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Muere John Surtees, el único piloto que ha ganado el mundial de F1 y de motociclismo

Si Marc Márquez se pasara a la Fórmula 1 y consiguiera llevarse el mundial, no haría sino repetir la increíble gesta lograda por John Surtees en 1964, el único piloto que ha ganado el mundial de F1 y de motociclismo. Recordamos su inigualable trayectoria y su excepcional calidad humana.

Ayer falleció John Surtees a los 83 años en el hospital St George´s de Londres. Recordamos cuando, en septiembre de 2010, el pit lane del circuito de Goodwood se llenó de motos, automóviles y monoplazas de diferentes épocas. ¿Qué tenían en común un BMW 507, una Norton Manx, una MV Augusta o un Ferrari 158 de F1? La razón para ver a estas máquinas rodando juntas fue el homenaje ofrecido por el festival Goodwood Revival a John Surtees (Surrey, 1934).

La experiencia nos demuestra que los buenos conductores de motocicleta son buenos conductores de coche. Ejemplo superlativos de ellos son el mítico Tazio Nuvolari o más recientemente Schumacher y Loeb. Sus residencias suizas estaban cerca y, antes del accidente del alemán, quedaban con frecuencia para montar en moto. Surtees llevaba su grandeza con humildad, siempre estaba sonriente y siempre tenía tiempo para saludar y fotografiarse con sus admiradores. Todo el mundo le admiraba y le quería, conscientes además de que un tipo que ha ganado cuatro años el Tourist Trophy en la isla de Man está vivo de milagro.

De pequeño John Surtees leía las revistas de motos de su padre, que tenía una tienda de motocicletas y competía en sidecars. Con sólo doce años asistió a su primera carrera. “Fue en Cadwell Park, en 1946. No recuerdo sólo la carrera, sino también el ambiente. Mi padre tenía un Ford V8, mi madre se sentó delante y detrás mi hermano, mi hermana y yo, y el sidecar Norton en el remolque. Mi padre corrió con su “pasajero” Frank Lillie, que había servido como artillero de cola en la RAF, ¡así que era perfecto para la misión¡. Terminaron segundos tras Eric Oliver. Me enamoré de todo lo que ví”. En 1948 corrió su primera prueba como acompañante de su progenitor en el sidecar y ganaron, pero fueron descalificados; a sus 14 años John era demasiado joven.

En 1950 Surtees comenzó a trabajar como aprendiz en la factoría del fabricante de motos Vincent, y a finales de ese año ganó su primera carrera en una Vincent de 500 cc.. Tenía 16 años y corrió en un parque galés, en una pista rodeada de árboles. Simplemente no había otras instalaciones donde hacerlo. Muchos aficionados recordarán las carreras por el paseo de coches del madrileño Parque del Retiro, donde Surtees también rodó. Allí debutaron chavales que años después se convertirían en ases del motociclismo español, como Ángel Nieto y Santiago Herrero. El segundo vió truncada su prometedora carrera cuando marchaba líder del mundial de 250 cc. con Ossa. Se mató en junio de 1970 mientras disputaba su amada Tourist Trophy en la Isla de Man. En dos semanas de entrenamientos y carreras, otros cinco valientes perdieron la vida.

John Surtess junto al último campeón del mundo de F1 con Ferrari, Kimi Raikkonen.

En este peligroso universo Surtees ganó siete mundiales con MV Augusta, el primero en 1956 en la categoría de 500 cc. En 1958, 1959 y 1960 venció tanto en la categoría de 350 como en la de 500 cc., demostrando un dominio aplastante. Lo recuerda así: “Hasta la cena del Deportista del Año en Londres a finales de 1958 no había pensado en correr en coches. Compartí mesa con Mike Hawthorn (campeón mundial de F1 de aquel año), que me animó a probar”. Disputó su primera carrera de sobre cuatro ruedas en 1960 al volante de Cooper de Formula Junior, y terminó segundo. Luego se compró un Cooper-Climax de F2 y corrió en Oulton Park con él. “Papá era el mecánico jefe, y yo era el segundo mecánico y el primer piloto”.

Surtess junto a Damon Hill (sentado en el Lotus). A la izquierda Derek Bell, y a la derecha Paul Hollywood.

Acabó segundo y Colin Chapman (fundador de Lotus) le invitó a probar un Lotus 18 y después a unirse al equipo, tan pronto como le permitieran sus compromisos con MV Augusta. Se estrenó en F1 en el GP de Mónaco de 1960 con abandono, y en la siguiente carrera que participó, en Inglaterra, volvió a quedar segundo. Imagínense a Marc Márquez ganando carreras con su Honda, y al siguiente fin de semana luchando por la victoria en un F1… Chapman le ofreció quedarse en Lotus, pero como eso suponía perjudicar el puesto de Innes Ireland, no aceptó. Con los años concluyó que fue un error: “En toda mi carrera no volví a tener un coche tan competitivo como el Lotus”.

A final de año Ferrari también le propuso unirse a la Scuderia, pero él declinó la oferta: “Por mi experiencia en MV Augusta sabía que para entrar en un equipo italiano debía hacerlo desde una posición de poder”. Surtees compitió en 1961 con Cooper Climax, sin pisar el podio en una temporada dominada por Ferrari. La temporada 62 con Lola Climax fue algo mejor, sin victorias pero con un cuarto puesto final. Entonces Ferrari volvió a llamarle, y esta vez aceptó.

