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McLaren 600LT, Porsche 911 GT3 RS y Lamborghini Huracán Performante, Más picante por favor

Tracción total en el lambo frente a la tracción trasera de Porsche y McLaren. Motor biturbo del inglés para enfrentarse al V10 del Huracán y al seis cilindros bóxer del alemán, ambos atmosféricos. Pocas veces podemos comparar tres superdeportivos con conceptos técnicos tan diferentes. Y no se trata simplemente de ser muy rápidos, todos los supercoches lo son. Estamos frente a versiones a medio camino entre el circuito y la carretera, motivo de orgullo para sus propietarios en cualquier reunión de fanáticos del motor.

Huracán

El último que ha llegado al mercado es el McLaren 600LT, que es el modelo más caro y rápido de su gama básica, los Sport Series, en la que también están el 540C, el 570S y el 570GT. Y su nombre hace referencia a su potencia máxima, como en el resto de su hermanos de gama. Las siglas LT tienen su origen en la versión Long Tail (cola larga) del McLaren F1 desarrolladas para Le Mans. El 600LT es más largo que el 570S, aunque este aumento se deba al alerón trasero y al splitter delantero. Las siglas LT se usaron también en el 675LT de 2015, la versión más extrema del 650S.

En su configuración más ligera, con todas las opciones que reducen peso, el 600LT se queda en 1.356 kg, 100 menos que el 570S. También ofrece 100 kg más en apoyo aerodinámico, y la parte central del alerón trasero lleva un tratamiento especial para protegerse de las llamaradas que salen por los escapes. Y es que estos están colocados sobre el motor central, no en la parte trasera. Hay otros supercoches que también sueltan alguna que otra llamarada, pero hasta ahora no las habíamos visto por el espejo retrovisor.

Con un precio en España (McLaren Barcelona) de 265.000 euros, cuesta prácticamente lo mismo que el Lamborghini y 40.000 euros más que el Porsche. Si en McLaren ponen la etiqueta LT a sus modelos más extremos, en Lamborghini usan las siglas SV para el V12 Aventador y Performante para el V10 Huracán. En todo caso la receta es la misma: menos peso, más potencia (640 CV de su 5.2 V10 atmosférico) y prestaciones lo suficientemente altas como para colocar su nombre en lo más alto de la lista de vueltas rápidas a Nürburgring Nordschleife. Esto ocurrió cuando salió en 2017, cuando el Huracán Performante arrebató la primera plaza entre los coches de calle al Porsche 918 Spyder, con un tiempo de 6:52. Después le superó el 911 GT2 RS y ahora Lamborghini ha recuperado el trono con el Aventador SVJ. En el mismo trazado, el actual GT3 RS ha marcado este año un tiempo de 6:56 con el piloto Kevin Estre al volante, apenas cuatro segundos de diferencia.

El que lo hizo tiene las pelotas de titanio, pero se vio ayudado además por un chasis muy similar al que emplea el GT2 RS. Nuestro GT3 RS incorpora suspensión PSM regulable, soportes dinámicos del motor y el eje trasero direccional, un sistema que tiene un efecto fantástico en cuanto a la agilidad.

También incorporan el Porsche Torque Vectoring (PTV), que trabaja con el diferencial autoblocante trasero. Pero lo distinguirás sobre todo por las tomas de aire tipo NACA sobre el capó delantero y un alerón donde puede montar un picnic. Solo está disponible con cambio PDK de 7 velocidades, aunque el GT3 a secas sí puede pedirse manual. Su motor tiene menos cilindros que el resto pero más cilindrada que el McLaren, y es atmosférico. Por eso el 911 rinde 520 CV, menos que sus rivales, pero lo compensa con su sonido y la inmediatez de respuesta al acelerador.

Más allá de los apéndices aerodinámicos se identifica como un 911, lo que para algunos le puede parecer poco especial frente a rivales tan exóticos como los que le hemos buscado. Pero hay gustos para todo. Mientras estamos haciendo fotos se detiene a curiosear un motorista en un BMW S1000 RR y me dice: ¿Mejor el Porsche, no? los otros son coches de futbolista”.

El Lamborghini es el más espectacular y su aspecto es exactamente en que debe tener un supercar, un biplaza de póster. Te sientas en su interior y te sorprende lo tumbado que está el parabrisas, y lo lejos que queda el final del salpicadero. También hay un volante con la base plana, mucho tejido Alcántara, una pantalla TFT configurable y formas hexagonales por todas partes. Es una especie de fantástica colmena espacial. Como es lógico imaginar no hay mucho espacio entre tu cabeza y el techo, y es que además los asientos van un poco altos. Para completar el show solo le faltan las puertas de apertura de tijera, una virguería que en Lamborghini reservan para el Aventador.

