Prueba Mercedes-AMG CLA 35: extra de picante para el CLA

La berlina más asequible de la gama AMG, el Mercedes-AMG CLA 35, es todo un divertido compacto deportivo con traje de sedán con el que hacer de todo en modo Sport.

Sube, arranca, y es muy fácil olvidar que este es el punto de entrada para la familia AMG. Suena muy bien, se ve de maravilla y se disfruta desde el primer instante, incluso huele bien. El interior del Mercedes-AMG CLA 35 ya es excelente y añadir los asientos deportivos AMG y un volante de Alcántara lo hace aún mejor. Hay un gruñido prometedor del motor para disfrutar mientras se aprovechan las múltiples oportunidades que tenemos para ajustar las cosas del interior, desde el asiento hasta la iluminación. Sinceramente, no se siente como un nivel de acceso.

• 

• 

• 

• 

La mayor parte del tiempo los 306 CV se mandan a las ruedas delanteras, pero se puede enviar hasta el 50% al eje trasero si es necesario. Todo se gestiona a través de una caja de cambios automática de doble embrague y siete velocidades, lo suficientemente rápida cambiando con las levas manualmente, y con la que se puede convivir en mitad del tráfico.

Conclusiones del Mercedes-AMG CLA 35

En cambio la suspensión deja aflorar más de lo que nos gustaría el carácter deportivo, incluso con la amortiguación adaptativa probada. Así que la prioridad es llegar a un lugar donde se pueda poner en modo “Sport”, lo que permite aprovechar los puntos fuertes del Mercedes-AMG CLA 35. Le da mucha vida los gorgoteos y gruñidos del sistema de escape, y el cambio automático es como un rifle en su ajuste más deportivo, dejando que podamos estirar el motor los suficiente como para escucharlo bien, y permitiendo gozar de una respuesta notable del acelerador. La rápida dirección y un alto nivel de agarre es tranquilizador especialmente en una mañana helada.