Opinión: A la caza del diésel

Dicen que la única forma de mantenerse joven es tener más proyectos que recuerdos, y eso es lo que se plantea el sector del automóvil. Renovarse o morir. O somos nosotros los que cambiamos la forma de hacer y vender coches, escuchábamos estos días en el Salón Internacional de París, o llegará Google, Amazon o IKEA y nos comerán el terreno, estamos seguros. Hace un tiempo tuvimos la ocasión de acudir a una entrevista realizada a Elon Musk, junto al equipo de CAR, y la verdad es que el tipo nos sorprendió bastante y gratamente. Una especie de pájaro loco que decía cosas muy razonables, pero que apostillaba con frases verdaderamente extrañas. En un momento vino a decir o quisimos entender, que seguramente acabaría arruinándose, pero que habría dado un golpe en la mesa en un sector estancado, donde los coches eléctricos se crearon hace treinta años y nadie fue capaz o incapaz de dotarlos de autonomía suficiente. Y es cierto, puede ser que Porsche, Jaguar, Audi, Mercedes o BMW e incluso Lexus le estén comiendo el terreno a Tesla en muy poco tiempo. Pobre señor Musk, que ha tenido que dimitir por criticar a la SEC (algo así como el Mercado de Valores de Estados Unidos) al llamarlo “Comisión de enriquecimiento de vendedores en corto”… Lo que le supone a Tesla una multa de 40 millones de dólares. En fin, que hay veces que cuando uno habla sube el pan… 

Hoy vemos que la presión de los nuevos ecologistas metidos a políticos, antes comunistas y mañana no sabremos qué, es la que provoca que por desgracia se mueva el tablero de ajedrez más complejo del planeta, el del automóvil. Yo sí les apoyo en sacar los coches del centro de las ciudades, pero con criterio, y eso no tienen. Ayuntamientos, comunidades desinformadas, todos saben más que nosotros de movilidad, de contaminación, hasta de amor libre… Qué maravilla, el caso es cargarse el automóvil a cualquier precio, olvidando que uno de cada diez españoles vivimos del sector; escuchen, en esa estadística también esta su hermano, su padre o la novia que ya no tiene. Nada, el caso es machacar a un sector muy frágil, que nunca se asocia, un poco como el de los autónomos. Al cierre de estas líneas y en la presentación nacional del Hyundai Kona, su CEO, el honorable don Polo Satrústegui, hablaba de la caza de brujas que se está haciendo al diésel, cuando el problema es que España tiene un parque móvil de 400.000 coches con más de diez años de antigüedad, tanto de gasoil como de gasolina. Y ese es el verdadero dilema, habiendo dejado parados los planes PIVE, esos casi medio millón de vehículos viejos y contaminantes que son los que machacan el planeta junto al exceso de vacas… (ya les hablaremos de esto). Los nuevos diésel son más respetuosos que los gasolina, pero la moda hoy es cargárselos a cualquier precio. Y nadie se plantea hoy si habrá papeleras para los coches eléctricos o nos acompañarán toda la vida…