Ferrari F40, ¿algún supercoche moderno puede igualar su magia?

Rodar detrás de un Ferrari F40 proporciona una de esas vistas inmediatamente reconocibles en el mundo de los coches. Las tres salidas de escape en el centro, el enorme alerón o la cubierta del plexiglás del motor le hacen inconfundible.

Su dueño es Peter Bullard, un amable lector de CAR en busca de nuevas sensaciones, de algo especial. Algo que transmita mucho pero ofrezca un margen de utilización más amplio que el Ferrari F40, disponible para cualquier mes del año.

Si hay algún coche que pueda cumplir estos requisitos, está en nuestro trío. Cada uno representa un enorme logro técnico, de unas marcas que ya de por sí están a un nivel altísimo.

Tanto el Ferrari 488 Pista como el Porsche 911 GT3 RS son versiones muy cercanas a modelos de carreras, mientras que el 720S no es tan extremo, aunque lleva el “Track Pack”. El nuevo McLaren 765LT quizá habría sido el competidor perfecto en este caso.

Ferrari 488 Pista, el sucesor del Ferrari F40

Este coche nos enamoró cuando lo probamos, tanto que fue elegido como ganador en la prueba para elegir al deportivo del año 2018. De entonces extrajimos frases como las siguientes: “Devorarás al circuito a tal velocidad que al principio resulta abrumador / Sientes una aceleración balística acompañada de patadas en la espalda en cada cambio de marcha / Vives momentos fabulosos en intimidantes constantemente”.

En definitiva, conducirlo es maravillarse de cómo es capaz de desafiar las leyes de la física. Hay tanto agarre en el eje delantero que parece incapaz de subvirar, y acelera tanto que casi puede viajar en el tiempo.

El velocímetro es una gran pantalla digital con números blancos sobre fondo negro, y cuando estás acelerando y escaneando con tus ojos el horizonte, eres consciente de que hay una mancha blanca con los números subiendo, tick-tick-tick, más rápido de los que puedes pensar.

Rodando más tranquilo, ese mismo velocímetro te demuestra lo milimétricamente precisa que es la respuesta del acelerador. Los 720 CV que nacen del V8 son completamente aprovechables y no solo en la zona alta del cuentarrevoluciones.

El sistema de variable Torque Management, que también lleva el
488 GTB le da una respuesta propia de un atmosférico. En esto se distingue mucho del Ferrari F40 y sus 478 CV, que a pocas revoluciones ofrece un rendimiento pobre.

Rápido y preciso

La dirección también es muy rápida y precisa, y a los pocos metros de nuestro recorrido Bullard llama la atención sobre su respuesta y su falta de autocentrado. “Es tan aguda como todo en este coche”, nos dice. “Tremenda la frenada, y extremadamente rápido el cambio.

Difícilmente sientes retraso en la respuesta a pesar de ser turbo, incluso si simplemente acaricias el acelerador”. Esa respuesta directa es esencial en el carácter del 488 Pista, y su motor lleva componentes más ligeros que el 488 normal, lo que reduce las inercias.

De cara al uso para el día a día destaca la buena visibilidad y la suspensión adaptativa, que le permite ser cómodo para viajar. Al dueño del Ferrari F40 lo que no le convence es la fibra de carbono en el interior. “No es necesaria, no es tecnología de carreras, simplemente alguien ha querido ponerla ahí”.

Pero le encanta el volante, y concluye: “Qué deportivo tan increíblemente brillante, cada gesto produce una respuesta, y es tan malditamente inteligente que cada respuesta es una buena respuesta”. Hay un montón de sabiduría digital bajo la piel del 488 Pista, con el control de estabilidad trabajando constantemente conectado con la suspensión, el motor o el cambio para mantenerte dentro del asfalto.

Lleva una evolución 6.0 del sistema SSC –permite el sobreviraje, es decir, derrapar pero con el “colchón” que supone el ESP activado– y además en el Pista trabaja junto al nuevo Ferrari Dynamic Enhancer (FDE). Este actúa sobre los frenos y mejora el control en situaciones de sobreviraje.

Y Peter comenta: “Veo lo que han hecho, y es conseguir que un buen conductor se sienta como un dios. Una de las cosas que me gustan de conducir motos clásicas y el Ferrari F40 es que, si cometes un error, te lo dicen. Con este coche no sabría si he tomado una curva realmente bien, o el ha sido el coche el que lo ha hecho. El Ferrari F40 podría haber seguido al Pista, pero su conductor habría pasado por un estado de cierto terror”.

McLaren 720S Track Pack

Si el Pista y el GT3 RS parecen extravagantes, el 720S parece recién llegado de otro planeta. Su diseño es diferente a todo y además, en ese color naranja papaya, hace girar 200 cabezas por minuto.

Su interior es relativamente discreto, todo en negro, comparado el del Pista, y a Peter le gusta mucho: “Tiene un aspecto funcional, y de un McLaren esperas que la forma siga a la función”. También valora la calidad y la pantalla digital, a pesar de que normalmente prefiere instrumentación convencional.

