Comparativa Deportivos: Vuelta a los orígenes

¿Híbridos? ¿Autónomos? ¡Naa! Mientras el resto del mundo relega
a un segundo plano la diversión por la conducción, estos cuatro
deportivos de tracción trasera tienen claras sus armas…

Nissan 370Z: el matagigantes de los deportivos nipones

Sus “caras” siguen llenando muros de Instagram…

Todo es gracias a un diseño que ha sabido envejecer. La designación “Z” llegó a su summum en este modelo, con mayor ancho de vías y suspensión rebajada. El facelift de 2017 incorporó un poco de “botox”; este acabado GT incorpora llantas de 19 pulgadas y algunas “chuches” más.

¿El motor reluce sus galones?

Es por lo que estas aquí, ¿verdad? Un bloque atmosférico V6 de 3.7 litros diseñado para “ejercitarse” en la línea roja, como los buenos deportivos. Tiene una entrega progresiva y su empuje a altas vueltas es contundente. A pesar de ello, es el menos reactivo de la comparativa.

¿Y como “baila”?

Tiene una dirección increíblemente precisa, mientras que la dureza de su chasis y suspensión no es demasiado mala para el día a día y a la vez deportiva cuando queremos atacar la curva rápido. La caja de cambios manual es de la vieja escuela, sensacional.

¿El interior releva su naturaleza “canalla”?

Le hace falta una actualización, pero tiene detalles bastante curiosos, como que cuando regules el volante, el salpicadero lo acompañe a cualquier parte. Los plásticos se adueñan de todo el interior, pero el tacto del volante es sublime, que es lo que importa.

¿Alguna tecnología para impresionar a tu vecino?

No hay modos de conducción con los que puedes endurecer suspensión, dirección u otros atributos, más allá de un modo “S” para activar un sistema que ejerce un heel & toe electrónico. No te compras un Z para estar media hora configurando reglajes…

¿Juguete de fin de semana?

Es un riguroso biplaza, aunque disponemos de espacio detrás de los asientos para mochila o abrigos. El maletero de 235 litros es más que decente para ser un deportivo. Pero que más da eso si tiene un león rugiendo como sistema de escape, ya sea a 40 o a 200 km/h. 

Veredicto

Un sonido celestial al hundir el pie derecho, que eso es lo que importa. Aunque pronto veremos un nuevo Z por la carretera…

BMW M240i: emoción alemana

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Solo los fans de BMW podrían reconocerlo frente a un Serie 2 Coupé al uso. La doble salida de escape, las llantas de aleación y los frenos M en azul revelan que este tiene más picante. ¿Quieres que destaque más? Prepara 70.000 euros para hacerte con un M2…

¿El motor reluce sus galones?

Tiene mucho más que un buen corazón debajo del capó, pero sería un pecado no nombrar sus virtudes. Los seis cilindros en línea vienen acompañados por un turbo, lo que le proporciona un par envidiable con una aceleración progresiva. 

¿Y como “baila”?

Presume de una de las mejores transmisiones automáticas. La dirección es casi tan directa como la del Nissan, pero tiene mayor dureza. Los límites son lo suficientemente altos como para que el usuario no experimentado pueda contrarrestar los sobreviraje.

¿El interior releva su naturaleza “canalla”?

Tiene un interior con el que te familiarizas rápido. El sistema de infoentretenimiento iDrive es correcto, el volante es de los más gruesos del mercado y los asientos son los que mejor recogen de los cuatro que tenemos hoy aquí, con bastante margen. 

¿Alguna tecnología para impresionar a tu vecino?

Los amortiguadores adaptativos opcionales cobran vida al activar el modo “Sport”, lo que nos mantiene muy planos en curvas reviradas. El “Sport +” desconecta parcialmente el control de tracción para dar rienda suelta al niño que llevas dentro.

¿Juguete de fin de semana?

Civilizado y refinado, es con el que mejor convivirías en el día a día. Tiene ese toque deportivo que está ahí siempre que lo necesites, pero está construido sobre la base de un coche que es un daily. Gran visibilidad
en todos los ángulos, pero el motor tiene problemas de sed…

Veredicto

Una máquina de crear sonrisas los 365 días del año. ¿Por qué no tenemos todos uno en nuestro garaje?