Huracán Performante

600LT, el más ligero

McLaren en cambio no reserva las puertas de apertura vertical para sus clientes más ricos, sino que las montan todos sus modelos. También lleva la estructura central de fibra de carbono, frente a la mixta de aluminio y carbono del Lambo y la mixta de acero y aluminio del Porsche. Contamos con los asientos opcionales de carbono iguales que los que lleva el Senna, pero no le han montado ni aire acondicionado ni radio. La posición de conducción y la visibilidad es magnífica teniendo en cuenta la altura del coche. El interior del biplaza inglés es el más austero, si bien los acabados de los asientos y las puertas en rojo le dan un toque muy llamativo en combinación con el color gris exterior.

Eso sí, no busques la guantera porque no lleva. Esta austeridad se agradece cuando lo conduces, porque su comportamiento es alucinante. Pesa 124 kg menos que el Lambo y 74 menos que el Porsche. Es el más ligero y se siente como tal. Lo mueves como si fuera un Lotus Elise, con una conexión entre las manos del piloto y las ruedas delanteras que quizá es lo más sobresaliente del 600LT. Y esto, la brillante dirección, es para muchos el factor clave para disfrutar de un deportivo. No es solo que es aún más rápida que la del 570S, es la información que te proporciona. No hasta el punto de que parece olfatear los surcos, como en el Senna, pero cuando lo conduces deprisa debes permanecer atento.

La suspensión es convencional, no neumática como en su hermano mayor el 720S, y con los tres modos que ofrece se puede convivir cómodamente con él.

Máquinas alucinantes

Al volante del Huracán la visibilidad es algo peor y la dirección, siendo ultrarrápida, no transmite tanto como en el McLaren. Pero sigue siendo una máquina alucinante, con un agarre increíble en el eje delantero, tan preciso y rápido como tu cerebro sea capaz de darle órdenes. Lleva aerodinámica activa y además sus cuatro Pirelli P Zero sobre llantas de 20 pulgadas muerden el asfalto y están alerta. Sale de las curvas como un misil y se siente muy seguro, especialmente si llueve.

Con los modos de conducción también puedes modificar su carácter, desde Strada a Sport, donde envía más par al eje trasero, o Corsa, recomendado para circuito. Más importancia tiene el eje trasero en el 911, con su sensacional motricidad y su dirección en el eje posterior, sistema este último que no llevan sus rivales –sí lo incorpora el reciente Aventador S–. Permite aparcar y maniobrar con más facilidad pero sobre todo se disfruta en marcha, logrando el efecto de reducción virtual de la batalla. El 911 apoya poco peso sobre el eje delantero y si eres demasiado ambicioso puedes sentir un ligerísimo subviraje, pero en cualquier zona rápida es definitivo.

Si lo comparamos con el anterior 991 GT3 RS (este es el 991/2) las diferencias son muy grandes. Han duplicado el ratio de dureza de los muelles, de 45 en la generación anterior a 100, más del doble. Y en el trasero de 120 a 160. También han cambiado amortiguadores, silent blocks y todas las rótulas son metálicas en ambos ejes. Respecto a la dirección, un punto fuerte habitual de este modelo, es magnífica y está cerca de la del McLaren. Lo mejor llega cuando tienes ocasión de subirlo de vueltas.  Entre 8.000 y 9.000 rpm su motor 4.0 emite uno de los mejores sonidos del planeta, y el sensacional cambio de doble embrague te permite exprimir una mecánica con una cifra de par (470 Nm a 6.000 rpm) inferior a la del McLaren (620 Nm a 5.500 rpm) y el Huracán (600 Nm).

Otro motorazo es el del Huracán, más grande, potente y también atmosférico, una raza desgraciadamente en extinción, lo que le permite acelerar más rápido que el 911. Su mecánica suena cruda y rabiosa desde el mismo momento que lo arrancas, y a altas revoluciones mejor incluso que la del Porsche. Se siente una emoción difícil de explicar en el interior del Huracán, algo épico.

Huracán

El McLaren es muy rápido, con mucho carácter y recupera como ninguno. No obstante el poder que le da la sobrealimentación también hace que la respuesta de su mecánica sea menos inmediata y que no suene como sus rivales. Y estamos hablando siempre de matices, porque cualquiera de estos modelos es capaz de satisfacer los deseos más extremos del conductor más quemado. El 911 es el más barato y el menos potente, pero su pureza y todo lo que transmite no desmerece en absoluto frente a sus rivales con motor central. Es mucho más que un 911 cualquiera. 

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