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Culpa del Sha de Persia: la historia de los Maserati 5000 GT

Hace sesenta años el Sha encargó a Maserati un coche más rápido y potente que el 3500 GT. Así nació el 5000 GT, del que solo se fabricaron 34 unidades y que ahora cumple su 60º aniversario.

Maserati es una marca centenaria que en sus inicios solo fabricaba coches de competición. De hecho, el primer modelo de calle fue el A61.500 de 1947. En los años cincuenta, la rivalidad entre la marca del tridente y Ferrari era total. Además, eran vecinos, porque, aunque Maserati nació en Bolonia, cuando Orsi la compró se la llevó a Módena. El mundial de F1 de 1956 lo ganó Fangio con Ferrari, y el de 1957 fue para Fangio de nuevo, pero con Maserati. Las carreras de aquellos años son una apasionante fuente de historias y anécdotas, como la que nos contó hace años el historiador de Maserati, Ermanno Cozza. En el Gran Premio de Argentina de F1 de 1957 solo compitieron siete monoplazas Ferrari y siete Maserati, de modo que todos los coches en pista habían sido fabricados en la misma ciudad. Al igual que Ferrari, Maserati hacía un esfuerzo enorme para competir también en el mundial de Sport, y en el Gran Premio de aquel año en Caracas, el último de la temporada, perdieron sus cuatro 450S en accidentes. Dos semanas después anunciaron que dejaban las carreras. Ese mismo año nuestro compatriota Paco Godia compitió con un Maserati 300S como piloto privado, y logró un brillante quinto lugar en los 1.000 kilómetros de Nürburgring.

Era normal por tanto que cuando los hombres más ricos y poderosos del mundo querían comprarse un deportivo, viajaran a Módena. El sha de Persia era uno de ellos, y muy aficionado a los coches. A finales de 1958 probó un 3500 GT que le gustó bastante, pero reclamó más potencia. Entonces el ingeniero Giulio Alfieri, director técnico de la marca, se dio cuenta de que necesitaban rediseñar el coche para cumplir con las expectativas del persa. Así nació el proyecto 103, como se le conoció internamente al 5000 GT. Tuvieron que reforzar la estructura tubular para adaptarlo a la mayor potencia (la batalla es la misma) y conservaron el eje rígido trasero. Respecto a los frenos, llevaba discos delante y tambores detrás. Para sustituir al seis cilindros en línea del 3500 GT, el motor elegido fue ni más ni menos que el V8 de 5 litros que empleaba la barchetta 450S de competición. Este propulsor rendía 400 CV y empleaba cuatro carburadores dobles Weber. No obstante, se modificó para que fuera más utilizable, con menos compresión entre otros detalles, y rendía 340 CV a 5.800 rpm. El cambio era un ZF de cuatro velocidades; los más modernos lo llevaron de cinco y discos a las cuatro ruedas.

El 5000 GT, con carrocería 2+2, se presentó en el salón de Turín de 1959 con la carrocería Touring, y al año siguiente se volvió a mostrar en el Salón de Ginebra. El primer 5000 GT Touring (número de chasis 103.002) fue para el sha y el segundo (103.004) para Basil Read, empresario sudafricano y dueño del circuito de Kyalami. Tras estos dos primeros coches, los restantes incorporaron un sistema de inyección mecánica Lucas y la potencia se redujo hasta los 325 CV a 5.500 rpm.

Con un peso de 1.500 kg, alto para la época, podía alcanzar 270 km/h. Entre sus rivales, tan solo los Ferrari Superamerica, los más caros y lujosos de la gama del cavallino. El 5000 GT tiene todos los atributos para ser muy cotizado, como es una marca legendaria, pedigrí de competición, un diseño fascinante y una reducidísima producción. Pero más allá de su incuestionable atractivo, lo más especial del super-GT italiano es que fue carrozado por todos los grandes de la época. Recordamos casos como del Fiat 8V (1952) que fue carrozado por la propia Fiat, Zagato, Michelotti, Ghia, Vignale o Pinin Farina, pero en el 5000 GT hubo aún más variedad. La gran mayoría llevaron carrocería Allemano, un total de 22 coches. Además se hicieron tres unidades del Touring y del Frua. Del Monterosa habría dos, y son modelos únicos los Pininfarina, Michelotti, Bertone y Ghia. Maserati habla de 34 unidades producidas, pero otras fuentes cuentan con 33 (solo un Monterosa) o 32 unidades (no cuentan el Bertone).

