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BMW X2 25e y Volvo XC40 T4 Recharge, enchufables y amigables

Usalos como toca y los híbridos enchufables son la mejor propuesta para ahorrar unos cuantos litros de combustible y euros sin renunciar a un coche con el que poder hacer de todo. Aquí tenemos dos claros ejemplos de ello, dos SUV compactos, el BMW X2 25e y el Volvo XC40 T4 Recharge, que buscan ser el mejor paso previo a un eléctrico puro.

¿Por qué están aquí?

Las similitudes son claras. El Volvo es el más vendido de su gama SUV, y de su marca, en España, mientras que el BMW es el tercero más vendido de la gama X de la marca detrás del X1 y el X3.

BMW X2 25e y Volvo XC40 T4 Recharge

Ambos cuestan desde 47.000 euros, no pasan de 4,4 metros de largo, rinden más de 200 CV cuando ambos motores funcionan y te permitirán ir y volver al trabajo sin encender el motor térmico. Sobra decir que ambos tienen etiqueta Cero.

Sin embargo hay diferencias entre ambos, que para eso estamos aquí nosotros, los que escribimos esto.

Premium convencional frente a minimalista

Empezando por su exterior, no muy diferente de las versiones con motor de combustión y una batería de 12 voltios en lugar de una mayor. Es curioso que BMW no esconde en el X2 25e su escape, mientras el XC40 es limpio por detrás.

El BMW viene con el pack M de diseño, llantas grandes, paragolpes deportivos, molduras negras, nos recuerda al anterior Serie 1 pero en versión alta y rechoncha, mide 4,36 de largo y su maletero de 410 litros pierde 60 frente a un 20d por ejemplo.

El Volvo es ese diseño sueco fresco y con el inevitable techo negro en contraste con esta carrocería roja. Ni siquiera es un R-Design pero no prescinde de grandes llantas o una parrilla negra. Mide 4,42 m de largo y el maletero son 452 litros, solo 8 menos que los no enchufables.

BMW X2 25e y Volvo XC40 T4 Recharge

En cuanto a la toma de carga ambos la tienen colocada en la aleta delantera izquierda, con una trampilla que se abre de forma manual. El sueco necesita 4 horas para cargarse en un enchufe doméstico de 2,3 kW, el alemán 5 horas. Ambos necesitan 3 horas en una toma de 3,7 kW.

A bordo más de los mismo, el BMW X2 no tiene cambios llamativos, más allá del botón e-Drive con el que gestionar los modos de conducción del sistema híbrido.

BMW X2 25e y Volvo XC40 T4 Recharge

Son los mismo que en el Volvo, pero aquí los suecos son más minimalistas y apuestan por el diseño limpio. Los únicos botones del túnel central son para poner el freno de mano electrónico y el sistema Star&Stop.

BMW X2 25e y Volvo XC40 T4 Recharge

Así que en el Volvo tienes que bucear por su sistema muldimedia para encontrar los botones que permiten guardar la carga actual o poner el motor térmico a cargar la batería. Al menos bajo la pantalla está el selector de modos de conducción.

BMW X2 25e y Volvo XC40 T4 Recharge

¿Se conducen igual que un diésel o gasolina normales?

Casi. En esta dupla habríamos esperado que el X2 fuera el amigo de la conducción dinámica, pero es un coche que sin ponernos en modo Sport ofrece un nivel de confort alto. Su pack M nos engañó y su filosofía es más predispuesta a un placentero paseo que a uno deportivo.

En cambio el Volvo parece más tenso que sus versiones normales. La suspensión la dirección y el tacto general son más duros y ofrecen una menor inclinación de la carrocería. Esto con sus grandes llantas a veces se nota demasiado a bordo en carreteras rotas.

BMW X2 25e y Volvo XC40 T4 Recharge

En el modo eléctrico ambos se mueven bien, empujados por un motor eléctrico de 82 CV en el Volvo y 95 CV en el BMW. No son corredores de sprint como otros grandes SUV con mecánicas más potentes, pero en ciudad se mueven con soltura y una vez que estamos en carretera abierta también podremos mantener una velocidad de crucero sin muchos problemas siempre y cuando el terreno acompañe.

