Viajamos hasta Arizona para conocer al nuevo y ansiado M2
Ya está aquí la segunda generación del BMW M2, que debuta con un motor 3.0 biturbo de 460 CV, cambio manual o automático y hasta un Drift Analyser para optimizar tus derrapadas.
La represión contra la velocidad es creciente en todo el planeta, pero al mismo tiempo las ventas de la división BMW M no dejan de crecer en el mundo, con 177.257 unidades (+8,4%) en 2022. Además, ya hay en la gama dos eléctricos puros (i4 M50, iX M60) y un híbrido enchufable (M760e). Pero como los fieles a Motorsport saben de coches y saben lo que quieren, el más vendido es también el más puro, nuestro querido M2. Compacto, con un seis cilindros en línea, cambio manual (o automático) y tracción trasera, la fórmula que desde los años 60 ha hecho que BMW sea tan especial.
Recordemos que el primer M2 (lanzado en 2015) causó sensación con su carrocería ancha al estilo del primer M3 (E30) y su motor 3.0 6 cilindros turbo de 370 CV combinado con un cambio manual. Aceleraba de 0 a 100 4,5 segundos y alcanzaba 250 km/h. No defraudó a nadie con su poderío y pureza, un deportivo donde cualquier movimiento en la dirección tenía un efecto inmediato. En su respuesta mandaba por supuesto el eje trasero, y tan ágil que podías confundirlo con cierto nerviosismo. El motor turbo empujaba con mucha fuerza, con esa zona alta excitante que esperas de un M entre 5.000 y 7.000 rpm. Después fue sustituido por el M2 Competition (410 CV) y más tarde se unió el M2 CS (450 CV).
Desde que se lanzó el primer M2, que ha estado a la venta hasta 2022 con varias evoluciones, se han entregado 60.000 unidades, y los principales mercados fueron Alemania (20%), EEUU (19%), Reino Unido (11%), China (11%) y Japón (6%).
Más potente que nunca
El nuevo M2 rinde 460 CV y 550 Nm, 90 CV más que el M2 de 2015. Además, permite una aceleración de 0 a 100 en 4,1 segundos y una velocidad máxima de 250 km/h, que pasan a ser 290 con el M Driver´s Package. Es decir, que el nuevo M2 “básico” es 10 CV más potente que el anterior M2 CS, y también acelera 0,1 segundo más rápido. Como el anterior M2, emplea un motor muy similar al que montan los M3 y M4, una mecánica a la que le gusta subir de vueltas con un sonido apasionante y que rinde la potencia máxima a 6.250 rpm. aunque sube hasta las 7.000 (el actual M4 Competition alcanza 510 CV, y a diferencia del M2 se puede comprar con tracción total). Además, el M2 está listo para entrar en circuito sin piedad, con un sistema de lubricación y refrigeración capaz de funcionar bajo condiciones de aceleraciones transversales y longitudinales extremas. De hecho uno de los grandes atractivos del M2 siempre ha sido ser una especie de M4 pero más corto y ligero, conservando su polivalencia y su apasionante conducción. Ya sea en conducción rápida o tranquila el abundante par disponible siempre es de agradecer, con 550 Nm entre 2.650 y las 5.870 rpm. El cambio puede ser manual de seis marchas o automático M Steptronic de 8 velocidades (en el anterior M2 el automático era de siete).
Nuevos rasgos de diseño
La primera mirada al nuevo M2 nos muestra un morro “raro”, aunque a eso ya nos tienen acostumbrados los diseñadores de BMW hace mucho tiempo. De hecho el frontal es menos rompedor que el de los actuales Serie 3 y Serie 4. El gran cambio es que los riñones no llevan un perfil cromado, algo que era norma de la casa desde tiempo inmemorial, incluyendo sus hermanos de gama como el M240i. Eso hace que no haya ni un solo cromado a la vista. También lleva un solo faro en cada lado, como los Serie 2 actuales (tipo G42). Los clásicos pasos de rueda musculosos también destacan y son diferentes, más inflados, que los del M240i. Además, los parachoques/faldones delanteros y traseros son más angulosos y cuadrados. En la parte trasera no podían faltar las cuatro salidas de escape típicas de los M, con un difusor entre ellos. La nueva imagen del M2 incluye dos colores exclusivos para el M2, como son el Zandvoort Blue Metallic (azul claro) y el Toronto Red Metallic (rojo anaranjado). El techo de fibra de carbono es opcional (por primera vez en un M2) y supone un ahorro en el peso total de 6 kg.
Chasis afinado
Al igual que el motor, el chasis deriva directamente del que se emplea en los M3/M4, con idéntico esquema de suspensión. Esta es adaptativa es de serie, con amortiguadores controlados electrónicamente. Incorpora dirección M Servotronic (modifica dureza y radio de giro según la velocidad) y también, con el sistema de frenos M que permite elegir entre dos tactos del pedal. Lleva llantas de 20” detrás y de 19 delante e incorpora un diferencial autoblocante M con control electrónico, y el control de estabilidad DSC cuenta con Dynamic Mode. Y como el juguete para mayores que es, el M2 ofrece el control de tracción dispone de diez niveles de ajuste, algo que puede ser muy interesante rodando en circuito. Naturalmente el piloto también puedes regular (modos Efficient, Sport, Sport Plus) el motor, la suspensión, la dirección y, como hemos señalado anteriormente, los frenos.
Interior inesperado
Sorprende comprobar que, a diferencia del anterior M2 o el actual M240i, que lleva la instrumentación digital bajo una consola convencional, el M2 luce una gran pantalla horizontal (en realidad dos unidas) como la que montar los eléctricos i4 o iX. El tiempo dirá si esto es lo que querían los clientes. El resto del interior rebosa deportividad, con espectaculares acabados con cuero y aluminio y un volante multifunción con los dos pulsadores rojos M Drive (M1 y M2) que ya llevaba el anterior y que sirven para memorizar nuestros reglajes favoritos. Lo novedoso es que ahora lleva de serie el sistema de regulación M Drive Professional que incluye con Drift Analyser, que te dice la duración, el ángulo y la distancia recorrida durante la derrapada, muy útil si tienes un circuito o una gran rotonda solitaria cerca de casa. El 95 por ciento de los conductores no lo usarían, pero ya sabemos que los incondicionales del M2 son gente especial. El Drift Analyser no es nuevo, y ya lo vimos disponible opcionalmente en el M4 Competition, dentro del paquete M Race Track. En cuanto a los asientos, hay tres tipos diferentes, incluyendo por supuesto unos asientos tipo bucket de carbono. La marca ofrece también una amplia gama de accesorios dentro de su oferta Performance Parts, incluyendo nuevas llantas, un sistema escape en titanio o piezas en fibra de carbono. Respecto al precio, tanto el manual como el automático costarán 91.250 euros.