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Especial Brabus. Para cuando nada te emocione

Para cuando nada te emocione

El preparador alemán lleva desde 1977 modificando los Mercedes-Benz más exclusivos y salvajes, como los G con 900 CV de potencia. La marca ha crecido mucho en la última década y afrontan el futuro con Constantin Buschmann, hijo del fundador, al mando. Nos reunimos con él para hablar de sus nuevas creaciones, incluyendo el segundo reloj en colaboración con Panerai.

Estos meses están siendo muy completos de presentaciones y test drive de todas las marcas, pero si te llama Brabus & Panerai y te dicen que si quieres volar a Palma de Mallorca, refugio de alemanes poderosos, para probar “los juguetes de Brabus”, dejas todo y sales corriendo al avión. Y eso es lo que hicimos. Llegamos a Port Adriano y allí habían improvisado casi un maravilloso concesionario de productos Brabus y una espectacular sala convertida en espacio relojero donde se mostraba en exclusiva la segunda colaboración entre Brabus y Panerai. Una pieza limitada a 200 unidades, que ya están vendidas en España, y que su jefe, Jorge Suárez –una referencia en el mundo ejecutivo del reloj–, intentaba ampliar telefónicamente, porque a sus clientes no les para el precio de 47.000 euros. También nos dieron a elegir entre probar los Clase GLS y G sobreelevados, de 800 o 900 CV, o surfear con las dos lanchas rápidas, de 300 y 900 CV. Al final te faltan manos para poder subirte en todo. Y si al bajarte de un G900 sentías nostalgia, podías probar un Mercedes 280 Pagoda de 100 puntos hecho por Brabus... y si aún así, todavía no te ha bajado la adrenalina y quieres sentirte como 007 en “Nunca digas nunca jamás”, tenían dos motos de origen KTM interpretadas por ellos mismos, que mejor no os contamos lo que se puede hacer con ellas. Esto parecía un AutoBello en pequeño, pues de todo lo que había allí, solo te separaba un talón o una transferencia.

Un poco de historia

Brabus tiene un aura de exclusividad incuestionable. Muchos no saben exactamente qué es, pero sí perciben que sus coches son muy especiales. Lo primero que hay que dejar claro es que Brabus es preparador, pero también un fabricante de automóviles, como reconoce la Federal Motor Transport Autority alemana. Nacieron en una época donde muchos talleres se lanzaron a tunear, con más o menos éxito, pero de todos ellos solo Brabus supo evolucionar hasta triunfar y encontrar su hueco en el ultra-competitivo y complejo mercado de los automóviles de gran lujo. Hoy sabemos que Mercedes-AMG produce coches muy deportivos y potentes, pero durante décadas Mercedes no destacó por la deportividad de sus modelos. Por lo tanto, quien quería un Mercedes con prestaciones brutales, debía recurrir a Brabus. La empresa la fundaron Bodo Buschmann y Klaus Brackman en 1977, y el nombre de la marca deriva de la fusión de ambos apellidos.   

Su génesis es muy curiosa. Buschmann trabajaba en el concesionario Mercedes-Benz de su padre, pero conducía un deportivo de cierta marca de Stuttgart. Esto, lógicamente, no le hacía gracia a su progenitor, quien le impuso utilizar un modelo de la estrella. Bodo accedió: “Vale, pero no uno de serie”, y así fue como comenzó a preparar modelos de Mercedes. Unos años después, Buschman compró las acciones de su socio. Enamorado de su profesión, Bodo era uno de esos adictos al trabajo al que veían poco por casa. Desgraciadamente falleció en 2018, y desde entonces es su hijo Constantin quien dirige la compañía.

