Familiares Premium: a prueba de todo
Familiares Premium: a prueba de todo
Escrito el 01 de marzo de 2020
¿No son para ti los estilosos SUV? Elige entonces entre alguno de estos familiares premium: espacio, ritmo, presencia…, incluso tracción total.
Antes de empezar hay que recordar que el BMW Serie 3 no fue el primer familiar de corte deportivo. Pero durante 40 años ha sido la vara de medir en su segmento. Un nuevo modelo es una gran noticia, y hoy por fin llega el G21. Nosotros hemos ido a por la configuración que la marca dice que elige la mayoría. Las versiones de este G21 incluyen el 320i (184 CV), 330i (258 CV) y M340i (375 CV), y en diésel tenemos el 318d (150 CV), el 320d (190 CV) y el 330d (265 CV). ¿La configuración más vendida? El 320d M Sport, tuyo por 45.950 euros. El 320d rinde 190 CV y 400 Nm a las ruedas traseras, con opción de tracción total. Muchos optarán por el sistema xDrive (2.350 euros), que también incluye el cambio automático de ocho velocidades. La anchura, el reparto de pesos y su potencia, prometen un gran conjunto. El pedal de freno se siente algo blando, pero tiene buena mordida y retención cuando se usan. También tiene un gran control de la carrocería y la mejor dirección. No ofrece las sensaciones de un Lotus, pero sí la dinámica más apetecible de los tres familiares premium aquí presentes: más juguetón que el Audi y más plantado que el Volvo. Siempre hay gran expectación con cada nuevo Serie 3, pero sigue siendo el más ágil y vivo en cada curva.
Mientras que la suspensión del acabado M Sport ofrece menor balanceo, la comodidad del acabado Luxury también es bienvenida. Nosotros nos quedamos con un 320d de tracción trasera que, además, es la única versión disponible con un cambio manual. Pese a que BMW ha hecho grandes avances en refinamiento, el A4 es todavía más silencioso. Si eliges las llantas de 18 pulgadas, recomendamos los amortiguadores adaptativos para seguir disfrutando de un viaje cómodo. El Serie 3 tiene el maletero más pequeño, por pocos litros, y a pesar de los debates internos sobre si alguien utiliza esta vuelve a estar presente. Los compradores del G21 tendrán un coche menos agresivo que sus hermanos X7 y Serie 7, con esos frontales sobredimensionados, aunque otros detalles como el cromado, sí que están presentes.
Respecto a la distancia entre ejes, esta ha ganado 41 mm, lo que garantiza un gran espacio interior. El diseño del habitáculo bebe mucho del Serie 5, aunque incluye elementos de los Z4 más recientes. La orientación de la consola central, ligeramente inclinada hacia el conductor, será familiar para cualquiera que haya viajado en un BMW. La instrumentación digital de serie y el control por gestos opcional para el sistema iDrive puede que no sean del agrado de todos, pero el sistema, con una pantalla de 22 centímetros, es sublime. Agrada ver que BMW no se ha visto tentada a colocar todos los controles detrás del cristal; todavía hay botones y un fantástico mando giratorio.
Sin cambiar de país
El nuevo Audi A4 recupera el morro de los Grupo B que hicieron famoso al sistema Quattro, aunque este es solo uno de los cambios. La firma de los aros ha modificado todos los paneles principales, con puertas lisas y arcos delanteros y traseros recortados. Por supuesto, también dejaron hueco en el capó para esa entrada de aire tan retro que tanto nos gusta. La cosa es que, aunque las fechas y la inminente llegada del nuevo Serie 3 decían que el A4 necesitaba un ajuste, no había mucho que arreglar en el modelo anterior. Era uno de esos coches que lo hacía todo bien, aunque no destacara demasiado. Y esa discreción es su mejor baza. Pese a ser el coche más antiguo de la comparativa, supera a sus dos rivales en cuanto a refinamiento. El conocido turbodiésel de 2.0 litros (40 TDI) desarrolla una potencia idéntica a la del 320d, pero hace menos ruido. Nunca lo confundirías con un motor de gasolina, pero el sonido que genera el motor es menos grave que el de sus rivales.
