VW Golf R Variant “¡Otra vuelta papá!”
El estar sentado en un coche como este, un familiar tan potente, me hace reflexionar sobre quién va a comprar este coche, y está muy claro, este coche es el que se va a comprar tu amigo, ese que es el primero en tener hijos y tiene por un lado a su mujer poniendo lógica en la relación y pidiendo por ello que venda su pequeño hatchback o su biplaza de rutas a cambio de un familiar en el que ir cómodos, pero como ese amigo tuyo es muy listo, no va a irse a una berlina familiar de pocos CV, elige una versión “mutada” como esta, y se compra un Golf R Variant. Problema resuelto y todos contentos.
Además este coche puede llegar a engañar a aquella persona que no tenga ni idea de coches, porque a los que nos encantan, su look puritano y relativamente comedido no nos engaña, sabemos que debajo de ese capó hay un motor que entrega 300CV con un cambio DSG6 y un gran turbo. Esto es precisamente lo que me gusta de estos coches, que no lo parece, pero si les aprietas tienen mucho mas fuelle de lo que puedes imaginar, y eso es un placer. Me sorprende lo sutilmente bello que es, y con todo eso, la impulsiva agresividad que tiene. Y lo mejor de todo, que no te da ningún susto respecto al consumo, 7.0 litros.
El interior del coche es muy cómodo, es idéntico al que encontramos en el Golf R “normal” (si se me permite llamar normal a semejante bestia). Estos nuevos interiores de VW me tienen cautivado, no solo dan la sensación de calidad, si no que la tienen, todo lo que tocas es muy consistente, aunque está nuevo y por ello no tienen ningún grillo, si nos fijamos en como aguantan el paso de los años los interiores de esta marca, y lo extrapolamos a este, tendremos la certeza de que es un interior de muchísima calidad y dureza. Pero ya sabemos que para que un interior sea así no tiene por qué ser feo, el del R es precioso, por lo menos es de los que me gustan a mí, no está muy cargado y es muy agradable estar ahí metido, y sabe sacar a la luz las líneas “R” del Golf.