BMW X2 25e y Volvo XC40 T4 Recharge

Con las baterías cargadas y dando el XC40 T4 Recharge sus 211 CV y 405 Nm de par, y el X2 25e los 220 CV y 385 Nm de par, son más rápidos que la media de SUV gasolina de potencia de acceso o igual de rápidos que el diésel más vendido de su gama.

No son reyes del par motor instantáneo, pero aquí el BMW saca a relucir su pedigrí con un tiempo de reacción en el 0 a 100 km/h de 6,8 segundos frente a los 8,5 segundos del Volvo.

BMW X2 25e y Volvo XC40 T4 Recharge

La clave está en que BMW ha preferido combinar ambos motores como un sistema de tracción total, por lo que siempre se tiente más rápido acelerando desde baja velocidad.

El Volvo XC40 T4 Recharge es de tracción delantera, aunque la versión T5 enchufable rinde 261 CV lo cual reduce esa distancia en prestaciones sobre el papel, pero sigue siendo delantera.

BMW X2 25e y Volvo XC40 T4 Recharge

Por supuesto, ambos SUV enchufables son automáticos. 6 velocidades y convertidor de par para el X2 y doble embrague con 7 velocidades para el XC40. Ambos son buenos cambios automáticos, especialmente para el día a día, donde el BMW será menos intrusivo, pero donde el Volvo ganará en reacción cuando toca bajar muchas marchas de golpe.

Para conducción dinámica el BMW cuenta con modo Sport para el cambio y opción de cambiar tu mismo. En cambio Volvo opta por añadir un modo «Brake» con el que forzar la frenada regenerativa, bastante útil en ciudad.

¿Qué pasa si me quedo sin batería?

Tienes una de 8,5 kWh en el XC40 T4 Recharge, que homologa 45 km en modo 100% eléctrico. La capacidad útil del BMW X2 25e es de 8,8 kWh, con la que hacer hasta 53 km.

BMW X2 25e y Volvo XC40 T4 Recharge

Ambos logran siempre pasar de 40 km de autonomía haciendo un uso en todo tipo de vías. Obviamente en ciudad la cifra crecerá.

Pero cuando se agota la batería y el motor eléctrico es un pasajero más, ambos cuentan con solo 3 cilindros para tirar de sus poco más de 1.800 kg de peso.

BMW X2 25e y Volvo XC40 T4 Recharge

En concreto 129 CV y 245 Nm de par en el XC40 y 125 CV y 220 Nm en el X2, así que ambos se sienten igual de lentos cuando nos hemos quedado sin batería en mitad de un trayecto.

Por lo que hemos comprobado, ambos generan a la misma velocidad energía para la batería cuando activamos los modos de recarga en marcha, a costa siempre de un consumo mayor.

En ambos superamos los 8 litros de consumo medio con las baterías agotadas. La media homologada baja a 1,7l/100 km en el BMW y a 2,1L en el Volvo pero eso supone hacer un trayecto un 90% en eléctrico.

BMW X2 25e y Volvo XC40 T4 Recharge

Si hacemos un 50-50, es decir, salimos de la ciudad con energía eléctrica, hacemos unos cuantos kilómetros en modo híbrido alternando las energías, y antes de llegar al destino volvemos al modo eléctrico puro, podremos hacer consumos por debajo de los diésel equivalentes en potencia, unos 4 litros a los 100 km o menos.

Como siempre, necesitamos hacer un uso responsable y eléctrico en la mayror medida posible de los híbridos enchufables, más aún de SUV como estos.

Veredicto

Si buscas un SUV premium híbrido enchufable, compacto, que se conduzca igual de bien que sus hermanos diésel, el BMW X2 25e es el que más se ajusta a lo que un coche apoyado eléctricamente debe ser. Es rápido de reacciones, es cómodo, y no compromete casi nada.

BMW X2 25e y Volvo XC40 T4 Recharge

El Volvo por su parte es una apuesta más dinámica y atrevida en diseño, capacidades y respuesta. Igual de eficientes cuando se llevan cargados, el XC40 parece querer ser más dinámico que sus hermanos de gama, aunque la realidad es que está obligado a serlo para contener el peso extra y ofrecer un plus de dinamismo por tener par eléctrico inmediato.

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