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Prueba Nissan GT-R Track Edition 2017, el eslabón perfecto

Hace unos días que os intentábamos desgranar los 2.000 km que pasamos junto al Nissan GT-R 2016 en forma de prueba en un viaje en el que conocí a la perfección a la bestia japonesa. Pero en el 6to6 Europe Tour 2017 el GT-R estuvo representado por tres unidades, de las cuales, una era más especial. El de color rojo con dos franjas blancas era un Nissan GT-R Track Edition 2017, la primera unidad que llegaba a territorio nacional y que se embarcaba en tan desafiante viaje.

¿Qué implica ser un Track Edition?

Nissan ofrece una «gama» GT-R por así decirlo, o más bien una escalera de sensaciones, en cuya base, ya muy alta, está el Nissan GT-R estándar, y en el último peldaño el GT-R NISMO. Pero como si de un eslabón perdido en esa cadena evolutiva para pasar de bestia a bestia parda se tratara, aparece nuestro protagonista, el Track Edition. Este apellido va en serio y para ello los nipones han dejado que su división NISMO (Nissan-Motorsport) pusiese a punto su chasis, ganando mayor rigidez, así como su suspensión, que en este caso es una Bilstein Damp Tronic.

Pero no solo eso, porque también tenemos elemento especiales que hacen que sea el perfecto eslabón intermedio. Nissan se ha encargado de dotarle de un frontal específico con unas cotas más anchas, las llantas forjadas de aluminio, unas Rays de 20 pulgadas de seis radios en negro que calza el NISMO con sus respectivos neumáticos semi-slicks Dunlop SP Sport Maxx GT 600 DSST CTT. Detrás llama la atención su alerón de color negro, dado que está fabricado en fibra de carbono. En el interior disponemos de una placa identificativa como Track Edition junto a la palanca de cambios, la tapicería del Black Edition, con piel en negro y rojo, así como un suelo con tapizado de mayor grosor. Además el GT-R Track Edition estrenaba este nuevo color rojo para la gama del modelo.

En opción tenemos dos elementos, empezando por la tapa del maletero en fibra de carbono, lo que ayuda a reducir dos kilos de peso del conjunto, un extra que por 1.450 euros que vale es prescindible, pues ese dinero podría emplearse en el nuevo juego de neumáticos semi-slick o en gasolina para una temporada. En cambio el otro opcional si es altamente recomendable. Se trata de unos asientos V-Spec Recaro tipo bacquet cuyo precio son 7.650 euros, hechos en fibra de carbono y de piel negra que recogen a la perfección y son tan cómodos, que mi copiloto de vuelta a España pudo echarse la siesta en ellos por la autopista.

Bendita mano de NISMO

Ahora bien, lo más interesante es la puesta a punto del conjunto, porque bajo el capó no hay nada diferente en su V6 3.8 litros biturbo de 570 CV, ni tampoco en la caja de cambios ni en su tracción total. Realmente no hace falta gracias a la prodigiosa mano de NISMO. En la división deportiva de Nissan se han encargado de, podríamos decir después de probarlo, casi de trasplantar el chasis de la versión NISMO a este GT-R Track Edition. Su paso por curva es increíblemente preciso, con una diferencia bastante notoria con respecto al GT-R normal. No es que sea malo el de este, es que el del Track es sublime.

GT-R Track Edition

No he podido probar el GT-R NISMO, pero si ir de copiloto con Lucas Ordoñez en el Jarama y ver de lo que es capaz un coche de «carreras-cliente». Ritmo vertiginoso, transiciones de apoyos rápidos y controlados, con el morro rápidamente listo para enfilar la siguiente curva o recta. Daba igual el ángulo de giro de la curva, el GT-R Track Edition se las merendaba como un niño de 6 años un bocata de Nocilla, sin pestañear. De hecho, este Godzilla rojo hizo de coche cero en parte del tramo por los Dolomitas y nadie le tosió. Ha nacido para las curvas, o casi las curvas han sido creadas para esperar la llegada de este coche porque es brutal como las encarrila. La combinación de su tracción total y su chasis by NISMO es uno de los dúos más letales desde el Michael Jordan-Scottie Pippen.

Nos quedamos con las ganas de ponernos al volante en el circuito de Imola, quizás en otra ocasión… Allí solo las expertas y delicadas manos de Marc Gené se encargaron de domar a la bestia por el trazado italiano. Durante toda la jornada dio «hot-laps» a los sixters para que vieran de lo que este GT-R era capaz en pista, su terreno idóneo. Aquí sin duda se movía como pez en el agua y todo aquel que montaba se bajaba resoplando por la brutalidad de la vuelta que acababan de experimentar. 

Ni tan tonto ni tan calvo

Al estar a caballo entre un GT-R básico y el todopoderoso NISMO, hay ciertos aspectos que le hacen ser perfecto. Lo primero es que, sin ese porte de coche de circuito como el del NISMO, ya es más llamativo pero a la vez comedido que el normal, todo gracias a su alerón de carbono y las elegantes llantas Rays negras. Por otro lado está el factor de la comodidad. El nuevo Godzilla ha mejorado y mucho ese aspecto, demostrando ser el coche perfecto para un viaje como el Europe Tour. Pero para los puristas del GT-R, que los hay, eso ha hecho que pierda algo de su magia. Pues bien para ellos está este Track Edition. Se le nota algo más rudo en autopista rodando rápido, en especial al pisar los baches del firme, y eso que sus bacquets filtran y recogen muy bien, pero ante esa suspensión Bilstein no hay mucho que negociar en términos de comodidad. Por otro lado en autopista a alta velocidad se le nota un poco más de estabilidad en el eje delantero comparado con el normal. La llegada a Milán y sus calles empedradas fue una pequeña tortura de rebotes contra la piel negra de los Recaro, pero todo se compensa cuando sales a un tramo de curvas y empiezas a trazar como el que hunde el cuchillo en la mantequilla.

Hay un último factor en el Nissan GT-R Track Edition, su precio. Al igual que en dinámica de conducción y aspecto, también está a medio camino entre ambas versiones mencionadas. El precio base del MY2016 son 108.050 euros, el NISMO 185.000 euros y este samurai rojo que nos acompañó 2.000 kms cuesta 125.850 euros, o más bien 132.000 si montamos los recomendables bacquets. 50.000 euros menos por un GT-R al que solo le faltan 30 CV, un poco de fibra de carbono y algún elemento mecánico más me parece una buena alternativa teniendo en cuenta lo bien que se mueve entre curvas y en circuito. El GT-R Track Edition es el eslabón perdido que nos alegramos de que Nissan lo haya encontrado.

Galería Nissan GT-R Track Edition 2017

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