Volviendo a los viejos tiempos, ya en 1979 comenzaron a vender coches a los millonarios del Golfo Pérsico, como esos llamativos Clase S blancos con el cuero blanco que tanto nos gustan, y en 1983 abrieron su primer concesionario. Eran los tiempos en que todo el mundo quería un Mercedes 190, y entonces empezaron con las preparaciones mecánicas ambiciosas, que iban mucho más allá de lo que ofrecía la propia Mercedes. El 190E V8 de 1984, con el motor de los Clase S, rendía 276 CV con 430 Nm de par. Durante toda su historia Brabus ha sido capaz de adelantarse a Mercedes; cuando lanzaron el SLK con motor V8, en la marca de la estrella no se explicaban cómo habían podido encajar ese enorme motor, y luego ellos sacaron el SLK AMG V8. Lo mismo ha ocurrido con el Clase G. Los primeros en meterle el motor V12 biturbo fueron los técnicos de Brabus, y años más tarde se incluyó en la gama Mercedes (no en la generación actual). Aun más disparatado parecía el GLK V12 con 750 CV. Mientras otros muchos preparadores de los años 80, todos ya desaparecidos, se limitaban a poner asientos de cuero, llantas, equipos de sonido o televisores (lo que también hacía la empresa de Bodo Buschmann), Brabus inauguró en 1984 su propio centro de desarrollo técnico para fabricar coches con sus propias tecnologías. Así nacieron máquinas como el 500E con motor 6.9 V12 de 500 CV, de 1993. En el 500E (W124) que fabricó Porsche para Mercedes se conformaron con un 5.0 V8 de 326 CV.

Con frecuencia le preguntaban a Bodo Buschmann si tenía pensado lanzar un coche propio con su marca, y siempre respondía que no, a pesar de que tenía infraestructura para hacerlo y sus coches más potentes eran, con frecuencia, muy diferentes técnicamente de los Mercedes de los que derivaban. “Si hiciéramos un coche con nuestro propio diseño y carrocería, perderíamos las ventajas de la calidad Mercedes. Y con esto me refiero a cosas aparentemente tan sencillas como la forma en que cierran las puertas, el sellado de los techos eléctricos o los diferentes mandos. Es muy importante para nosotros que todo funcione a la perfección en el uso diario”. Esto siempre lo han tenido muy claro, ser el mejor coche de calle posible, y por eso tampoco se han involucrado nunca en el mundo de la competición. Lo que sí han potenciado en los últimos años son las colaboraciones con otras marcas de prestigio, como con Axopar en el terreno de la náutica o las más recientes con KTM, en motos, o con la relojera Panerai.

Nos reunimos en Mallorca con Constantin Buchmann, hijo del fundador y actual CEO. Está al mando desde que falleció su padre, y a pesar de su juventud nos dice: “llevo más de 30 años trabajando en Brabus, empecé de niño en el taller”.

¿Podríamos decir que Brabus no tiene competencia?

“Durante los últimos diez años, la compañía se ha desarrollado muy rápido, y lógicamente tenemos una gran experiencia en “Brabusizing” (el proceso de convertir un Mercedes en un Brabus). Llevamos 45 años haciéndolo, y tenemos una gama más amplia que nunca, en diferentes segmentos. Pero lo más importante son los master pieces, o supercars, que no tienen competencia en cuanto a exclusividad y prestaciones”.

¿Ustedes siguen siendo una marca independiente pero colaboran cada vez más con otras grandes firmas, por qué esta estrategia?

“Soy muy partidario de las colaboraciones porque traen mucha creatividad a nuestra empresa. Hemos visto que podemos tomar el ADN de nuestra marca y transformarlo, para dar a nuestros clientes algo más que los coches. Lo llevamos haciendo más de veinte años con Smart, y hemos producido unas 200.000 unidades. También lo hacemos con Axopar con los barcos, con KTM con las motos (KTM Brabus 1300 R) y ahora con Panerai y los relojes. Nuestros productos deben ser, ante todo, emocionales”.

¿Cómo nació el negocio de los barcos? “Analizamos dónde queríamos ir, cuál sería el siguiente paso. A mi padre le gustaban mucho las embarcaciones, y siempre hemos tenido en casa. Comenzamos en 2017, cuando conocimos la gama del fabricante finlandés Axopar. Tenían un diseño escandinavo muy fresco, y lo sometimos al proceso de “Brabusizing” para nuestro uso personal. Nos gustó tanto que en 2018 lanzamos el Brabus Shadow 800, el primer barco Brabus, y para nuestra sorpresa rápidamente vendimos dieciséis”.

“Lo hicimos con la misma filosofía que con los deportivos de Brabus, en la que un automóvil premium, como la gama Mercedes-AMG, se utiliza como base a partir de la cual construíamos nuestros superdeportivos. Así transformamos y redefinimos la gama de barcos Brabus Shadow. Compartimos plataforma con Axopar, como se ha hecho desde hace mucho en el mundo del automóvil, aunque nadie más lo ha hecho en el mundo de la náutica. Todos nuestros barcos están minuciosamente hechos a mano, con los más altos estándares posibles, por técnicos calificados que utilizan los mejores materiales, las tecnologías más nuevas e ingeniería a medida. Por supuesto, son súper rápidos y también fáciles de manejar. Los diseñamos en nuestra sede de Bottrop y en Helsinki y los estamos fabricando en Polonia, un país experto en la producción de embarcaciones”.

