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Alois Ruf, el Stradivarius de Stuttgart

Ruf Automobile es una compañía muy especial, dirigida por gente muy especial como Alois Ruf. Son conocidos por modificar los Porsche hasta convertirlos en máquinas mucho más rápidas y rabiosas que los modelos de serie. Sus clientes son sibaritas que quieren algo realmente sublime y único, y son capaces de pagar 400.000, 500.000 o 600.000 euros por conseguirlo.

En su oferta, Ruf distingue entre los coches modernos y los clásicos modernos.

Al mando de todo está el gran Alois Ruf (69), un hombre que, a pesar de su grandeza, sigue siendo una persona modesta, amable y sonriente. Para Alois Ruf y su esposa Estonia sus clientes son sus amigos, y esto es absolutamente literal. Los conocen a todos, y muchos de ellos son fieles desde hace años. “Siempre hemos disfrutado de la bonhomía de los clientes que tenemos alrededor del mundo. No son solo seguidores de una marca, sino amantes de los coches en general, y esa pasión nos une y nos inspira desde hace 50 años”. Viajar a la sede de la empresa en la localidad alemana de Pfaffenhausen y discutir con los ingenieros los detalles del coche forma parte de la experiencia de compra de un deportivo Ruf. Esto provoca también que salgan pocos Ruf al mercado de segunda mano, porque sus dueños se los suelen ofrecen en privado a gente de su mundillo.

Para Alois Ruf y su esposa Estonia sus clientes son sus amigos, y esto es absolutamente literal.

Pero, ¿qué es realmente un Ruf?, porque todos hemos visto por ahí algún 911 con su logo o sus llantas… Desde 1981 están reconocidos por el Gobierno alemán como fabricantes, y por tanto sus coches tienen sus propios números de chasis. Ellos compran a Porsche carrocerías desnudas y a partir de ahí comienzan a trabajar. Otra opción es llevarles un Porsche y que trabajen sobre él, de modo que esa unidad mantendrá su número de chasis Porsche. Y también venden piezas Ruf de motor, suspensión o frenos que se pueden montar en cualquier 911. Por eso es posible ver dos coches aparcados juntos, aparentemente iguales, y que uno lleve un número de chasis Ruf y el otro Porsche.

El CTR 3 es un modelo propio, con motor central, sin equivalente en la gama Porsche. Su 3.8 biturbo rinde 777 CV.

Historia

Alois Ruf conoce los 911 tan bien o mejor que el más veterano de los mecánicos de Zuffenhausen. Desde 1963 su padre se dedicó a mantener y restaurar Porsche, una labor que siguen realizando con mucho éxito. De hecho, el área de restauración y de venta de componentes supone aproximadamente un 35% de la facturación de la compañía. Alois dirige la empresa desde 1974, y su primera preparación fue sobre un 911 turbo de 1975. En los años ochenta su máximo exponente fue el CTR de 1987, un 911 biturbo (Porsche adoptaría esta solución de sobrealimentación más tarde, con el 993 Turbo) con 475 CV y una discreta carrocería tipo Carrera (ver apoyo al respecto). Desde entonces en la oferta de Brabus han brillado versiones potenciadas con motores turbo. “Siempre nos hemos esforzado en transformar un gran coche en otro aún mejor. Nuestra constante búsqueda de la perfección evita la mediocridad, algo que el mundo 911 no nos perdonaría”.


En la empresa trabajan 75 empleados y tienen capacidad para fabricar de 30 a 40 coches al año, todos completamente a medida de lo que pida el cliente. Les han encargado por ejemplo, pintar un coche en el color de un determinado esmalte de uñas. Con su esposa Estonia tiene dos hijos, y ella también se dedica con pasión a la compañía. Por supuesto la señora Ruf conduce un 911 de la casa, y suele bromear diciendo que su marido es como un camello que además consume su propia droga. Esa droga son los coches, claro.

Alois Ruf en el reciente Retromobile de París, junto a su mujer y a nuestro director, Emilio Olivares. A su derecha, una de sus creaciones, un CTR-2 de 1997.Este coche fue subastado por 572.000 euros.

Le preguntamos sobre si el mercado de coches superexclusivos y hechos a media está en auge. “Pienso que siempre lo han estado, pero ahora con Internet hay mucha más información y se hace más aparente”. Otra cuestión interesante es saber cuál es la relación de Ruf con Porsche AG, ya que les venden carrocerías y hay rumores de que hay cierta colaboración. Pero desde Ruf se limitan a decir que “es una relación neutra, ya que somos dos compañías diferentes”. Además Ruf está en otro mercado, realmente venden muy pocos coches al año y no compiten con los Porsche de serie. Y si algún cliente adinerado quiere un GT2 RS y también un Ruf, no dudamos de que se comprará los dos. Es evidente que la relación entre ambas compañías es cordial, y en cada salón de Ginebra es frecuente ver a Wolfang Porsche pasar por el estand de Ruf a saludar a su amigo Alois y conocer sus nuevas creaciones. De hecho, en la edición 2018 han presentado un nuevo modelo con motor atmosférico llamado SCR.

