Buscar

Prueba Land Rover Defender Works V8, Regresión

Se fabricarán solo 150 unidades, o más bien se modificarán. Porque estos coches no saldrán de la línea de montaje, sino que serán el fruto de desmontar modelos usados fabricados entre 2012 y 2016, y volver a construirlos con las nuevas especificaciones. Lo más destacado, el motor 5.0 V8 atmosférico –sin el compresor que se usa en otros modelos– de 405 CV y un par máximo de 515 Nm. También emplea la magnífica caja de cambios automática ZF de ocho velocidades. Así es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 5,6 segundos, y la velocidad máxima está limitada, con buen criterio, a 170 km/h.
El hecho de que esta versión haya llegado así al mercado nos parece una muestra de la inteligencia de los directivos de JLR. Y lo decimos porque en estos tiempos de corrección política, una marca de primer nivel no puede lanzar algo tan absurdo como este Defender Works V8.

Y es que aunque este ingenio nos parezca alucinante, hay que reconocer que no tiene mucho sentido. Le han acoplado nuevos frenos, nueva suspensión con nuevos muelles, amortiguadores y barras estabilizadoras, pero sigue siendo un Defender. Es decir, fantástico para el campo y un hierro para la carretera. Acelera como un cohete en medio de ruidos de todo tipo, pero cuando llegan las curvas te arrepientes… los frenos no son como los del Land Rover moderno, y la dura dirección no transmite nada. La posición de conducción es tan mala como siempre, pero todo esto no te quitará la sonrisa de la cara, porque al fin y al cabo el Defender Works es un coche adorable con un motor soberbio.

Land Rover Defender Works V8

La idea de meter un V8 a un Land Rover “de los de toda la vida” no es nueva. Ya en 1979 el 109 (Serie III) comenzó a usar el 3.5 V8 de origen Buick que llevaban los Range, pero rebajado desde los 130 a 91 CV. Esa mecánica también se montó en algunos de batalla corta. Los Land Rover “90” y “110” pasaron a llamarse “Defender 90” y “Defender 110” a partir de 1990, y dos años después se incluyó una versión 3.9 V8 de 185 CV para el mercado norteamericano. Además, en 1998 se lanzó un Defender 50º aniversario con el 4.0 V8 del Range Rover.

Land Rover Defender Works V8

Los nuevos Defender Works V8, con un interior revestido de piel Windsor y disponibles con dos distancias entre ejes, los fabrica y comercializa la división Land Rover Classic desde 170.000 euros, y dicen que ya los tienen todos vendidos.

Preparadores

Los reyes de la exclusividad solo trabajan con los modelos más prestigiosos y carismáticos del mercado, aquellos por los que los clientes están dispuestos a pagar mucho más. El Defender es uno de ellos, y también lo es el Range. Colocarle un V8 al Defender lo hacen varios especialistas, como Nene Overland o Wildcat Automotive, que acoplan bajo su capó un motor V8 de Corvette. Pero no todo es una cuestión de potencia, también hay que cuidar la estética. A continuación, algunos de nuestros modelos favoritos más allá del Defender Works.

Bell Aurens. Sobre un 109 de 1968, han montado un motor 5.0 V8 Rover de 288 CV, con los colectores a la vista.

Kahn Flying Huntsman 105 Longnose. El morro es 40 centímetros más largo  para poder albergar un motor americano 6.2 V8.

NCE. La firma de California es especialista en quitar el techo a variados modelos, incluyendo este Range de 2013.

Overfinch. Conocido sobre todo por sus lujosos Range «grandes», también trabajan con otros modelos como el Evoque.

TEAM CAR SPAIN PUBLICACIONES, S.L utiliza cookies propias y de terceros para recordar tus preferencias y optimizar la experiencia de usuario. Para obtener más información lee nuestra política de cookies.
Al pulsar en “Aceptar” aceptas el uso de las diferentes cokies que utiliza el sitio web. Puedes configurar o denegar el uso de las cookies en la configuración de la política de cookies.