Y es rápido. Con 7,6 segundos para llegar a los 100 km/h solo está a 2 décimas del BMW, aunque en la práctica no se puede apreciar. A diferencia de BMW, Audi permite elegir los motores más sencillos con la carrocería familiar, lo que implica que los 39.970 euros del 35 TFSI (150 CV) Advanced rebajan significativamente el precio del BMW. Subiendo al paquete S Line (43.370 euros), seguimos ahorrando unos 2.600 euros frente al BMW. Solo el mencionado gasolina de 150 CV puede unirse a un cambio manual de seis relaciones. El resto de versiones usan una caja automática de doble embrague.
El chasis del A4 tiene agarre, aunque en una conducción más exigente será mucho más eficaz con la suspensión del paquete S. El equipamiento de serie de este Audi es más que completo. El interior es atractivo, tiene una iluminación agradable y los acabados incitan a pasar tiempo en su habitáculo. El sistema de navegación y ayudas es también más que correcto, pese a que en estas carreteras quizás pecase de intrusivo –algo que sin embargo se agradece en el día a día. Hay un cambio, sin embargo, que nos ha costado asimilar. Tras 20 años mejorando el sistema MMI y su dial, en esta nueva versión se ha optado por una pantalla táctil, que, si bien funciona a la perfección, suprime ese mando que tanto nos gustaba.
Un soplo de aire fresco
El estilo del Volvo es todo un soplo de aire fresco dentro de un sector de familiares premium dominado por los modelos alemanes. Este soplo será aún mayor en sus versiones híbridas Twin Engine, cargadas de tecnología, pero su precio (casi 56.000 euros), hace que nos quedemos con la versión D4 diésel (190 CV), que ofrecerá el mismo silencio y seguridad, pero a un precio más ajustado (44.776 euros).
Los precios del V60 comienzan en 40.599 euros para el diésel D3 de 150 CV en acabado Momentum. Si quieres el paquete R-Design como en nuestro D4 el precio final sube a 52.946 euros, eso sí, con el cambio automático incluido. ¿Tracción total? No está en el menú a menos que optes por un híbrido. Algunos preferirían la posición deportiva de los asientos, pero pocos quedarán descontentos. La pantalla vertical del interior seguirá robando miradas unos cuantos años más. Los botones y accesos al sistema de navegación son funcionales, pero con un interior más amplio y el sistema iDrive tan perfeccionado, el BMW ha tomado cierta ventaja en este sentido. Serpenteando hacia el norte, el V60 se mantiene firme, quizá demasiado para el día a día. Con una suspensión más rígida que la de los V60 más terrenales, el R-Desing es, aun así, silencioso y cómodo en la autopista, pese a esa rigidez en carreteras peor cuidadas. El lado positivo es que la suspensión hace que el coche sea sorprendentemente divertido. Hay poco balanceo y a pesar de ser la única delantera, la tracción rara vez será problema. La dirección tiene peso y está bien engranada.
El Volvo es el mejor de todos estos familiares premium para llevar a tres pasajeros detrás sin perder un gran maletero, pues es el que tiene más espacio para el equipaje. El fondo del maletero es bajo, la abertura amplia y toques como el divisor abatible lo hacen un coche muy funcional.
Lo tienen todo
Esperábamos grandes cosas de estos familiares premium. Queremos que ofrezcan lujo, que se conduzcan con comodidad y que se muevan como el utilitario más picante del mercado, sin olvidar el consumo y una gran capacidad de carga. Los tres ofrecen la mayor parte de estas características, aunque cada uno destaca en algo. Si se trata de encajar lo máximo posible, y al mismo tiempo destacar, el Volvo es el mejor. La relativa rareza del V60 llama la atención, y su enorme maletero y practicidad hacen que sea el mejor coche familiar.
Hemos conducido varias versiones, y el más flexible y asequible Momentum hace que sea una mejor compra. Llegamos al A4. La nueva interfaz multimedia puede ser el punto débil de un conjunto, sin embargo, excelente. Cuenta con un gran refinamiento, buen rendimiento y un maletero que, sin ser tan generoso como en el V60, no se quedará corto. Pero en este tipo de comparativas buscamos algo más que al mejor entre los familiares premium, buscamos un punto diferencial y deportivo. Y de los tres, el BMW es el más divertido, el más frugal y el que ofrece un excelente espacio interior junto a un maletero, no tan grande, pero igual de práctico.