Jaguar F-Type: el felino al que le gustaba el té

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El estilo inglés tiene algo especial. Elegante y deportivo, refinado y agresivo; los modelos P300 montan un motor de 4 cilindros, con un sistema de escape central y llantas pequeñas, pero nuestra unidad no pierde ni un ápice de deportividad. A veces, menos es más.

¿El motor reluce sus galones?

Es una delicia. El 2.0 es el más pequeño de la comparativa de deportivos y el menos potente, pero contraataca con más par que el Nissan y se siente más rápido. El sonido requiere algo de tiempo para acostumbrarse, pero es del todo atractivo cuando coquetea con la línea roja.

¿Y como “baila”?

Se mueve de forma asombrosa, es un verdadero deportivo. Gracias a su menor peso en comparación con las variantes V6 y V8 vira más directo. El autocentrado del volante es algo agresivo, lo que puede dar la sensación de que la dirección es más asistida de lo que en realidad es.

¿El interior releva su naturaleza “canalla”?

Dentro luce la mejor atmósfera de la comparativa de estos deportivos. El sistema de infoentretenimiento está algo alejado del conductor, pero lo demás está en su sitio. El sistema de climatización retráctil da la bienvenida a una jornada llena de diversión al volante.

¿Alguna tecnología para impresionar a tu vecino?

Hay un modo Dynamic y Wet/Snow para el sistema de tracción y transmisión, pero la suspensión se queda fuera de la ecuación. El reparto de par vectorial opera gracias al diferencial que equipa, ya sea en mojado o en seco. Tracción en cualquier situación.

¿Juguete de fin de semana?

Dos asientos y un cockpit que no cuenta con demasiados huecos para alojar objetos. En cuanto a espacio de maletero, supera al Nissan en casi 100 litros, ofreciendo 310. Dado que el capó es muy largo, te recomendamos equipar los sensores delanteros…

Veredicto

El F-Type más vendido tiene una combinación de chasis y motor compacto excelente, de los más deportivos.

Chevrolet Camaro: los deportivos americanos están de vuelta

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Su presencia en carretera simplemente eclipsará a todo aquello que puedas encontrarte, incluso en este color tan sobrio entre estos deportivos. En España hay pocas unidades, y sus dueños precisamente no pasan demasiado desapercibidos… Prepárate para los car spotters.

¿El motor reluce sus galones?

Mecánica de un auténtico muscle car, un V8 de 6.2 litros, que prueba que EE.UU pasa del cambio climático. Es una bestia. La potencia cae a partir de las 5.000 rpm, por lo que disfruta del par a bajas, en cualquier marcha, y del sonido que brota del tubo de escape.

¿Y como “baila”?

Se siente ancho como un bus, pero la combinación de una dirección comunicativa, la correcta gestión del cambio de convertidor de par y un rendimiento en regímenes medios muy bruto, le hace diferente. Es fácil de llevar, y por alguna extraña razón, el pie derecho pesa más de lo normal…

¿El interior releva su naturaleza “canalla”?

Tiene algunos elementos que parecen de otra década, pero también se enorgullece de ofrecer muchas posibilidades de personalización. El sistema de infoentretenimiento funciona bien, aunque el sistema de navegación no le siga el ritmo.

¿Alguna tecnología para impresionar a tu vecino?

La suspensión magnética funciona con cuatro modos de conducción: “Tour”, “Sport”, “Track”, y “Wet/Ice”. Tiene sistema de escape activo, para vivir tranquilamente sin radio alguna. Sorprendentemente, el V8 cuenta con desactivación de cilindros.

¿Juguete de fin de semana?

Los asientos traseros pueden abatirse por completo hasta dejar el suelo plano, pero el acceso al portón trasero tiene una forma rara. Te valdrá para una escapada; para el día a día es otra cosa, siempre y cuando no
te importe llamar la atención e ir a la gasolinera con frecuencia.

Veredicto

Diferente, rudo y con una personalidad muy distinta a lo acostumbrado en otros deportivos. El Mustang V8 es otra opción más “europea”.