RUF SCR 2018
Aunque está muy de moda el backdating (como los fantásticos Singer), que consiste en modificar un coche de los noventa para que parezca de los setenta, Ruf nunca ha entrado en ese juego. Sus coches son avanzados y su aspecto también lo es, aunque también son relativamente discretos. Se podría decir que Alois Ruf tiene ambición tecnológica, siempre dispuesto a desarrollar soluciones revolucionarias. El año pasado presentaron en Ginebra el CTR 2017, que por su diseño exterior parece un 911, pero es 100% Ruf. Y es que la estructura es propia, de carbono, igual que la carrocería. Este coche con 710 CV cuesta 750.000 euros y, aún así Estonia Ruf nos ha confirmado que no pueden atender todos los pedidos que han recibido.

Alois-Ruf-Revista-CAR
Ruf se adelantó a la propia Porsche al instalar un motor biturbo en un 911.Solo se fabricaron 29 unidades del CTR.

Tecnología

Entre las innovaciones que Ruf ha ido introduciendo recordamos que fueron los primeros en montar un cambio de cinco velocidades para el 911 Turbo (tipo 930), y con el CTR de 1987 se adelantaron muchos años a Porsche en producir un 911 con motor biturbo. Incluso concibieron el 911 Greenster, un precioso 997 con techo tipo targa al estilo años setenta y con propulsión eléctrica. La tecnología era de Siemens. Desarrollaba 367 CV, un par de ¡950 Nm!, una aceleración de 0 a 100 km/h de 5 segundos y con una autonomía de 250 km. Respecto a aquel coche, nos comenta Estonia Ruf: “En 2008 presentamos el primer coche eléctrico basado en una carrocería de un 911, como ya sabéis con el lema: ‘Emociones sin Emisiones’, e hicimos unos veinte coches para Siemens. La producción era/es bastante costosa y pienso que, aparte de eso, estábamos un poco adelantados. Y cuando los ‘jugadores’ grandes entraron en el juego de los coches eléctricos no teníamos oportunidad de competir”.

El Turbo Florio es un “targa” con motor biturbo de 655 CV.

En su oferta, Ruf distingue entre los coches modernos y los clásicos modernos. Entre los primeros están los modelos CTR, Turbo Florio, CTR3 Clubsport, RtR o el nuevo SCR. En cuanto a los clásicos modernos, ofrecen preparaciones para 964, 993 e incluso el veterano 356. Si un cliente quiere por ejemplo un SCR 4.2 o un Ultimate (carrocería 964), debería llevar el coche (donante) para hacer la transformación, que podría incluir una nueva carrocería completa de fibra de carbono.

CTR3, RtR y Turbo Florio

Cada uno de los modelos de la gama se merecería un amplio reportaje, pero aquí resumimos sus principales características. El CTR3 con motor central es puro Ruf, ya que no deriva del 911. Se presentó en 2009 y desde el punto de vista estructural, combina parte de la plataforma del GT3 RS en la parte delantera, con un chasis propio desde el pilar A hacia atrás. El motor 3.7 biturbo deriva del que se usaba en el 996 Turbo (no del 997) y rinde 700 CV. Pesa 1.400 kilos y la relación peso-potencia es por tanto espectacular. Dicen que combina el equilibrio y la facilidad de conducción de un Cayman con la pegada del Turbo.

Alois Ruf en 1974, el año en que tomó el control de la empresa familiar.

El RtR es el más potente de la oferta. Está basado en la carrocería del 991 y su aspecto es salvaje, con esas tomas de aire circulares en el faldón delantero. El cliente puede elegir entre dos motores: el primero es el de 645 CV basado en el motor A91 que se usa en los actuales Turbo y Turbo S, disponible con cambio manual o PDK. La otra opción, el “viejo” motor Mezger potenciado hasta los 815 CV y disponible con cambio manual. En Reino Unido, donde tienen importador, cuesta 396.000 euros.

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El CTR presentado el año pasado tiene estética 911 pero la estructura de fibra de carbono es fabricada por Ruf. Con 710 CV, cuesta 750.000 euros.

Más exótico, hasta por su nombre, es el Turbo Florio, con carrocería Targa –el nombre homenajea a la Targa Florio–. Se trata de un 991 Targa con motor Rt35 biturbo de 655 CV (el 911 Targa 4S rinde 420 CV). Desde Ruf nos confirman que “en el caso del Turbo Florio compramos el coche completo, y los cambios son tan radicales tanto en la carrocería como en el motor, suspensión y la transmisión, que se convierte en un Ruf”. La idea ha sido combinar el poder del Turbo, con un toque Ruf, y la bella carrocería del Targa. Lleva las tomas de aire traseras al estilo Ruf, muy exóticas, y se puede pedir con tracción trasera o total, y con PDK o manual.

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Contra lo que podría parecer, los clientes de Ruf declaran que sus coches no son máquinas de carreras con las que es difícil convivir, sino que son fáciles de conducir, muy fiables y que se pueden usar a diario. Le preguntamos a míster Ruf qué es lo que más valoran sus clientes: “Que sienten que están comprando algo especial, algo que no van a encontrar a la vuelta de la esquina. Y no solo eso, a nuestros clientes les gusta el rendimiento y la forma en que como todo funciona, como una orquesta sinfónica”. 

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