dinámica del coche a otro nivel en comparación con el Eletre”. ¿Y en comparación con los coches deportivos ligeros que llevan el mismo distintivo? “Se pierden algunas cosas pero se ganan otras que mejoran el placer de conducir. Puede que no quieras conducir una Emeya en la pista, pero existe una buena conexión entre el conductor y la máquina. Si puedes tener una experiencia Lotus todos los días, no una vez cada tres semanas, eso es algo bueno”.