¿Le gustaba Panerai antes de iniciar la nueva colaboración?

“Mi ilusión y lo que me motiva a levantarme cada mañana es desarrollar nuevos proyectos con mi equipo. Pero más allá del trabajo, mi pasión es la colección de relojes. Mi padre los coleccionaba y yo también, y por supuesto que tenemos Panerai y apreciamos mucho la marca. Curiosamente la relación entre Panerai y Brabus no habría nacido si no fuera por los barcos, por Brabus Marine. El lenguaje de diseño tiene mucho en común. Además, muchos de nuestros clientes son aficionados a los relojes.”

Entre 6.000 y 9.000 brabus al año

Brabus cuenta con unos 350 empleados y la producción ha sido aproximadamente de entre 6.000 y 9.000 unidades al año desde 2001 hasta ahora. No obstante, hay que diferenciar entre los supercars, de los que fabrican entre 200 y 400 unidades al año totalmente a medida, y los modelos que preparan o modifican con componentes mecánicos y/o estéticos de Brabus. Una parte la preparan en su propia sede y otra, en otros países, con componentes Brabus. Así, un cliente de Estados Unidos o de Australia no necesita llevar su coche a Alemania para hacer determinadas modificaciones. Todos los componentes mecánicos, ya sean de motor o de otro tipo, cuentan con una garantía de tres años o 100.000 km. Dependiendo de la preparación, el precio de un coche se puede hasta triplicar respecto a su precio como modelo nuevo. Así, los Mercedes-Maybach S600 blindados pueden superar los dos millones de euros. También comercializan la marca Startech, que comenzó a preparar modelos Jeep y Chrysler, y ahora se dedican a Aston, Land Rover, Jaguar, Bentley, Maserati y Tesla.

Constantin Buchmann insiste en que lo más importante para ellos es la calidad y mantener la exclusividad. “Somos un negocio familiar, y no me levanto por la mañana pensando en si somos los más grandes. Pero tenemos muy buenos clientes que aprecian nuestros productos; las 154 motos que hemos hecho con KTM se comercializaron únicamente por la web y las vendimos todas en unos minutos; eso es fantástico”.

Un área de negocio de creciente importancia para la empresa es el de los clásicos. Y en contra de lo que podría suponerse, no hacen modificaciones ni potenciaciones. Solo restauran Mercedes, y la regla es muy clara: mantener el 100% de originalidad, tanto de piezas como de motor, y hasta del color original que llevaba cuando salió de fábrica. Todos los coches que se restauran en Brabus tienen un precio muy alto, pero también un valor excepcional. La tarifa es mareante: uno de sus SL “Pagoda”, restaurado y en un estado mejor que cuando salió de fábrica, cuesta unos 260.000 euros. En uno de estos descapotables hay 1.500 horas de trabajo. Por un Mercedes 600 Pulman mejor que cuando salió de la fábrica pueden pedir 1,5 millones de euros.

Hace tiempo le hicimos una pregunta a Sven Gramm, el responsable de comunicación, y no olvidamos lo que nos respondió. ¿Los sueños de la gente donde terminan, donde acaba el dinero? “Bueno, el problema es que para muchos clientes, el dinero no tiene final, así que el límite tenemos que ponerlo donde llega la tecnología”. 

Brabus Shadow 900 Deep Blue y Shadow 300

Tras el éxito de la edición limitada Brabus Shadow 900 Black-Ops, la nueva y ultraelegante Deep Blue Signature Edition convierte cualquier día sobre las olas en una experiencia inolvidable, al estilo típico de Brabus. Al igual que los lujosos superdeportivos, el Brabus Shadow 900 Deep Blue Signature Edition se desarrolló con una extraordinaria pasión por los detalles, un deseo inquebrantable de redefinir lo superlativo y cumplir con el factor sorpresa que caracteriza a todos los vehículos Brabus.

