El alerón "cola de pato" del 911: de ser criticado a convertirse en una leyenda

Hace más de 50 años, el ingeniero Tilman Brodbeck se incorporó a Porsche y junto con Hermann Burst diseñó este alerón que tanta cola de opiniones traería, nunca mejor dicho. A este alerón se le denominó "cola de pato" por la similitud que guardaba este spoiler con el ave acuática. "Por aquel entonces, el 911 y muchos otros coches tenían un diseño muy característico: eran planos por abajo, abovedados por arriba y terminaban en punta en su extremo posterior y este tipo de forma genera elevación", tal y como nos explica Brodbeck. Esto le hace tener una justificación acerca de por qué este vehículo no alcanzaba la velocidad en curva que por su naturaleza sí le permitían alcanzar su motor y su chasis.

A problemas, soluciones

Por eso, ante este problema, los ingenieros se pusieron manos a la obra para añadir un elemento aerodinámico que fuese capaz de contrarestar esa fuerza ascendente. Diseñaron un alerón a partir de alambre y finas planchas de metal que logró reducir el coeficiente de elevación y en consecuencia, la velocidad máxima subió hasta 4,5 km/h, que permitió a este 911 alcanzar la impactante cifra de los 240 km/h de la época.

Los primeros rezagados de la "cola de pato"

En un principio este alerón no terminó de convencer a prácticamente nadie y menos a los responsables de ventas de la firma, quienes debían vender unas 500 unidades de este Porsche 911 RS 2.7, que no esperaban superar ni siquiera los 100 coches vendidos. Finalmente, se vendieron más rápido de lo esperado, nos recuerda ahora Brodbeck.

Las centésimas de segundo que lo cambian todo

Tras ser capaces de ver todas las ventajas que aportaba este alerón, hasta los más críticos dieron su brazo a torcer. Especialmente, los aficionados de la marca alemana se convirtieron en los mayores fans, haciendo vueltas rápidas en los circuitos a bordo de sus 911 RS 2.7 con la "cola de pato".