Nuestro 720S lleva la opción de “Track Pack”, que elimina 24 kilos e incluye asientos de carbono con arneses. También lleva llantas aligeradas, sistema de telemetría, alerón trasero en carbono brillante y escape deportivo. Lógicamente suena mejor que el de serie, pero con menos carácter que el Ferrari y el Porsche, el que mejor aúlla. No obstante, a Peter le parece muy bien: “Es un sonido bonito y honesto”.

Prestaciones y comportamiento

El hecho de montar el Track Pack no afecta a las prestaciones, que son muy parejas a las del Pista y por tanto estremecedoras. Es ese tipo de aceleración que hace que salgan de tu boca toda clase de improperios. Peter se muestra impresionado: “Es casi ridículo. Este nivel de prestaciones puede llevarte a la cárcel, o a dejar el coche en el garaje en el caso de que puedas resistir la tentación de conducirlo”.

Al igual que el Pista, el 720S combina perfectamente sus impactantes prestaciones con un comportamiento muy dócil si lo quieres conducir tranquilo. De todos los coches que hemos reunido el McLaren es el más cómodo gracias a su avanzada suspensión neumática que también controla a la perfección el balanceo.

La dirección, otra maravilla, es más bien ligera pero muy rápida y transmite muchísimo. “Es un deportivo verdaderamente impresionante”, nos dice Peter. Me he sentido acoplado a él en solo unos minutos, y su funcionalidad es muy remarcable. Pero de ninguna manera sería un sustituto para el Ferrari F40, puedes ir escandalosamente rápido con el mínimo esfuerzo”.

Porsche 911 GT3 RS, el purista que sigue la filosofía del Ferrari F40

Hubo mucha más gente dispuesta a pagar los 224.170 euros
que costaba el GT3 RS, de modo que los que lo compraron han hecho un buen negocio. Respecto a sus competidores, el 911 tiene dos cilindros menos, dos turbos menos y unos 200 CV menos, pero no le des por vencido tan rápido.

Porque aunque no provoca una sensación de asombro al acelerar equiparable a sus rivales con motor central, presume de otras muchas virtudes. Quizá la más distintiva de ellas frente a sus rivales, es la forma en que sube de vueltas (hasta 9.000 revoluciones), virtudes del único motor atmosférico del grupo.

Bullard lo tiene claro: “En cuanto a sonido es el ganador, y si comprara un coche por esta razón, elegiría este. Siendo absolutamente moderno se sigue sintiendo como un 911, y sigue teniendo ese cabeceo en el morro que todo el mundo dice que ya no existe. Y está también esa ergonomía del interior, con ese diseño que solo puede ser de un 911”.

La electrónica ayuda

Como en los otros dos deportivos hay toda una batería de sistemas para mejorar su comportamiento, como los amortiguadores activos, los soportes dinámicos del motor, el Torque Vectoring o la dirección en el eje trasero. Lo mejor es que su tacto es completamente natural. Peter destaca sobre todo su “increíble agilidad” a la hora de cambiar de dirección, un aspecto en el que la dirección trasera ayuda bastante.

Como en el McLaren, no hay botones en el volante que nos distraigan de lo importante. Los tres coches tienen unas direcciones modélicas pero quizá nos quedaríamos con la del McLaren por todo lo que transmite. Y a pesar de que entre el paso de rueda y los neumáticos apenas hay espacio para meter los dedos y los reglajes no están lejos de los que usan los GT3 Cup, el 911 es relativamente cómodo, desde luego mucho más que sus antecesores.

A alta velocidad hay algo más de agitación, pero es perfectamente asumible. También ofrece la mejor visibilidad del grupo, aunque a Peter no le convence ni el color verde ni el enorme alerón, y lo preferiría manual. O sea que su coche ideal sería el maravilloso GT3 Touring, que tampoco se puede comprar ya…

La elección es… Porsche 911 GT3 RS frente al Ferrari F40

“Si fuera a cambiar el Ferrari F40 por algo realmente especial, elegiría el Pista. Como experiencia de conducción es el más emocionante. Pero si quisiera conservar el F40 y comprar algo para complementarlo, que es en lo que estoy pensando, elegiría el GT3″.

«El McLaren es un automóvil excepcional, y quizá su mayor defecto es también su mayor virtud, en el sentido de que brilla en todo, vale para todo pero no sobresale respecto a los demás en nada concreto».

«Cuando conduces cualquiera de estos tres misiles con tanta electrónica y luego te subes en el F40 descubres un posible defecto común a todos ellos, y es la falta de emoción cuando los llevas a bajo ritmo. Cualquiera puede conducirlos con seguridad».

«El margen para aprovechar las prestaciones del F40 es mucho más estrecho. Tienes que estar pendiente de la frenada, el comportamiento o los cambios de marcha desde mucho antes, y a menos velocidad que en los coches modernos”.

¿Cuál de ellos te llevarías a tu garaje? “El GT3 es especial. Si pudiera comprar mañana un GT3 Touring –similar pero con un estilo más
discreto–, pensaría muy seriamente en hacerlo».

«No es equivalente al Ferrari, pero como supercoche más o menos práctico sería un complemento perfecto para acompañar al F40. Algo que puedes usar cada día, pero que también proporciona una experiencia de conducción fascinante”.