Continuando con el legado de la galardonada gama Shadow 900, esta exclusiva Signature Edition está equipada con una selección de características y detalles premium, que van desde su inconfundible esquema de pintura Deep Blue –resultado de procesos de carenado, pintura y pulido que requieren mucha mano de obra– a la utilización inteligente e innovadora del espacio. Los clientes pueden elegir entre una opción de popa completamente abierta, un extenso paquete de barra con fregadero, una opción de almacenamiento múltiple para el equipo de aventura y equipo de estilo de vida al aire libre, o la lujosa y sumamente cómoda cabina de popa, con un espacio para dormir de tamaño queen.

El Shadow 900 Deep Blue Signature Edition –su nombre proviene de sus 900 CV, que se obtienen gracias a dos motores de carreras Mercury Marine 450R V8 de cuatro tiempos y 4.6 litros. Es capaz de alcanzar más de 60 nudos con facilidad, y al mismo tiempo es una de las mejores opciones para la navegación. Un tablero con panel de controles táctil mejora el manejo, mientras que el módulo de dirección inteligente de la embarcación, con propulsor de proa, garantiza una maniobrabilidad óptima.

Además, también pudimos ver en Mallorca la versión Shadow 300 Edition One, la hermana pequeña del 900 –8 metros de eslora frente a 11,73. Esta embarcación ligera está equipada con un motor de carreras Mercury 300R V8, y ofrece una potencia increíble, capaz de alcanzar velocidades fascinantes de más de 50 nudos sin comprometer la estabilidad, el manejo o la agilidad. Su cómodo camarote de proa incluye una cama doble, un inodoro y un sistema de agua dulce. Además, se pueden integrar unidades opcionales de refrigerador y fregadero bajo los asientos delanteros. En la proa, una tumbona extra cómoda ofrece un espacio perfecto para socializar con amigos o relajarse bajo el sol.

Junto con el Brabus Shadow 300 Edition One, también se presentó la nueva colección de deportes acuáticos 2022 Brabus x Bobe.

En la gama Supercars de Brabus puedes encontrar de todo, desde modelos blindados, los denominados Invicto, hasta berlinas o 4x4 con motores V8 o V12 potenciados al máximo para ofrecer unas prestaciones vertiginosas. Y también se atreven con los pequeños eléctricos de Smart.   

BRABUS & PANERAI, EL BINOMIO PERFECTO

Son marcas poco convencionales en sus respectivos campos, pero comparten la pasión y la conexión con el medio marino. El origen y la historia de Panerai están indisolublemente ligados al desarrollo de relojes de buceo cuyo carácter y diseño encaja perfectamente con la línea de embarcaciones de día de Brabus “Black Ops”. De ahí nació el primer modelo de esta colaboración el año pasado. “Cuando hablamos de asociación, no se trata solo de un logotipo, se extiende a los niveles más altos y los detalles más pequeños. Ofrecemos conjuntos de habilidades complementarias y sinergias en términos de productos, ventas y mercados clave. Las ideas, materiales y tecnologías de nuestras marcas serán un vehículo para desarrollar conceptos disruptivos y espectaculares. Todos estos elementos se unirán para generar resultados y valor agregado en beneficio de nuestros clientes”, afirmó orgulloso el CEO de Panerai, Jean-Marc Pontroué.

El nuevo producto de esta asociación es el Submersible S Brabus Blue Shadow Edition, una edición limitada a 200 ejemplares, cuyo precio es de 47.000 euros. Este  reloj se caracteriza por disponer de una caja de 47 mm, hermética hasta 300 metros y bisel unidireccional, realizados ambos en Carbotech. En su interior encontramos el calibre esqueletizado automático P.4001 S con micro rotor realizado en tungsteno y dispositivo a prueba de golpes KIF Parechoc. Ofrece horas, minutos y segundos centrales, función de día/noche, además de reserva de marcha (72 horas) en la parte trasera. En cuanto a la indicación del día del mes dispone de una vista de fecha polarizada patentada que permite ver la indicación de fecha solo a través de la apertura a las 3 en punto, sin cubrir las mecánicas del movimiento esqueletizado. A juego con el barco Brabus Shadow 900 Deep Blue, que también celebró su debut en el Salón Náutico Internacional de Palma, este nuevo Panerai impresiona con una variedad de tonos azules y grises.

