Lagonda Vision Concept, así entiende Aston Martin su futura marca exclusiva

En Aston Martin confían en el futuro de Lagonda, una marca que quieren crear como imagen de mayor exclusividad y lujo que la propia Aston. Pero son conscientes de que el futuro será eléctrico, y por ello sus hasta ahora concepts, siguen esa filosofía. Es el caso del Lagonda Vision Concept, un ejemplo de como los ingleses esperan que sea la exclusividad del futuro, de como la electricidad moverá a los vehículos más prestigiosos y lujosos. Unos vehículos, como este Lagonda, que veremos en 2023.

La primera incursión de Aston Martin con este proyecto fue el Lagonda Taraf, y ahora, con el Lagonda Vision Concept, se pretende afianzar su idea sobre como debe ser esta submarca en el futuro, cuando llegue a las calles en forma de coches exclusivos a nivel de tirada y concepto. Y es que Aston Martin ha anunciado que en 2021 llegará el primer modelo real, el cual se empezará a producir y que saldrá a la venta más adelante, acompañado al menos de un segundo modelo para 2023.

Muchas marcas pretenden incluir en su gama modelos de cero emisiones, sin embargo, los planes de Aston Martin con Lagonda son los de crear un fabricante de automóviles de lujo que solo tenga modelos eléctricos. Una selecta gama de vehículos propulsados por baterías alimentadas con electricidad, que pongan en jaque a las marcas de vehículos eléctricos actuales como Tesla. Para ello, Aston Martin hará las veces de madre, suministrando tecnología y apoyo en materia de distribución, pero la filosofía y la estrategia será distinta, enfocada al lujo más ostensible, la tecnología más vanguardista, y la propulsión eléctrica como única forma de movilidad.

Este Lagonda Vision Concept es un prototipo que avanza esa visión de Aston Martin para Lagonda, y que a simple vista parece demasiado futurista para que en unos años sea un modelo de producción. Pero como buen prototipo, Aston Martin ha puesto en él muchos elementos que quizás si veamos en el futuro, así como el gesto de empezar a desarrollar una tecnología que será clave. Es el caso de las baterías que lleva, de estado sólido y que aseguran proporcionará hasta 650 km de autonomía.

El interior es todo un alarde de espacio, con una distribución de cuatro plazas, que parece casi más un salón. Al menos sigue habiendo un volante, por lo que parece que por ahora Aston Martin no quiere pensar en la conducción autónoma.