5000 GT Frua

5000 GT Frua

El primero con carrocería Frua se expuso en Ginebra en marzo de 1962. Llamó la atención por su belleza y su luminoso habitáculo, y lo usó el importador de la marca en Francia John Simone. Cuando lo vio el sha de Persia, decidió pedir su segundo 5000 GT, aunque ye tenía un Touring. También encargó otro el Aga Khan. En 1966, el coche de Ginebra fue comprado por un hijo del rey saudí Saud bin Abdulaziz Al Saud para su padre, en la foto, que vivía exiliado en El Cairo. Salió a subasta en 2014 y no se vendió, aunque la estimación era de 2,5 millones de dólares. El diseño del 5000 GT Frua influyó en el estilo del Quattroporte que se lanzó en 1964.

5000 GT Michelotti

5000 GT Michelotti

Este modelo único fue encargado por el millonario estadounidense Briggs Cunningham (en la foto), piloto de coches, patrón de yates y también fabricante de sus propios coches de carreras. En su colección de automóviles tuvo el primer Ferrari vendido en EE UU o un Bugatti Royale. El Maserati vestido por Michelotti presenta la carrocería más aerodinámica de todos los 5000 GT, como quedó demostrado en unas pruebas en la Universidad de Turín. Lo más llamativo son sus faros ocultos, en una época en que esta solución era muy poco frecuente. En el año 2017 fue subastado por 1.017.500 dólares.

5000 GT Allemano

Alemano

Esta carrocería es con mucho la más abundante, ya que se produjeron 22 unidades. Sus elegantes líneas las dibujó Giovanni Michelotti, que destacaba por su visibilidad trasera y el espacio para los ocupantes de las plazas posteriores (en la primera página de este reportaje se puede ver su frontal). Fue uno de los últimos trabajos de la empresa fundada en Turín por Serafino Allemano, que cerró en 1965. Entre sus propietarios más populares, el actor Stewart Granger (en la foto); el presidente de México Adolfo López Mateos; Joe Walsh, de The Eagles, o el cantante italiano Antonio Ciacci, más conocido como Little Tony.

5000 GT Monterosa

Monterosa

La empresa con sede en Moncalieri (Turín) fue fundada en 1946. A finales de los años cincuenta del siglo pasado trataron de enfocarse en coches de mayor prestigio, como el Fiat OSCA 1500 de 1960. Con el mismo objetivo trabajaron con el super-Maserati, del que no está claro si hicieron uno o dos. Sus líneas recuerdan mucho a las del Allemano, excepto por un frontal con cuatro faros redondos que guarda similitud con los Lancia de la época. Monterosa cerró en 1961, solo un año después de fabricar la carrocería de este modelo.

5000 GT Touring

Touring 5000

También conocido como “Sha de Persia”, es el 5000 GT más icónico y solo se fabricaron tres unidades. La firma Touring Superleggera ya había vestido otros supercoches italianos del pasado, como los Alfa 8C 2900. Este 5000 GT, que fue diseñado por el genial Carlo Felice Bianchi Anderloni, destaca por su gran elegancia y la limpieza de sus líneas. Los pilares traseros son especialmente finos, dando una gran sensación de ligereza. Su rasgo más extraño y bizarro es esa protuberancia ovalada en la parte superior del morro con el tridente dentro, un homenaje al frontal del monoplaza 250F.

5000 GT Pininfarina

Pininfarina GT

Es probablemente el 5000 GT menos agraciado estéticamente, pero es que a Giovanni Agnelli, el patrón de la Fiat (en la imagen), le gustaban los frontales al estilo americano. El magnate que vivió a fondo la dolce vita encargaba la mayoría de sus coches igual que sus trajes, a medida. Fue propietario del Ferrari 375 America Pininfarina Speciale de 1955 y del 400 Superamerica Coupé Speciale de 1959, ambos con esa ostentosa parrilla frontal. El diseño de este último era prácticamente idéntico al del 5000 GT Pininfarina.

Los 5000 GT que llegaron a España

5000 GT España

Según fuentes fiables, a nuestro país llegaron dos unidades. Uno con carrocería Allemano (chasis 103.058), que fue matriculado en Barcelona en 1964 (B-373212) y perteneció al ya fallecido José Bascones. Este coche salió de España en 1989 y en 2010 Artcurial lo subastó por 255.200 euros. El otro se expuso en el estand de Bertone en el salón de Turín de 1961 (el modelo de la foto). Tras ser usado como coche de desarrollo llegó a España en 1967, cuando fue matriculado en Barcelona. Antes de enviarlo desde Italia le instalaron el motor 4.2 V8 y el cambio de cinco velocidades del modelo México. Su número de chasis no comienza por 103 como el resto del los 5000 GT, sino por 104. Esto se debió a que fue concebido como prototipo y como el inicio de una nueva serie de modelos con motor V8. Este Maserati único todavía permanece en España.

5000 GT

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