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Entrevistamos a Béatrice Foucher, CEO de DS

La firma de lujo francesa, perteneciente al Grupo Stellantis, quiere marcar su propio camino para diferenciarse de la competencia alemana.

La sala de juntas parece bastante animada. Ante de entrar algunos empleados nos dicen que Béatrice Foucher siempre parece estar relajada, no es algo que hayamos provocado nosotros. La máxima directiva de la marca DS también suele sonreír, un comportamiento bastante atípico entre los ejecutivos de la industria. Pero Béatrice Foucher (58) no es una jefa convencional, y no consiguió este trabajo a través de una autopromoción interna.

No, consiguió su puesto actual porque el jefe supremo de Stellantis, Carlos Tavares, le pidió que lo hiciera. “¿Por qué me lo propuso? Tengo experiencia en producto, en vehículos eléctricos e incluso he trabajado un poco en marketing. DS es una marca premium, pero tuvimos que transformarla y pasar a la electrificación; por eso creo que mi experiencia me ayudó a conseguir el puesto”.

Modesta acerca de sus logros, ha tenido un impacto significativo en los más de 30 años que lleva en el negocio. “Soy ingeniera. Empecé en agronomía, pero siempre quise formar parte de una gran empresa. Tenía un buen amigo que comenzó a trabajar en la industria automotriz que me convenció”.

Foucher se unió a Renault en 1990, moviéndose entre los departamentos de control de calidad y planificación de productos, así como el desarrollo de investigación y marca. Como vicepresidenta del programa de vehículos eléctricos formó parte del desarrollo de la primera generación de Zoe.

Ahora, tiene la tarea de convertir DS en una alternativa puramente eléctrica y de moda, una alternativa a la competencia premium alemana. “No compras un coche solo porque lo necesitas, lo haces porque quieres que diga algo sobre ti. Es una inversión y es muy importante en la vida del cliente porque juega un gran papel en su historia. Por todo ello tenemos que hacer que nuestros modelos digan algo”.

“¿Cómo convenzo a alguien para que compre un DS, cuando ha llevado un BMW o un Audi durante las últimas décadas? Respeto estas marcas, pero estamos dispuestos a ofrecer algo diferente, algo más personal que social”.

Si bien sus números de ventas son pequeños al lado de las alemanas, el año pasado vendió casi el doble que Alfa Romeo, empresa hermana dentro de Stellantis. De hecho, Alfa, DS y Lancia forman un subgrupo dentro del gigante para maximizar su efectividad.

Como dice Foucher: “Cuando eres pequeño, es mucho mejor trabajar juntos. Significa que el peso que tenemos dentro del grupo es mayor que al estar separados. Compartimos tecnología, plataformas, sistemas de propulsión, información y entretenimiento, etc., pero el sabor y el estilo de un DS siempre será diferente al de cualquier Alfa. Esta es la belleza de la ingeniería: poder usar los mismos módulos pero seguir siendo distinto. También empuja a la empresa a darnos lo que necesitamos”.

En un momento en que todos los fabricantes de automóviles están aceptando la electrificación, DS tiene mucho ganado gracias a sus dos títulos en Fórmula E. “Las marcas alemanas no pueden presumir de eso ¿verdad? Nosotros hemos sido pioneros en la electrificación y apostamos antes por la Fórmula E”.

“Hemos vencido a Porsche, Mercedes y Audi en la Fórmula E... ¿quién puede decir eso?”

Los beneficios de tener éxito en competición se pueden aprovechar en dos frentes: técnico y promocional. “Es una herramienta de marketing, porque puedes comunicarte en función de tu éxito. Por ejemplo, hemos vencido a Porsche, Mercedes y Audi, eso es grande. Pero, además, tenemos al equipo DS Performance trabajando en los sistemas que impulsan al DS 9. La tecnología de competición la aprovechamos en nuestros coches de producción. El concepto E-Tense Performance nunca se pensó solo para generar espectáculo; es un laboratorio rodante para futuras tecnologías. Necesitamos ser vistos como una marca tecnológica. Esto es lo mínimo que tenemos que hacer para convencer a la gente y que todo el mundo nos considere una marca premium más. Por último, nuestro refinamiento y ese savoir-faire adicional siempre nos harán diferentes”.

 

Seis preguntas que solo CAR haría

Tu primer coche... 

“Comencé a conducir tractores cuando tenía 14 años. Vivía gran parte del año en una granja, así que solía utilizarlos. Esa experiencia me vino muy bien para sacarme el carnet de conducir, fue muy fácil”.

 

¿Qué te hace sentir más orgullosa?

“Comencé a trabajar en coches eléctricos en 2012. Era la jefa de planificación de productos [en Renault] y mi jefe me movió al programa EV. Dijo que ese cambio ‘no era ningún regalo’, pero creo que fue uno de los mejores regalos que me han hecho. Me encanta la nueva tecnología, y me hizo muy feliz formar parte de este gran cambio”.

 

¿Qué es lo mejor que has hecho en un coche?

“Tuve la oportunidad de montarme en un coche de la Copa Clio. Nunca imaginé que fuera posible conducir así, asombroso”.

 

Algún mal momento…

“Cuando no encuentro la ‘palanca’ para hacer que las cosas se muevan. Es genial tener buenas ideas, pero luego tienes que encontrar la fórmula para que progresen”.

 

¿Superdeportivo o clásico?

“Superdeportivo. No soy nada nostálgica”.

 

Pregunta difícil... ¿Cuántos puntos del campeonato de FE obtuvo el DS Techeetah la temporada pasada?

“¡Argh, no lo sé! [Fueron 266]. Sé que acabamos terceros. Les dije que no era lo suficientemente bueno, y el equipo lo sabe”.

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