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Top 10 Supercars japoneses: los mejores deportivos nipones

Los nipones copiaban a los occidentales pero hace años que hacen las cosas a su manera, y a veces incluso mejor. Este es el top 10 de supercars japoneses.

Lexus LFA (2010)


Se lo planearon sin límite de coste ni de tiempo de desarrollo, como muestra de capacidad tecnológica. No había nada equivalente, con estructura de fibra de carbono y un motor V10 delantero/central derivado de la F1. Culatas de aleación de magnesio, válvulas de titanio, pistones de aluminio forjado… y sube hasta las 9.000 rpm. Solo 500 unidades.

Honda NSX (1990)

Supercars japoneses


Fue el primer automóvil con carrocería autoportante de aluminio. Gordon Murray lo consideró el mejor deportivo de su tiempo y le sirvió de referencia para su McLaren F1. El primero montó un V6 con sistema VTEC de 280 CV. El nuevo NSX híbrido de 580 CV lanzado en el año 2016 también
es una virguería técnica.

Nissan GT-R (2008)

Supercars japoneses


Hace ya 50 años que Nissan lanzó el GT-R. El actual (tipo R35) es la sexta generación y se comercializa en Europa desde 2009. Es una joya de la ingeniería con unas características que no se encuentran en ningún otro coche, un auténtico matagigantes. Ha ido evolucionando pero lo esencial permanece: motor 3.8 V6 biturbo de 570 CV combinado con un cambio automático de doble embrague y seis marchas. En la foto aparece el reciente GT-R by Ital Design, cuya producción está limitada a 50 unidades.

Toyota 2000 GT (1967)


¿Se puede calificar como supercar un modelo con 150 CV? Lo indiscutible es que solo se fabricaron 351 unidades y hoy está considerado como el clásico japonés más bello y valioso. Con un motor 2.0 de seis cilindros y una carrocería de de 4.175 mm de largo, es más corto que un Toyota GT86 actual (4.240 mm). Llaman mucho la atención sus faros escamoteables.

Toyota TS020 (1988)

Supercars japoneses


También conocido como GT-One, fue desarrollado para la Clase GT1 y optar a la victoria en Le Mans. Participaron en la carrera en 1998 y 1999, y en la primera ocasión estuvieron muy cerca de ganar pero les falló el cambio. Los ingenieros de Toyota Motorsport GmbH hicieron dos unidades “de calle” y ambas se exponen en museos Toyota de Alemania y de Japón.

Nissan R390 (1997)


Como el Toyota GT1, nació para competir en resistencia y sobre todo en Le Mans. Lo fabricó TWR, partiendo de un monocasco de Jaguar XJR-9. Para el motor modificaron una antigua mecánica Nissan de grupo C, un 3.5 V8 biturbo de 650 CV. En Le Mans de 1997 participaron 3 unidades (dos del equipo oficial), y hay fotos de una unidad de calle matriculada. Uno de los supercars japoneses más icónicos.

Yamaha OX99 (1992)


Podía estar en el olimpo de los deportivos junto a modelos muy exóticos, pero no llegó a venderse. Yamaha retiró sus motores de la F1 en 1989 y quisieron usar el V12 para un supercoche de fibra de carbono con conducción central, y otro asiento detrás. Lo hicieron en colaboración IAD y se construyeron tres prototipos antes de que suspendiera el proyecto.

Kode Zero (2017)

Supercars japoneses


Es una creación de Ken Okuyama, cuyo nombre está en la historia del automóvil como diseñador del Ferrari Enzo. El japonés diseña y fabrica coches con la base mecánica de deportivos italianos. El Zero emplea la base de un Lamborghini Aventador V12 y su alucinante estilo recuerda a concepts de los setenta, como el Maserati Boomerang o el Lancia Stratos Zero.

Mitsuoka Orashi (2006)


Un diseño extraño, en plan submarino del capitán Nemo y el que quizás sea uno de los supercars japoneses más raro. Y su nombre era un homenaje a un dragón mitológico. Llevaba un 3.3 V6 en posición central de 230 CV. La producción terminó en 2016 y ahora venden coches modificados como el Rock Star, un curioso MX-5 al estilo Corvette Sting Ray, o el Viewt, un Nissan Micra con el morro de un Jaguar Mk II…

Aspark owl (2019)


Este eléctrico rinde 1.480 kW (2.012 CV) y un par de 2.000 Nm. Pero lo más impresionante es una aceleración de 0 a 100 km/h en 1,69 segundos, y no sabemos cómo se te queda el cuerpo tras experimentarla. Emplea una estructura de carbono y un motor en cada rueda. Lleva un sistema de torque vectoring y aseguran que alcanza 400 km/h y que la autonomía ronda los 450 km.

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