Goodwood: la colina de los dioses
Volver a Goodwood en junio cada año sirve para saber que la afición por el deporte del automóvil sigue en auge. Recordamos que la finca-circuito de Goodwood, a unos 100 km al sur de Londres, se ha convertido en el recinto rcar19_al aire libre que congrega el evento más multitudinario de Europa. El dueño de estos dominios, Lord Mach, organiza cada año una reunión con el objetivo de congregar pilotos y coches de carreras de todos los tiempos que aprietan sus nudillos para llegar los primeros. La prueba consiste en una subida cronometrada de 1,16 millas que arranca de las proximidades del Goodwood House y acaba en las puertas del hipódromo situado en la cima de la colina de South Downs. Dividir en categorías los más de 400 coches que toman la salida es verdaderamente difícil, así que cada minuto, como en un rally, arranca un coche o una moto y suben a toda velocidad por una carretera comarcal de un solo carril rodeada por árboles y muros de piedra que imponen mucho respeto.
Tag Heuer nos permitió ponernos en su piel durante 24 horas y acompañarlos desde Londres hasta el propio circuito, y vivir con ellos una experiencia única. TAG Heuer es el timekeeper oficial del festival y además patrocina el Driver’s Club, la parte más exclusiva a la que solo algunos elegidos tienen acceso. El Team CAR se “coló” en esta sala de leyendas y durante dos horas vimos desfilar a las fuerzas vivas del mundo de la competición. Jenson Button, Sebastien Loeb, David Coulthard, Bruno Senna, Emerson Fittipaldi y Damon Hill se dieron cita para deleite de los amantes del motor. Lewis Hamilton, Kimi Räikkönen, Richard Petty, Sir Stirling Moss, Jochen Mass, Giacomo Agostini y Jean Todt también se dejaron ver por este tempo de los dioses. Por su parte, la marca relojera Cartier siempre patrocina una exhibición de vehículos exclusivos, muchos son coches únicos. Este año, el ganador fue un flamante Mercedes 500K A de 1935, de la colección del lituano magnate del petróleo, Saulius Karosas.
En el festival de la velocidad de Goodwood es una maravilla circular por los campos verdes limpios. Nadie toca los coches, nadie deja que sus hijos restrieguen las manos de chocolate o repasen los estúpidos remaches de los vaqueros por los débiles capós. Estamos ante la celebración más importante por encima de la F1 en lo que a poder de convocatoria y celebrities se refiere. En una manga puedes ver pasar los primeros coches de vapor del siglo XIX y en la siguiente prueba, las barquetas que este año han corrido en Le Mans. En este circo se vuelven a juntar coche y pilotos de leyenda y sus propietarios y coleccionistas ven elevado el precio de sus joyas cuando los antiguos pilotos vuelven a sentarse en ellos. Además de coches, también acuden motos de GP, dragsters de hasta 3.000 CV o coches de rally que compiten por el frondoso. El récord de Goodwood Festival lo ostenta Nick Heidfeld, con un McLaren MP4-13 en 41,6 segundos. Pero, ¿qué tienen los coches clásicos que levantan pasión entre jóvenes? Formas, sexo o mucho ruido.