Test rápido del Aston Martin Valkyrie
Test rápido del Aston Martin Valkyrie
Test rápido del Aston Martin Valkyrie
Escrito el 25 de abril de 2023
Su desarrollo ha durado mucho más tiempo del esperado pero, por fin, hemos podido probar el hyperdeportivo inglés del que solo se van a fabricar 155 unidades. Lo más parecido a un f1 matriculable, con motor V12 de 1.155 CV, la espera ha merecido la pena.
Dentro de 20 años, más o menos, la gente recordará este coche y dirá que estábamos locos al construirlo. Quizás por eso el Valkyrie es tan increíble”. El director de diseño de Aston Martin, Miles Nurnberger, no está bromeando.
El primer hipercoche de la compañía ha tenido un coste enorme. Pero hoy, los aspectos negativos y los signos de interrogación que han rodeado a este proyecto, se quedan a un lado. Una sesión de pruebas de Fórmula 1 está a punto de comenzar en el Circuito Internacional de Baréin, pero no antes de que podamos conducir el Valkyrie. Un lugar muy apropiado para un coche de calle que tiene muchos más vínculos con la F1 que la mayoría.
Pero el evento no va según lo programado. Mientras contemplamos un grupo de mecánicos preocupados en el box del pitlane, se nos viene a la cabeza el problema que tuvo el hipercoche en el Festival de la Velocidad de Goodwood en 2021... Pero esta vez, al parecer, el problema ha sido culpa del conductor anterior a nosotros, que ha presionado el botón KERS demasiadas veces en una sola vuelta. Todo ello significa que nuestro Valkyrie, valorado en unos tres millones de euros, no volará.
Mientras esperamos nuestro momento, vemos junto a nosotros un Valkyrie AMR Pro. Aún más extremo, Aston ha construido solo 25 de estas versiones para pistas, producto de un proyecto cancelado para competir en Le Mans. Salpicado de spoilers y libre de regulaciones para conducir por carretera, el Pro parece el hermano lunático de Valkyrie.
Por suerte, el motor Cosworth de aspiración natural vuelve a la vida. Este V12 de 6.5 litros gira a 11.100 rpm y, acoplado a un sistema híbrido de origen Rimac, produce un pico de 1.155 CV. Recuerde, este es un automóvil legal para la carretera con el que puedes ir a un McAuto; incluso tiene elevación de suspensión completa.
Bajar y entrar en la cabina en forma de lágrima es como ingresar en un módulo lunar, muy apropiado para un automóvil que parece de la era espacial. De hecho, el limpiaparabrisas giratorio para la pantalla curva fue diseñado por una empresa que trabajó en el transbordador espacial. Otro apunte, el Valkyrie es el primer coche de carretera con piezas impresas en 3D en los faros; y cada llanta de magnesio pesa menos que el neumático. También nos dicen que en Gaydon usaron tanto titanio en el coche que el Ministerio de Defensa inglés llamó a las oficinas para averiguar en qué lo estaban usando.
El exterior de fibra de carbono del Valkyrie cuenta con un increíble piso abierto que se curva alrededor de la cabina. Creado por el genio de la F1, Adrian Newey, cuando Aston Martin y Red Bull aún eran compañeros, los canales que alimentan el difusor trasero son tan grandes en algunos lugares que un par de adultos podrían meterse fácilmente dentro.
La carga aerodinámica resultante, 1.100 kg a 150 km/h, está a punto de mantenerme en contacto con el asfalto de Baréin. Sujeto de forma segura en una posición reclinada con los “pies arriba”, tengo justo delante un volante estilo F1 y se me habla a través del interruptor, poniendo especial énfasis en el mencionado KERS. Hay poco más que llame la atención, además de dos pantallas para las cámaras de las puertas traseras y una pantalla central para el navegador por satélite.
Arrancar es todo un proceso, en lugar de pulsar un solo botón, pero todo se hace desde el volante. El coche sale del garaje con la energía de la batería, el V12 que tengo detrás de mi cabeza solo se dispara cuando hago clic en la leva derecha y pongo la segunda marcha.
Llevo un mono de carreras pero con los zapatos de todos los días y mi primer toque con los pies, más pesados de lo que deberían, arranca el fuego del Valkyrie como una rata recién apuñalada. Tengo un período de tres vueltas por delante.
Seguro que el equipo de F1 de Aston esperaría que Fernando Alonso y su AMR23 se acercara a la primera curva en Baréin a más de 320 km/h. Encerrado en la cabina del Valkyrie, la lectura de mi volante muestra 300 km/h. Estoy volando casi tan rápido, pero con la ventaja de tener aire acondicionado y espacio para un pasajero, aterrorizado o no, depende.
Luego, cuando cambio a una marcha inferior, se produce un gemido agudo, al estilo de la F1. Estamos en el modo Track, la más loca de las tres configuraciones del Valkyrie. Cada cambio de la caja de cambios secuencial de siete velocidades –de un solo embrague, como las de la vieja escuela– se realiza a través de las levas. Su manejo es fenomenal, sin embargo, lo que más sorprende es el puro poder de empujar tu espalda contra el asiento al salir de la primera curva. Es ridículamente rápido, pero a diferencia de los dos monoplazas de F1 que he conducido, el Valkyrie también es extraordinariamente relajado y fácil de manejar, con un gran equilibrio entre el motor y esa ayuda épica de la carga aerodinámica para mantener todo firmemente plantado.
Incluso en una curva cerrada, la Michelin Pilot Cup no están chirriando en señal de protesta. Sé que estoy viajando a velocidades muy altas, pero también tengo la sensación de que no me estoy esforzando lo suficiente. La suspensión inspirada en la F1 va montada en el hueco de la caja de cambios y es de doble trapecio con amortiguadores activos. Todavía me sorprende que no haya tocado el asfalto con el fondo, incluso con una modesta distancia al suelo de solo 68 mm. Baréin es conocido por ser exigente con los frenos a velocidades de F1. Equipado con frenos de titanio y discos cerámicos de carbono (420 mm delante, 385 mm detrás), además de un sistema de asistencia de emergencia, el Aston inspira una gran confianza...
Pero todo termina demasiado rápido. De vuelta en el pitlane, subo y salgo de la cabina como un astronauta que regresa a la Tierra. El Valkyrie no ha tenido un viaje fácil para llegar hasta aquí, pero ha merecido la pena. Este automóvil lleva el diseño automotriz al máximo y, al igual que el McLaren F1, dentro de 20 años se hablará de él en los mismos términos. El primer hipercoche de Aston Martin cumple en todos los niveles. Si alguna vez tienes la oportunidad de conducir uno, prepárate para sorprenderte.
1 minuto
Tenemos un monoplaza de F1 aparcado al lado y pasa totalmente desapercibido.
10 minutos
El cristal curvo de la cabina hace que el habitáculo parezca un módulo lunar.
15 minutos
No podemos activar el Kers porque el piloto anterior lo consumió tanto que acabó rompiendo el sistema. Eso sí, después de un rato conseguimos activar el aire acondicionado... ¿Te imaginas en un coche como este en el McAuto?
40 minutos
Este coche es sencillamente increíble. Rápido como el que más y matriculable para ir a cualquier sitio. Nos gustaría hacer la comparativa con el nuevo Aston Martin de Fórmula 1.