Prueba MINI GP 2020 ¡agárrate bien fuerte!
Prueba MINI GP 2020 ¡agárrate bien fuerte!
Lo único que John Cooper Works no ha enseñado a un coche como este es a relajarse. El nuevo MINI GP 2020 en particular se entrega de fábrica cargado y listo para dejarte de forma ardiente en shock.
Cuando el conductor presiona el táser metafórico, se mueve con la anticipación de un niño desesperado por ir al baño. Este coche es un cable de corriente que necesita ser enchufado a tierra con manos que agarren bien, sujetadas por brazos con fuertes hombros, controladas por una mente decidida y sin miedo.
La cosa se pone seria
Podrías decirlo sin miedo. Equipado con llamativas extensiones en los pasos de rueda hechos con lo que parecen las virutas de fibra de carbono negro mate recicladas de los BMW i3 e i8, llantas ligeras forjadas de cuatro radios, un alerón trasero inspirado en las salidas de las turbinas de un avión supersónico, esta máquina de metal de afeitar asfalto es todo músculo y cero grasa corporal.
La cabina es igual de decidida. En primera instancia el MINI GP 2020 ofrece una posición de conducción que te hace sentir al mando instantáneamente. Disfrute de los excelentes asientos, el amplio rango de ajuste, la distancia ideal a los pedales, la espléndida visibilidad, los enormes instrumentos, la ergonomía primaria inequívoca. En contraste, el display de la consola central está ahí casi como decoración, el control rotativo entre los asientos es mejor dejarlo a su aire y no hay aire que acondicionar ni mapa que mostrar.
¿Qué pasa cuando golpeas el acelerador del MINI GP 2020?
El MINI GP comparte el tren motriz del BMW M135i y el M235i. Las mejoras especiales incluyen múltiples refuerzos , un sistema de escape y de admisión personalizados, un cárter mayor y un silencioso trasero más grande, que pasa de tenor a barítono en sincronización con las revoluciones, las marchas y el acelerador.
Deja caer tu pie sobre los 405 Nm y las ruedas delanteras empezarán a rascar inmediatamente hacia la tracción, el agarre, la estabilidad y, eventualmente, una orientación. El diferencial mecánico de serie hace lo que puede para mantener el coche de forma razonable en línea recta pero hay mucho que gestionar. La transmisión Steptronic DCT de ocho velocidades del MINI GP 2020 es un cambio rápido y eficiente. A pesar de que una caja de cambios manual sería una alternativa más emocional, en este momento Mini no tiene ninguna que sea lo suficientemente fuerte como para hacer frente al impulso vertiginoso del motor turboalimentado de 2.0 litros.
Con el acelerador besando el suelo, primera, segunda y tercera llegan y se van en segundos mientras el coche pasa de 0 a 100 km/h en solo 5,2 segundos. El impulso no disminuye mucho en la cuarta y quinta, mientras que la sexta y séptima se alargan más para darle al motor un breve respiro antes de que la marcha superior – un engranaje adecuado para la conducción, no un discípulo anti CO2 – tome el control a 6.250 rpm. Dado que la curva de par se estabiliza entre 1.750 y 4.500 rpm, las altas revoluciones son solo la esencia cuando se persigue la velocidad máxima, que es, en esta tarde de pruebas en particular, 265 km/h. Demasiado para la moderación en tiempos de cambio climático global …
Debe ser duro de conducir…
Para preparar lo que se originó como un urbanita de moda en un arma esteroidal, la estructura de la carrocería, el chasis y la línea de transmisión tuvieron que reinventarse prácticamente para el MINI GP 2020. Para empezar, ahora hay cuatro circuitos de enfriamiento separados que protegen la salud del motor, el cárter y la transmisión. Un ventilador de alto rendimiento y un sistema modular de almacenamiento y distribución de refrigerante ayudan a hacer frente a altas cargas y temperaturas críticas.
¿Por qué no equiparon el sistema ALL4 a este aperitivo picante de 306 CV? Porque el sistema ALL4 de tracción total es un concepto solo disponible en los Clubman y Countryman. Añade unos 80 kg al conjunto, y realmente se basa en engranajes de acción lenta que no hacen el trabajo de un sistema activo, lo que sería aquí más útil.
Solo hay un puñado de coches con los que se pueda transmitir la diferencia entre cara o cruz al pasar sobre una moneda. El MINI GP no solo lo hace felizmente, sino que también puede analizar la denominación exacta del año de la pieza en particular en el que se acuñó esa moneda.
Pero la comodidad de conducción no significa nada para este animal fibroso que instintivamente te golpea en cada bache, te patea cada resalto, se rompe en cada junta de expansión y cuenta los agujeros de cada alcantarilla. El único modo de conducción que conoce es el ataque total, el único límite físico que acepta está definido por el radio, la velocidad y la adhesión. A pesar de la minúscula huella y el peso, explorar los muchos talentos y vicios abrumadores del GP requiere una gran porción de habilidad y respeto.
¿Alguna vez se preguntó cómo se siente el subviraje intermitente a 250 km/h? No es tan aterrador como un movimiento de despegue de la zaga a alta velocidad, pero cuando ocurra, aún desearía una válvula de descarga para eliminar el repentino estallido de adrenalina interno. El esfuerzo de sujeción de la dirección aumenta proporcionalmente a las fuerzas laterales, y si bien el dispositivo de cremallera y piñón hace todo lo posible para trazar el rumbo con la implacabilidad de los dientes de un tiburón, el nivel de agarre y la estabilidad direccional varía con cada variación visible e invisible de la carretera.
Incluso si Dios nos hubiera hecho crecer las mandíbulas en lugar de los dedos, el diagrama de movimiento de una curva de la Autobahn de alta velocidad dirigida al volante del Mini GP todavía se parecería al registro sísmico de un terremoto menor. Si bien retroceder siempre es una opción, agregar el toque más leve de bloqueo rara vez ayuda, pero puede alterar la trayectoria a lo grande, con los chips del DSC aplaudiendo frenéticamente desde las gradas. Quien dijo que el rendimiento no es nada sin control, y el control no es nada sin cumplimiento, tenía toda la razón.
Mini GP 2020: veredicto
Si vas al libro de recetas de coches para sufrir este lo tiene todo: lucha con la dirección, confort de marcha marginal, movimiento del volante al acelerar, el hombre sucumbiendo a la máquina…
Entonces ¿por que no bajar el pistón y mirar rivales como el GR Yaris, el Megane RS Trophy o el Civic Type R? Porque, empezando por el número de puertas, no son comparables. Es imposible no disfrutar de este Mini con decoración de Voldemort. Pueden coincidir con el MINI GP contra el cronómetro y en precio, 45.900 euros y solo 100 unidades en España, pero tras el volante, solo el coche que con orgullo lleva el nombre de John Cooper es una dosis de veneno puro. Debe ser domesticado, no molestado.
Hazlo y el MINI GP da en el blanco al permitir la reencarnación de la pubertad y el infantilismo abierto, independientemente de la fecha de nacimiento, y esa es la cosa número uno que queremos en compacto deportivo.
