Richard Mille RM 65-01, cronógrafo ratrapante
Richard Mille RM 65-01, cronógrafo ratrapante
El Richard Mille RM 65-01 es una muestra más de que la relojería actual no tiene límites (aquí encontrarás más modelos de la marca). Este cronógrafo ha sido diseñado para el siglo XXI y está dotado de un volante de alta frecuencia de inercia variable (36.000 at/h).
Esta garantiza una fiabilidad sobresaliente a largo plazo y unos cálculos de los aspectos cronométricos con una precisión de hasta 1/10 de segundo. Para reafirmar su calidad de auténtica máquina de carreras, el modelo se ha provisto de una aguja ratrapante. De este modo se facilita el cálculo de varios tiempos inmediatos, algo que para Richard Mille es prioritario en un movimiento automático.
Una gran colaboración
El movimiento que le insufla vida al Richard Mille RM 65-01 se ha desarrollado en colaboración con Vaucher Manufacture Fleurier. Tiene una reserva de marcha de 60 horas y, gracias al armado automático del barrilete, el reloj conserva el par óptimo mientras se lleva puesto en la muñeca.
A ello contribuye igualmente la geometría variable del segmento de la masa oscilante del calibre. Esta permite variar la inercia del rotor para mejorar el rendimiento del armado en función del nivel de actividad del portador del reloj.
Una primicia, el cargador automático
No obstante, para este reloj Richard Mille ha desarrollado su primer mecanismo de carga rápida patentado y de diseño propio. El mecanismo se activa por medio del pulsador situado a las 8 horas, que se debe presionar 125 veces para cargar el barrilete por completo y tenerlo listo para medir la próxima hazaña de su portador.
El desarrollo de esta función sumamente práctica, entrañó una enorme dificultad debido a los altos niveles de transferencia de par que se precisan. Durante las pruebas de envejecimiento a las que fue sometido el Richard Mille RM 65-061, la función se activó miles de veces.
Un color para cada cosa
El Richard Mille RM 65-01 también se distingue por la novedosa caja de engranajes que, dispuesta en la corona, actúa de selector de funciones. Este sistema permite pasar fácilmente del armado tradicional (W) al ajuste de fecha semiinstantáneo (D) o al ajuste de la hora (H) con tan solo presionar la corona.
Para facilitar la perfecta legibilidad de la esfera, el Richard Mille RM 65-01 emplea un código de colores que permite relacionar fácilmente las funciones del reloj con los pulsadores correspondientes. El amarillo se asocia con las funciones de tiempo: horas, minutos y segundero pequeño situado a las 6 horas.
Por su parte, el verde corresponde a la indicación de fecha. El naranja identifica el segundero del cronógrafo y los totalizadores de 30 minutos y 12 horas. El color rojo corresponde al mecanismo de cuerda. Por último, y para evitar cualquier tipo de confusión, la aguja de ratrapante se presenta coloreada en azul. En este caso, resulta evidente que las decisiones de diseño responden a criterios de funcionalidad.
Disponible en carbono TPT u oro y carbono TPT, consta de más de 600 componentes que demuestran, una vez más, la inmensa pericia técnica que despliegan los equipos de Richard Mille. Claro que tanta precisión tiene un precio y en este caso ronda los 300.000 euros.
