Acudimos a uno de los eventos más exclusivos del mundo, el concurso de Pebble Beach

Cada mes de agosto, este Concurso de Elegancia supone el momento cumbre entre los numerosos eventos automovilísticos que acoge la Península de Monterey. En este paradisiaco enclave californiano se reúne lo mejor de los mejor, y estuvimos allí para contarlo.

La llamada Car Week es un fenómeno único, gracias a la mayor concentración de eventos automovilísticos del mundo. Cuando se reúnen muchos locos por los coches y muchas marcas y especialistas con ganas de vender sus productos, pueden ocurrir cosas tan interesantes como el Concurso de Elegancia de Pebble Beach, The Quail Lodge, el Concorso Italiano, la Rolex Monterey Motorsport Reunion (carreras en Laguna Seca) o las subastas de clásicos donde ciertos modelos pueden llegar a superar los 20 millones de dólares.  Nuestro principal objetivo era asistir al Pebble Beach Concours d’Elegance, un evento con tanta solera que este año se ha celebrado la septuagésima primera edición (el domingo 21 de agosto). Aquí no hay coches mediocres ni pretende ser un evento para todo el mundo, teniendo en cuenta además que la entrada básica cuesta 525 dólares, aunque para los niños hasta 12 años es gratis.  

En efecto, en el campo de golf de Monterey (190 km al sur de San Francisco) donde se celebra el concurso, el dinero casi se huele, como la hierba recién cortada, los perfumes caros o el delicioso humo de los Bugatti clásicos. No obstante hay que destacar también que cada año se recauda mucho dinero para actividades benéficas, gracias a la generosidad de los asistentes (2,67 millones este año). Ejemplo de la buena disposición de los asistentes fue la subasta con fines benéficos del primer ejemplar del libro “The EB110 & The Last Bugatti Racing Cars”. Es una obra de 440 páginas por la que el suizo Frtiz Burkard (dueño de la Pearl Collection) pagó 46.000 dólares.

Cada año la organización elige unos temas principales sobre los que girará el concurso de elegancia. En esta edición destacó Lincoln y el centenario de las 24 Horas de Le Mans, con el que ha colaborado el Automobile Club de L’Ouest. Así, el domingo por la mañana brillaban frente al Pacífico nada menos que 27 participantes en las 24 Horas, desde el Bentley Speed Six ganador en 1929 al Bugatti Type 57G “Tank”, pasando por varios Ferrari como el 250 LM o el 196 SP Fantuzzi, el Ford GT40 y hasta modelos de Grupo C como el Porsche 956 o el Mercedes Sauber C9.

Entre los modelos históricos que también fueron homenajeados destacan el Alfa 8C 2300, el Fiat 8V, el Talbot-Lago T26, o McFarlan.  Además, el jueves 18 los aficionados pudieron ver a muchos de los coches participantes en movimiento en el Tour d’Elegance patrocinado por Rolex. Durante el paseo la comitiva se detuvo en puntos como la Ocean Avenue en la localidad de Carmel, donde el público pudo admirar estas joyas. Como recordó la presidenta de Concours, Sandra Button: “Los coleccionistas a menudo pasan años restaurando y preparando un coche para competir aquí, y los coches en sí mismos son icónicos: merecen ser vistos y celebrados en todo el mundo”.

Este año, 220 automóviles de 19 países y 33 estados norteamericanos participaron en el Pebble Beach Concours d’Elegance, y el coche elegido como Best of Show fue el Duesenberg J Figoni Sports Torpedo de 1932 de Lee R. Anderson Sr. “Este raro Duesenberg une el poderío estadounidense con el estilo europeo”, dijo la presidenta. De hecho es un modelo único, solo un Duesemberg lleva esta carrocería francesa.
El último automóvil estadounidense que ganó el Best of Show fue un Packard Twelve de 1934, en 2013 (este año uno de esos majestuosos V12 se pudo admirar en AutoBello Marbella). Duesenberg ha sido durante mucho tiempo la marca estadounidense con más victorias en Pebble Beach, con seis, y esta eleva su total a siete.

Para ser elegible para ganar el título de Best of Show, un automóvil primero debe ganar su clase. Luego, un grupo de jueces emitirá su voto para Best of Show de los ganadores de la clase. Además de los premios Best of Show y de clase, se otorgan cuatro premios Most Elegant, considerados los segundos en prestigio después de los ganadores de Best of Show. La competición de este año por el título más deseado contó con muchos competidores de alto nivel, incluido el Talbot-Lago T150C-SS Figoni & Falaschi Teardrop Coupé de 1937 de Fritz Burkard, el Duesenberg J Graber Cabriolet de 1930 de Sam y Emily Mann, y el Talbot-Lago T26 Grand Sport de 1951 de Merle y Peter Mullin. Como sucede en el Concorso de Villa d’Este (Italia) muchos de los participantes son fijos cada año, aunque vienen como nuevos coches en cada edición. También pudimos ver por allí a pilotos míticos como Jackie Ickx, David Coulthard, Tom Kristensen o el jefe de McLaren Racing Zak Brown, que días antes había estado rodando en Laguna Seca (Monterey Historics) con un Jaguar Grupo C de su propiedad. 

Fue espectacular igualmente la Ferrari Parade que se celebró el sábado 20, el homenaje a Ferrari en su 75 aniversario. Allí se reunió lo mejor de lo mejor, incluyendo varios 250 GTO y modelos ganadores de Le Mans. Otra parte muy interesante del evento es The Concept Lawn, donde se integran los más recientes prototipos y superdeportivos. Este año se expusieron la espectacular berlina Audi grandsphere Concept, el Acura Precision EV Concept, el Czinger 21C, el Bentley Mulliner Batur, Maserati MC20 Cielo, el Genesis X Speedium Coupé Concept o el DeLorean Alpha5. 

En cuanto a las subastas, Gooding & Company es la casa de subastas oficial del Concours, y alcanzó más de 105 millones de dólares en ventas. Varios modelos estrella establecieron nuevos récords mundiales, incluido el Ferrari F40 de 1990, que se vendió por 3.965.000 $, y el Bugatti EB110 Super Sport de 1994, que logró 3.167.500 $. La mejor venta del fin de semana fue un increíblemente elegante Bugatti Type 57SC Atalante de 1937, que alcanzó un precio de venta final de 10.345.000 $. Y atención a la edición 2023 porque se rendirá homenaje a Pegaso, entre otras grandes marcas.