Prueba Porsche Cayenne Turbo GT: luché contra la ley
Prueba Porsche Cayenne Turbo GT: luché contra la ley
Nos decían hace poco que Porsche es la marca de los que persiguen sus sueños, y quizá sea cierto. Pero nosotros añadiríamos que también es la marca que desafía las leyes de la física. En la célebre canción I fought the Law*, la ley ganó al cantante, pero en el caso del Cayenne Turbo GT, Porsche ha ganado a la ley. Nunca un SUV ha sido tan ágil y rápido como este.
El nuevo Cayenne Turbo GT supone la culminación de la saga Cayenne Turbo, cuyo primer representante vio la luz en 2002. Cuando salió con su motor V8 biturbo de 450 CV todo el mundo alucinó, y se convirtió en la referencia entre los SUV deportivos.
Desde entonces el Cayenne Turbo no ha abandonado esa posición de predominio, y es que las capacidades de los Cayenne Turbo siempre han estado por encima de lo que les exigen sus conductores y siempre han superado las expectativas.
Recuerdo cuando fuimos a probar el Cayenne de segunda generación (E2) en 2010, al circuito que hay junto a la fábrica de Leipzig (3,7 km, con una anchura de 12 metros).
Allí los pilotos de Porsche se hacían el circuito de lado con los Cayenne Turbo, algo que casi ningún propietario habrá hecho con su coche. Bruscos cambios de dirección, curvas con pendiente, frenadas en apoyo, el Cayenne podía con todo.
Por eso creemos que los Cayenne más potentes atesoran una especie de potencial oculto, algo que nadie aprovecha pero está ahí.
El modelo Turbo GT que nos ocupa es una evolución del Cayenne Turbo Coupé (550 CV, 173.400 euros). Su denominación GT, normalmente reservada a los deportivos más puros como el 991 GT3 o el Cayman GT4, deja muy claro que ha sido concebido para lograr la mayor eficacia sobre la pista.
A diferencia del Turbo solo se venderá con carrocería Coupé, pero sigue siendo perfectamente válido para ser usado en el día a día. Desde Porsche Ibérica nos confirman que actualmente en España más del 80% de los Cayenne que se venden tienen carrocería Coupé (disponible desde 2019).
O sea, que el personal elige “el que más mola”, aunque ello implique una reducción del maletero de 760 a 625 litros.
Diferencias de peso respecto al turbo coupé
El motor del Turbo GT rinde 90 CV y 80 Nm de par adicionales que se notan, con lo que la aceleración de 0 a 100 km/h pasa de 3,6 a 3,3 segundos.
Esta mejora no se ha logrado solo a base de darle más presión al turbo, sino que los cambios afectan a los turbos, el sistema de inyección directa, el de admisión, el intercooler, cigüeñal, bielas, pistones, cadena de distribución y amortiguadores antivibración torsional.
La caja de cambios también es más rápida y el sistema de tracción PTM ha sido modificado. También hay refrigeración por agua adicional para la caja transfer. Más obvio a primera vista es su sistema de escape deportivo, con las salidas en posición central y hecho de titanio.
Respecto al chasis, la altura al suelo se ha reducido 17 mm respecto al Turbo “normal”. La rigidez de las cámaras la suspensión neumática ha aumentado un 15%, y también se ha adaptado los amortiguadores del sistema PASM, la dirección, el eje trasero direccional y el sistema antibalanceo PDCC.
El sistema Torque Vectoring permite un rango mayor en el par que envía a cada rueda. Y en el eje delantero las ruedas son más anchas y la caída negativa se ha incrementado en 0,45 grados.
Así los neumáticos Pirelli P Zero Corsa tienen una superficie de contacto mayor. Todo está enfocado a lograr más eficacia y mayor inmediatez de reacciones.
Viajamos a probar el Porsche Cayenne Turbo GT a la isla de Gotland (Suecia), donde además de sentirnos como José Luis López Vázquez entre tanta vikinga, pudimos rodar en uno de los circuitos más largos de Europa, el Gotland Ring.
En la isla no hay autopistas, y por el arcén de las carreteras nos encontramos a tipos con una especie de esquís con ruedas que se impulsan por bastones… están entrenando esquí de fondo aunque estemos a 30 grados.
Vemos que también abundan los Volvo familiares y las caravanas. Ya se sabe que los suecos suelen ser gente educada y civilizada, aunque entre los más rebeldes hay mucha afición a los clásicos americanos.
En estas plácidas carreteras hay que circular a 80 por hora, y si pones el Cayenne en modo “Sport Plus” es como llevar a un lobo hambriento sujeto con una cadena.
