Prueba Dacia Duster 2018: renovación completa de cuerpo y mente

La marca rumana ha revolucionado el mercado, y esto es un hecho. Y es que los números hablan por sí solos; no solo se ha convertido en una de las marcas más reconocidas dentro del mercado español, sino que ya cuenta con 4,8 millones de unidades vendidas en todo el mundo desde su creación en 2004, de los cuales más de 1 millón son Duster. Y es que ya hace un año desde que tuve la oportunidad de ponerme al volante de la primera generación del SUV-C, un modelo que se presentaba como una opción barata y sencilla que era fiable y cómoda, pero que arrastraba un diseño un tanto «sintético» y que necesitaba verse renovado para competir con sus rivales más inmediatos.

Pues ese día ha llegado y es que nos hemos desplazado hasta Atenas para probar el nuevo Dacia Duster 2018, el cual presenta cambios casi en la totalidad de su espectro. El SUV «low cost» se aleja de esa mecánica de coche rudimentario para abrazar una estética más acorde a los tiempos que corren, la cual sorprende por el salto cualitativo del modelo en esta nueva generación.

Diseño exterior

Su apariencia ha dado un giro bastante moderno y ahora luce mejor que nunca. Para empezar, vemos que la calandra se estira hasta los faros, los cuales se han llevado a los extremos de la parte delantera y que son los responsables de esa gran sensación de anchura percibida. En comparación con el actual Duster, crece en longitud y en anchura, situándose en los 4,34 metros de largo, 1,8 metros de ancho y 1,69 metros de alto; por tanto, ya no es solamente un efecto visual producto de un diseño más aprovechado, sino que es más musculoso que la anterior generación.

Por otro lado presenta una nueva configuración de faros, los cuales son más alargados y presentan como novedad, por primera vez en el Duster, luces diurnas LED de serie. A su vez presenta también nuevos paragolpes-delantero y trasero- con un acabado bicolor, los cuales son más robustos con mayores entradas de aire, así como un capó en forma de concha.

De perfil, el Dacia Duster 2018 presenta una cintura de carrocería más elevada, con una distancia al suelo de 210 mm que hace que su aspecto de SUV-C se enfatice. El voladizo delantero y trasero tienen una medida de 826 mm y 842 respectivamente, junto con una distancia entre ejes de 2674 mm. El parabrisas también se ha desplazado hacia delante en 100 mm, lo que aumenta la sensación de volumen interior. Vemos también unas nuevas barras de techo de aluminio. Para coronar su estética rompedora en la gama, monta unas llantas de aleación de 17 pulgadas de nuevo diseño, en un acabado bicolor.

Pasamos a la parte trasera, donde se incorpora un unos hombros más marcados junto con un grupo óptico completamente nuevo, el cual consta de cuatro cuadrados en color rojo –que nos recuerdan mucho a los del Jeep Renegade-, posicionándose más en los extremos del portón para ganar fuerza visual- como ocurre en la parte delantera-.

Diseño interior

Las mejoras exteriores hacen que el coche gane viveza y adquiera una personalidad más juvenil y enérgica, igual que ocurre dentro del habitáculo. La nueva generación del Duster presenta un lenguaje de diseño totalmente renovado, equipando un nuevo volante multifunción- prácticamente el mismo que vimos en el Dacia Sandero– de cuatro puntos junto con una instrumentación modificada.

Aunque lo que más destacable se encuentra en la consola central, donde podemos ver el nuevo sistema de ventilación de tres salidas que emula a los mandos rotatorios que se encuentran en la parte baja de la consola. Estos selectores poseen- cada uno- una pequeña pantalla digital y son primicia en la gama Dacia.

El sistema de infoentretenimiento también ha sido modificado y se ha elevado la pantalla táctil (74 mm) en una posición más cercana al conductor, así como orientarla ligeramente al mismo. Debajo de este vemos una nueva botonería al estilo piano, que aporta modernidad al interior. Para las versiones con cambio manual vemos que incorporan una nueva palanca de cambios recortada y cromada; también se oferta la transmisión automática EDC para ciertas variantes.

Los asientos han sido completamente desarrollados desde cero. Ahora el conductor cuenta con un reposabrazos y dispone de reglaje lumbar de un nuevo mecanismo de reglaje en altura de 60 mm; el cojín de los asientos es ahora 20 mm más largo, lo que mejora la sujeción y los convierten en más envolventes. También se podrá regular el volante en altura y, ahora, en profundidad (50 mm). La calidad general del interior también ha mejorado, con la incorporación de nuevas tapicerías con malla 3D rematada.

Con la nueva generación también vemos un aumento del espacio disponible para el almacenamiento. Cuenta con hasta 27.2 litros de capacidad en los distintos compartimentos repartidos en el interior del nuevo Duster; de la misma manera presenta un maletero con una capacidad de 478 litros para la variante de tracción delantera y 467 litros para la variante 4×4.

Impulso tecnológico

Varias mejoras se han realizado también en el aspecto de la seguridad y en la tecnología en general. Se incorpora un nuevo sistema de audio de 6 altavoces (el Duster anterior montaba 4) que proporciona un sonido más logrado. El ruido de la mecánica que lastraba el modelo anterior se ha erradicado- en parte- en la nueva generación gracias a un mayor aislamiento acústico interior.

Un aspecto que también se demandaba era una cámara de visión trasera para las maniobras de aparcamiento; pues bien, ahora tenemos hasta 4 cámaras disponibles (frontal, trasera y una debajo de cada uno de los retrovisores). Para mejorar el confort de la conducción también se ha recortado las suspensiones para mejorar la capacidad de absorción de las mismas, así como incorporar una nueva dirección eléctricamente asistida, junto con las luces automática.