Nuevo Brabus 900, basado en un Maybach GLS

El supercoche más demandado de la oferta Brabus es, desde hace muchos años, el icónico Clase G, pero ahora cuentan en su gama con un todoterreno aún más grande. Si el Clase G mide 4,87 metros, el GLS se va hasta los 5,21. La firma alemana presentó el Mercedes-Maybach GLS 600 4Matic+ a finales de 2020, como una de esas versiones para los que siempre quieren más, lo más parecido a una limusina en formato SUV. Con un precio en España de 186.000 euros, compite con el Bentley Bentayga o el Range Rover Autobiography. Parece realmente difícil mejorar un coche así, pero en Brabus ya están acostumbrados a este tipo de retos. Lo primero que hicieron fue potenciar un motor que los técnicos de Brabus ya conocen muy bien. Si el 4.0 V8 bitutbo en el GLS 600 rinde “solo” 557 CV, en Brabus elevan la potencia hasta nada menos que 900 CV. Y lo que es casi más impresionante, un par máximo de 1.250 Nm. Este enorme aumento del rendimiento no se logra solo a base de modificar la electrónica y dar más presión al turbo; también aumentan la cilindrada de 3.982 a 4.407 cc, e instalan nuevos pistones forjados. Dos bombas de alta presión con mayor caudal y una bomba de refuerzo adicional optimizan el suministro de combustible al motor, y el sistema de admisión se modifica ampliamente para mejorar el suministro de aire. Los turbos son más grandes, y soplan a una presión mayor, de 1,4 bares.

Así, este mastodonde de 2,8 toneladas puede acelerar de 0 a 100 km/h en solo 4,2 segundos, y la velocidad máxima está limitada a 320 km/h… El aspecto del GLS de Brabus es mucho más agresivo que el del modelo de serie, para empezar porque la parrilla cromada ahora va en negro y rodeada de varias piezas de fibra de carbono. En la parte trasera hay más fibra de carbono, en el paragolpes y el difusor, que rodean los escapes deportivos. El mismo material se emplea para subrayar los pasos de rueda, que albergan las enormes llantas monoblock de 24 pulgadas, con un diseño ya clásico en los modelos Brabus. Para calzarlas confían en Continental, que suministra unas “económicas” gomas de medida 295/35 R delante y 335/30 R detrás. La suspensión neumática ha sido modificada para adaptarse al nuevo nivel de prestaciones y a los neumáticos, y bajan la altura al suelo en 25 mm. Al entrar en el coche, unas placas protectoras de acero inoxidable con el logotipo Brabus retroiluminado dan la bienvenida al conductor y a los pasajeros. Respecto al interior, se nos olvidó preguntar a Mr. Buchmann qué hacen con la impecable tapicería original… El caso es que el GLS se retapiza con completo al estilo Brabus.

Para esta primera unidad han trabajado con pieles de color negro y crema “especialmente suaves y transpirables”, para aportar contraste con el color exterior. La tapicería de los asientos se caracteriza por un peculiar acolchado en forma de concha, quizá al gusto asiático. Para aumentar aún más el nivel de comodidad en la parte trasera, hay dos almohadas, con funda de piel de alcántara y el logotipo Brabus, acoplados a los reposacabezas de los asientos traseros. Los diseñadores de interiores integraron además pedales de aluminio y elementos de carbono de alto brillo en el volante, el tablero, la consola central y las puertas. Coches como este tienen sus principales mercados en Oriente Medio, China, Estados Unidos y, hasta hace poco, Rusia y sus países satélites.

1300 R, su primera moto

Este modelo también representa el comienzo de la asociación oficial entre KTM Sportmotorcycle y Brabus, con el objetivo de crear motocicletas únicas y espectaculares, claramente diferenciadas de las KTM estándar. Para este modelo, los expertos de ambas marcas eligieron la KTM 1290 Super Duke R EVO. Siendo la última evolución de KTM en motocicletas de alto rendimiento, ofrece lo mejor en experiencia de conducción de vanguardia, ergonomía sin concesiones y un corazón palpitante: un enorme motor V-Twin de 1.300 cc, que produce 180 CV a 9.500 rpm y 140 Nm de par a 8.000 vueltas.

Además, y para agregar un toque extra de exclusividad, la Brabus 1300 R se ofrece en solo dos esquemas de colores: Magma Red y Signature Black. Solo se producirán 77 unidades de cada versión. No es un número elegido al azar, se trata del año de fundación de la compañía Brabus. Su precio, 42.500 euros.

 

 

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