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VW Golf Challenge Túnez. Mucho más que un raid solidario

Hace 10 años casi exactos os contábamos en CAR el desarrollo de la primera VW Golf Challenge, un viaje en el que seis VW Golf de segunda generación sin modificar se lanzaron a recorrer el Marruecos más profundo hasta llegar al Sáhara. Muchas cosas han cambiado desde entonces. La aventura sigue en marcha, pero aquellos Golf de serie han dado paso a otros bastante más preparados, y lo que por aquel entonces fue una aventura que parecía anecdótica, una década y nueve ediciones después, se ha convertido en el raid solidario no competitivo más internacional y desenfadado.

Sea por el carisma especial del VW Golf de las primeras generaciones, o por el carácter único con el que nació esta particular aventura, el caso es que la VW Golf Challenge se ha convertido en un evento único en su especie que se ha ganado una gran reputación a nivel europeo. Durante estos 10 años en los que la aventura ha visitado en siete ocasiones Marruecos, y en dos Rumanía, han asistido participantes desde Francia, Suiza, Alemania, Bélgica, Luxemburgo, Portugal, Irlanda y Noruega, entre otros. Este año no ha sido una excepción, y de nuevo la presencia de vehículos internacionales ha igualado la de los españoles.

En 2022 estaba previsto volver a Marruecos, pero debido a la Covid-19, y al cierre del estrecho prolongado por la crisis diplomática, esta opción se desvaneció. Lo fácil hubiera sido aplazar una vez más la experiencia hasta el próximo otoño. No obstante, las ganas de celebrar una edición en las fechas previstas eran demasiadas. Así que, a pesar de los contratiempos y las dificultades, la organización se llevó la aventura a otro país africano, Túnez.

Así que los 50 equipos participantes cargados de material solidario y con muchísimas ganas de vivir una experiencia inolvidable, se dieron cita en el puerto de Marsella, desde donde embarcaron en un Ferry para cruzar el Mediterráneo y llegar a tierras africanas. Por delante, un espectacular recorrido de 1.800 km
y ocho etapas a lo largo y ancho del país. Suficiente para poner a prueba la fiabilidad y el compañerismo, una combinación que te convierte en imparable. Porque, aunque la fiabilidad sea un punto fuerte de los Golf, no es suficiente para afrontar el recorrido de la VW Golf Challenge. Al menos no en solitario. Y es que sobre todo en algunos de los tramos de pista, los pasos de arena fina, lechos de río y otros pasos difíciles requerirían, sí o sí, la colaboración entre equipos. No hay que olvidar que la mayoría de Golf son tracción delantera, y la preparación mínima exigida pasa por un simple cubre-cárter, una cincha de remolcaje, un extintor y poco más. Por ello en ocasiones es inevitable quedarse medio enterrado en la arena y tan solo la colaboración entre equipos, siempre omnipresente, hace que todos consigan terminar la prueba. Siempre. Al fin y al cabo, cuando no hay competitividad ni clasificación,  el sentimiento de que todo el mundo rema en el mismo barco aflora, y la colaboración sale de forma natural.

Lo mismo ocurre cuando surgen problemas mecánicos. Falta que alguien tenga una avería para que antes de que el afectado salga del coche ya tenga a su alrededor otros participantes lanzándose a inspeccionar el posible problema ipso facto. Así es la Challenge. Compañerismo puro que año tras año se traslada de veteranos a rookies, y que se expande entre esta gran familia.

Si el compañerismo y el buen ambiente marcan el transcurso de la aventura, el tercer pilar es la solidaridad. Cada equipo trae consigo un mínimo de 15 kg de material escolar, ropa o juguetes. Aunque, a decir verdad, son muchos los equipos que en lugar de traer consigo esa cantidad “obligatoria”, vienen literalmente cargados de material solidario. En nuestro país, igual que en Francia o Suiza, son varios los colegios y entidades que colaboran con equipos de la VW Golf Challenge. En las etapas que transcurren por regiones más pobres del recorrido, los Golf se van deteniendo por colegios, asociaciones, o simplemente por los pueblos para repartir, literalmente, felicidad. Sin intermediarios, sin prisas, y con mucho amor, los encuentros entre niños locales y challengers dejan una huella imborrable. Algo que es difícil de describir si no se vive en persona.

Otro elemento inverosímil que influye en el ambiente, aunque parezca una contradicción, tiene que ver con armas: en concreto, pistolas de agua. Entre los requerimientos para participar a la aventura uno de ellos es llevar consigo unas buenas pistolas. No, no es una broma. De hecho, ya hace años que algunos participantes han empezado a desarrollar en sus Golf sistemas vinculados a la bomba del limpiaparabrisas para disparar agua desde el propio coche con un botón, a lo James Bond.

Por si todo esto fuese poco, hay otra tradición mítica en la aventura que también se ha convertido en marca de la casa. Se trata de la fiesta de disfraces. Una fiesta espectacular en el desierto en que todos los participantes –ciem en esta ocasión– acuden a la cena “de gala” y posterior fiesta con discoteca móvil con los disfraces más escandalosos y variopintos. Desde unos vikingos, spider-man, los Picapiedra, o un T-Rex se dejan ver en lo que es una gran fiesta del motor... y de la vida.

Con todos estos elementos  no es de extrañar que la experiencia pase volando. Lo bueno es que esta semana se vive durante “solo” 8 días, pero se acaba saboreando durante todo el año. Y luego vuelta a empezar.

La próxima edición de esta aventura única volverá a Marruecos en 2023, del 25 de marzo al 2 de abril. Las plazas volverán a ser limitadas, y aunque se espera un aumento de la capacidad de las mismas, todo apunta a que el cartel de completo se volverá a colgar. Así que, si queréis vivir una experiencia única en VW Golf, corred. La VW Golf Challenge os espera.

Durante años, los vehículos de organización de la VW Golf Challenge han sido Golf. Sin embargo, la expansión del evento ha traído consigo otras necesidades, y disponer de 4x4 preparados se ha convertido en una opción con bastante sentido. No están para sacar a los participantes enganchados a la primera de cambio. Para nada, para salir de la arena hay que sudar y cooperar. Sin embargo, en caso de necesidad absoluta o avería importante, ahí están los Porsche Cayenne de primera generación utilizados por la Organización, siempre dispuestos a echar un cable... Pero hay una segunda razón oculta tras la elección de estos vehículos. Los organizadores tienen otro proyecto en marcha que verá la luz muy pronto. Efectivamente, se trata de la Cayenne Challenge, otra aventura que promete ser tan excitante como la Golf. Lo seguiremos de cerca.

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