En cuanto a los sistemas de ayuda también se presentan dos novedades: la primera es el asistente de arranque en cuesta (Hill Start Assist), el cual ayuda a reanudar la marcha cuando estamos en una pendiente pronunciada; la alerta de punto muerto, la cual nos avisa de si tenemos un coche en el ángulo muerto; se ha reforzado la estructura general del coche- sobre todo en la parte frontal-; se incorpora como novedad el airbag de cortina, por tanto ahora contará con seis; alerta de cinturón y, por último, el asistente de control de descenso (Hill Descent Control), el cual retiene el coche hasta 35 km/h aplicando pequeñas cantidades del freno de manera automática sin necesidad de pulsar ningún pedal. También cuenta con una pantalla de información 4×4, la cual muestra una brújula y la inclinación- en tiempo real- del coche.

Como detalle de calidad, Dacia ha incorporado en la gama más alta del modelo (siendo esta una nueva incorporación, la Prestige) una tarjeta como llave del coche, de la misma forma que ocurre con los modelos Renault.

Un nuevo motor más ecológico

En cuanto a este ámbito no ha sufrido prácticamente ningún cambio, más allá de la incorporación de un nuevo motor GPL de gasolina de 115 CV. Para la gama de gasolina tenemos el SCe de 115 CV (con versiones 4×2 y 4×4) y el TCe 125 CV (también disponible para ambas versiones).

En cuanto a las motorizaciones diésel, tenemos el DCi de 90 CV para la versión 4×2 y el DCi  de 110 CV para las versiones 4X2 y 4X4, equipados ambos con una caja manual de seis velocidades. Por otro lado, el DCi de 110 CV ofrece la posibilidad de implementar la transmisión automática de doble embrague EDC.

Sensaciones

Es indudable que el diseño ha mejorado de manera notable, tanto dentro como fuera del nuevo Duster. Las calidades generales se notan más trabajadas y dan la impresión de que Dacia quiere salir de ese estigma de “marca barata con coches simples”- aunque siempre manteniendo unos precios reducidos- para abrazar una nueva corriente que presenta innovaciones tecnológicas que no tienen nada que envidiar a la de los modelos de la competencia.

A simple vista ya se percibe que es un modelo con más personalidad, más robusto. La parte que más ha definido su nueva personalidad ha sido el frontal, el cual aprovecha todo el ancho del mismo para situar, esta vez, los faros en los extremos del mismo- un gran acierto los nuevos faros diurnos LED-; la trasera más estilizada y moderna. Los tiradores de puertas siguen siendo los mismos que la generación anterior del Duster; echo de menos unos tiradores más modernos que logren poner la guinda final a un diseño muy conseguido. Del exterior no tengo mucho más que decir más que Dacia ha logrado darle es “chispa” a un modelo que ya encantó al mercado y que, con la segunda generación, atraerá más miradas.

Dentro se nota una calidad que casi se aleja de lo que estamos acostumbrados en Dacia; ahora vemos unas tapicerías más cuidadas con una configuración mejorada que aumenta la calidad percibida en un interior de una manera importante. El volante presenta un tacto más agradable y tiene una forma más ergonómica; la dirección es bastante blanda pero facilita su uso en ciudad en terreno off-road.

Y hablando de esto último hay que destacar que el nuevo Dacia Duster 2018 es un auténtico tanque a la hora de aventurarnos a hacer una excursión fuera de la carretera. Sus fortalezas se hacen patentes sobre este tipo de terrenos, donde vemos que la suspensión lee a la perfección el terreno y amortigua cada una de las imperfecciones de manera sobresaliente; ciertos baches en los que pensé “uff, va a doler” el nuevo Duster los pasaba como si nada. A velocidades “moderadas” (50-90 km/h) es perfecta; por encima de esas velocidades el balance de carrocería ya es perceptible.

Uno de los aspectos que hacen que disfrutes de la conducción del nuevo modelo es la transmisión manual de seis velocidades. Su corta palanca cromada proporciona un agarre óptimo, así como unos recorridos cortos, marcados y fluidos; sin duda uno de los atributos de la variante 2018 que más me han gustado. Por otro lado, la caja automática EDC no se presenta tan viva como se esperaba, para conducción normal ejecuta los cambios de una forma correcta, pero si pasamos a modo manual es algo lenta.

En cuanto a su “corazón”, el más reactivo era el motor de gasolina turboalimentado, el cual tenía el par máximo casi por encima del ralentí, lo que posibilitaba una conducción estilo “diésel”, subiendo de marcha antes casi de las 2.000 vueltas. El diésel es algo más perezoso, pero también es más eficiente, arrojando consumos por debajo de los 5 litros con relativa facilidad.

El confort de marcha es sensacional para la calidad/precio que conforman la segunda generación del Duster, el cual se ve un coche más maduro y más racional que ya no solo se apuesta por él por su precio, sino porque también ofrece unas calidades que no se quedan atrás en el mercado. A rasgos generales, el nuevo modelo ha envejecido como el buen vino, y ahora no muestra esa apariencia de “patito” feo que tenía antaño.

Un producto redondo para aquellos que quieran adquirir un SUV por un precio sin rival. En este aspecto, todavía no conocemos la cuantía exacta para la nueva generación; a pesar de ello, la marca nos ha comunicado que la versión de acceso (Access) partiría por algo menos de 11.000 euros. A los ya conocidos acabados (Access, Essential y Comfort) se añade uno que cumple las demandas del mercado, el Prestige.