Nos fijamos en el interior del Porsche que va equipado a tope, con cuero, Alcantara (también en el volante) y fibra de carbono, y con el cuentarrevoluciones central en un tono metalizado.
Esta versión solo se vende en configuración de cuatro asientos individuales y lleva de serie elementos que en otros Cayenne Coupé son opcionales, como el techo de fibra de carbono o las llantas GT de 22 pulgadas.
Los aficionados a la tecnología valorarán especialmente que estrena el nuevo sistema Porsche Communication Management (PCM 6.0).
Tras el bucólico recorrido entre prados y casas de madera llegamos al Gotland Ring, para hacer cuatro vueltas en un trazado de siete kilómetros. Lo recorreremos con un 911 Turbo delante de nosotros, en el papel de liebre.
Él va rápido, y si ve que le sigues el ritmo, va más y más deprisa. Conducir así, con un piloto que se conoce el circuito y te marca la trayectoria, permite ir más confiado y disfrutar mucho más de la experiencia.
La primera vuelta la hago con el brillante cambio Tiptronic S en posición “Auto”, y con el modo de conducción en la posición “Sport Plus”. Es muy intuitivo y casi siempre “sabe” cuándo tiene que reducir o subir marchas.
En las siguientes vueltas uso las levas y me centro en seguir la trazada del 911. Al principio llevo el pie a fondo solo en las rectas largas, comprobando cómo empuja y ruge el V8 biturbo.
Después me voy animando a acelerar cada vez más pronto, y es una pasada salir de las curvas dando gas y notar la fantástica motricidad, cómo las gomas muerden el asfalto con rabia.
Más impactante aún son las frenadas salvajes, sin piedad en un coche de 2.200 kg, y los frenos no dieron la menor señal de fatiga. Nos fijamos al detalle y vemos que los discos cerámicos son Brembo, pero las pinzas de 10 pistones las firma la japonesa Akebono.
El circuito tiene una parte nueva que discurre junto a una gravera. Es una especie de recta en bajada algo zigzagueante, bastante bacheada y con un lago a lo lejos. Hay que agarrar bien el volante y tener confianza. Si el que lleva del 911 Turbo no frena, yo tampoco.
Por un momento pienso en que él pesa menos y es más bajo, aunque también supongo que, como instructor, tendrá en cuenta los límites físicos de mi Cayenne… Pero hay que evitar distracciones en estos momentos, el contador marca 221 km/h.
Es fácil imaginar lo que tiene que trabajar la suspensión a esa velocidad, con ese peso, esas inercias y los cortos y precisos toques en la dirección. Pues el Porsche sale airoso de todos los compromisos y te permite pasarlo en grande y sin sustos.
Meter este Porsche Cayenne Turbo GT en una reunión de porschistas en circuito sería interesante, y más de uno no se lo creería al verse rebasado. A sus mandos el piloto Lars Kern ha logrado un tiempo por vuelta en Nürburgring de 7:38.9, el récord para un SUV. Cuando me dicen que es el mismo tiempo que marcó el 997 Turbo, me impresiona pero me lo creo.
Le digo al jefe del proyecto que este coche tiene mucho en común con el Lamborghini Urus, y me responde con un escueto “Sí”. Más que austeridad alemana, tengo la sensación de que no quiere ahondar en el tema. Esto no significa que el Porsche derive del Lamborghini, es que el Lamborghini tiene mucho de Porsche.
Su motor lo fabrican los alemanes y la plataforma también. Y es normal que sea así, porque sería absurdo que en el grupo Volkswagen hubiesen desarrollado dos coches diferentes para un segmento tan exclusivo.
Este modelo cuesta 226.000 euros y, como decíamos antes, apenas tiene opciones porque va equipado a tope. Son 52.600 euros más que un Cayenne Turbo Coupé. Puede parecer mucha diferencia y lo es, pero ya sabemos que quien quiere pasar de lo buenísimo a lo mejor, tiene que pagarlo.
El Porsche Cayenne Turbo GT no es para un cliente que ha hecho un esfuerzo económico al adquirir un Cayenne S. El Turbo GT es para un entusiasta con mucho dinero que ya ha tenido varios Cayenne, y guarda al menos otros 10 coches en el garaje.
Nos dicen que este año llegarán pocas unidades a España y que ya tienen ocho pedidos en firme. Los SUV no son mi debilidad, pero me siento como si Loquillo se hubiese aficionado al reguetón.
Los Porsche Cayenne más rápidos antes del Cayenne Turbo GT
