Tour Auto: la prueba reina de la carretera
Tour Auto: la prueba reina de la carretera
Hace ahora 30 años Patrick Peter se lanzó a la aventura de revivir el Tour Auto, una carrera mixta de circuitos y tramos cronometrados de montaña que reunía a los mejores coches y pilotos de Europa.
Una carrera que se ha convertido en la mejor reunión de clásicos de competición del mundo, con más de 250 inscritos que, durante cinco días y tras su salida desde París, recorre los mejores circuitos del país vecino y sus montañas hasta llegar a meta, que este año estaba en Niza.
Se trata de una prueba verdaderamente dura, que supone un esfuerzo para máquinas y pilotos. Diariamente se recorren más de medio millar de kilómetros, siempre evitando autopistas, por carreteras sinuosas de montaña donde la atención en la conducción se complementa con la belleza de los paisajes del país vecino.
Los tramos cronometrados, dos o tres cada día, son cerrados a la circulación si bien, como el recorrido es secreto hasta la salida, no se permite el uso de notas para el copiloto. Todo es improvisación.
Los circuitos recorridos, Dijon, Ledenon, Bresch o Paul Ricard en esta edición, son de primera categoría con carreras de salida lanzada y ocho vueltas de competición.
Pero sin duda lo más atractivo es la contemplación de los parques cerrados, llenos de joyas de los años cincuenta, sesenta y setenta principalmente. Al pie de la Torre Eiffel, donde se situó el parque de salida, la exposición era impresionante.
La verdad es que no se sabía que modelo elegir. Alguno de los diez Ferrari 250 SWB, de valor incalculable, o los 250 Lusso, los tres 275 GTB o los cuatro 308 GTB preparados por Michelotto… por hablar de la marca italiana.
Pero para los amantes de Jaguar, la duda estaba entre uno de los doce MK2 o qué preparación elegiríamos entre la decena de E Type, sin olvidar algunos 120 y 140. La colección de Porsche es siempre numerosa, con diferentes versiones de 911 y de los más antiguos 356, tanto cerrados como descapotables.
Y ya que estamos en Francia, las diferentes versiones de Alpine y otros coches galos raros, como BSM o Jydé se quedaban eclipsados ante la belleza y el sonido de dos impresionantes Matra MS 670 similares a los que, en su día, llevaron a la victoria Jean Pierre Beltoise con Jean Todt (si, el presidente de la FIA) como copiloto.
El Tour Auto es una carrera muy excepcional que tuvo durante 10 años su réplica en nuestro país, el Tour de España, que los corredores de clásicos aún recuerdan. Y es posible que, el año que viene, podamos disfrutar de nuevo de la carrera española. Quedamos a la espera…