Lo que menos le gustaba a Surtees de Ferrari es que, hasta que llegaba Le Mans en junio, estaban más centrados en los coches de Sport que en los monoplazas. Ganó su primera prueba de sport (12 Horas de Sebring) y desde el primer momento surgieron roces con el jefe del equipo Eugenio Dragoni, que irían a más. Ese año el dominio de Jim Clark (siete victorias) con Lotus fue total, aunque Surtees consiguió tres vueltas rápidas y la victoria en Nurburgring, por delante de Clark. El año siguiente fue el de la gloria, con victorias en Alemania y Monza y triunfo final en el campeonato mundial de 1964 por un solo punto sobre Graham Hill.

La siguiente temporada los coches italianos perdieron competitividad, aunque Surtees pudo brillar en pruebas de Sport. También obtuvo permiso para crear su propia escudería y correr con un Lola T70. Al volante de ese coche cuando sufrió el peor accidente de su vida. Mientras rodaba muy deprisa en el circuito de Mosport, (Canadá) falló la suspensión y se estrelló contra una barrera. Se rompió la pelvis y se dañó también la pierna izquierda, la espalda y los riñones. Así acabó su temporada.

A los seis meses ya estaba conduciendo de nuevo y ganó tras su regreso, en los 1.000 km. de Monza. Corrió los dos primeros Grandes Premios de 1966 con los italianos pero dejó el equipo tras otra seria trifulca en Le Mans con Dragoni. Éste favorecía descaradamente a los pilotos italianos y mentía a Ferrari sobre lo sucedido en cada carrera. Con la perspectiva que dan los años Surtees reconoce: “Marcharme fue negativo tanto para Ferrari como para mi. Creo que perdimos uno o dos mundiales por aquello”. Años después Enzo Ferrari le dijo: “John, acordémonos de lo bueno, no de lo malo”.

Surtees al volante del Honda RA 300 de F1.

En sus memorias el Commendatore alababa a Surtees: “Tenía todas las habilidades que se podían esperar de un campeón de motociclismo: experiencia en competición, conocimientos mecánicos, responsabilidad. Se sentía cómodo con la velocidad, era muy competitivo y muy trabajador. Estudiaba cada carrera y se preparaba a si mismo con meticulosidad y máxima atención por los detalles”. Tras su salida de Ferrari comenzó a correr con Cooper-Maserati, ganando el último Gran Premio de la temporada y terminando segundo en el mundial.

En 1967 pasó a Honda, donde llegó a un acuerdo para desarrollar el bólido en sus propias instalaciones. En el Gran Premio de Italia John saboreó una victoria en la F1 por última vez. En 1968 creían tener un coche ganador, pero fue lastrado por “pequeñas estupideces”. Lo peor fue la muerte de Jo Schlesser en el Gran Premio de Francia, tras lo cual los japoneses se retiraron.

La temporada 1969 la hizo dentro el equipo BRM con escasos resultados, y en 1970 y 1971 condujo sus propios monoplazas. En 1972 dejó de correr. “Todo lo que he hecho lo he hecho de corazón. Amaba desarrollar y pilotar motos, y luego coches. Pero por encima de todo me gustaba competir”.

Monoplaza surtees TS14 de F1.

El Team Surtees siguió activo hasta 1979 y los problemas de salud derivados de su accidente comenzaron a pasarle factura. Debido a ello tuvo que pasar tres meses en el hospital en 1978, donde al menos conoció a su futura esposa. Otro regalo inesperado le llegó de Italia: la MV Augusta con la que ganó el Tourist Trophy en 1956. El conde Augusta le dijo que se la iba a regalar… en 1960.

En los últimos tiempos tenía un negocio de naves industriales, un sector en el que comenzó porque “cuando cerré mi equipo de carreras lo único que me quedaba era la nueva factoría”. También restauraba motos y coches, y ayudaba a jóvenes talentos que despuntan en el mundo de las carreras. Surtees consideraba que “si me hubiera concentrado en sentarme en el mejor coche antes que afrontar otros retos, me hubiera ido mejor”.

John Surtees junto a su hijo Henry, fallecido en 2009 en un accidente en Brands Hatch.

Nombrado Caballero del Imperio Británico en 2008, la vida le reservaba para el final su trago más amargo. En 2009 su hijo Henry de 18 años murió durante una carrera de F2, en un accidente endiabladamente desafortunado en Brands Hatch. Una rueda perdida por otro monoplaza cayó exactamente sobre la cabeza de Henry Surtees cuando éste rodaba a gran velocidad, provocándole la muerte. La primera reacción de John fue dar la espalda al deporte que tanto amaba, pero pronto reconsideró su postura demostrando de nuevo su calidad humana: “Henry no hubiera querido que lo dejara. Él estaba loco por las carreras desde la primera vez que se sentó en un kart. Tenía cualidades para haber sido uno de los grandes, pero lo más importante es que fue una buena persona”. Además Surtees creó la Fundación Henry Surtees para ayudar a los heridos con daños cerebrales causados por accidentes.

John Surtess (1934-2017)

El año pasado fue homenajeado de nuevo por la Reina de Inglaterra al nombrarle CBE, Comandante de la Orden del Imperio Británico. Hoy, aficionados de todo el mundo y una nación agradecida rinden homenaje y recuerdan con emoción a un hombre excepcional.

 

 

 

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