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Roger Vadim: memorias de un vividor

Roger Vadim (1928-2000) fue un tipo inteligente y con talento que supo aprovechar las oportunidades que le dio la vida. Es casi más conocido por sus romances con las actrices más bellas que por sus películas, pero a él nunca le importó demasiado. Al fin y al cabo, que preferirías: ¿ganar una figura dorada de un tío calvo o conducir un Ferrari junto a Caterine Deneuve?

Roger Vadim

Su verdadero nombre era Roger Vladimir Plemiannikov, y su padre Igor llegó a Francia en 1917 tras luchar contra los bolcheviques. Se hizo cónsul francés y murió con solo 34 años, así que Roger tuvo un padrastro urbanista al que quiso mucho, aunque luego su madre se separó de él. Digamos que ya llegó entrenado al batiburrillo conyugal que le esperaba, porque a lo largo de su vida tuvo dos hijos y dos hijas, todos de madres diferentes, y se casó cinco veces.

En sus memorias, modestas y sinceras, Roger Vadim recordaba que su entrada en el mundo del cine se la debía al director Marc Allégret, al que ayudó como asistente y guionista. Su vida cambió cuando conoció a Brigitte Bardot, en 1948.

Roger Vadim

Ella apenas tenía 15 años y él 20. Roger tuvo que superar las reticencias de la familia Bardot hacia él, y en una ocasión en que el padre de Brigitte la obligó a cortar con Vadim, ella intentó suicidarse con el gas de la cocina. Su padre la encontró inconsciente, así que en diciembre de 1952 se anunció la boda. Y se las arreglaron para pasar una semana en casa de la madre de él, en Saint-Tropez.

“Paseamos por el puerto en un viejo Bugatti que había comprado por 70.000 francos e hicimos excursiones por las carreteras del interior. A veces el Bugatti se negaba a andar y había que empujarlo. De regreso recogíamos ramas secas para la chimenea de nuestro cuarto, y por la noche hacíamos el amor junto a la lumbre”.

‘Y dios creó la mujer’

Decidió buscar un empleo fijo y le contrataron en Paris-Match como periodista con un sueldo de 80.000 francos al mes (más o menos lo que le costó el Bugatti). Entonces se compró un Simca Aronde.

No queremos extendernos en lo relativo a su relación porque al fin y al cabo, no somos el ¡Hola! Brigitte hizo varias películas hasta que se convirtió en sex symbol mundial con Y Dios creó a la mujer (1956), dirigida por Vadim. Aquella película era un festival de sensualidad gracias a Brigitte Bardot, cuya belleza y actitud frívola provocaban numerosos problemas entre los hombres que la deseaban.

Tan frívola era que durante el rodaje ella engañó a Vadim con el actor Jean-Louis Trintignant. Vadim la veía así: “Era espontánea y libre, infiel y muy romántica. Según Vadim, las mujeres así, obsesionadas con el amor eterno, persiguen un absoluto que no hallan en ningún hombre.

Nuestro protagonista se tomó los cuernos bastante bien y se dispuso a disfrutar de la vida con su Lancia Aurelia Spider. Entre sus compañeros de juergas estaba Gunter Sachs (1932-2011), el famoso playboy heredero de la Opel.

A principios de 1957 conoció a la danesa Anette Stroyberg y en diciembre tuvieron una hija. Se casó con ella seis meses después y en 1959 se compró el primer Ferrari. “Conocí a Enzo Ferrari por mediación de mi amigo Claude Bourillot, piloto de carreras”.

Era un 250 GT California LWB (chasis 1283 GT) y según Vadim “el único Ferrari de Saint-Tropez aquel año. Françoise Sagan conducía un Aston Martin y Gunter Sachs un Mercedes 300 SL. La prensa sensacionalista se cebaba con ellos, y según Vadim, “lo que confería un ambiente especial a Saint-Tropez era la feliz mezcla de dinero y clase, de gente sin blanca que vivía a todo tren y de millonarios que jugaban a vivir como bohemios”.

Las carreras contra Sachs en su 300 SL no contribuyeron a mejorar su imagen. Vadim tenía una visión curiosa sobre el matrimonio: “Siento tan poco respeto por tal institución que ni siquiera tengo prejuicios contra ella. Ahora bien, si firmar un documento podía simplificar nuestra vida, proteger a nuestra hija de habladurías y demostrar mi amor a mi mujer, ¿por qué no?”.

A principios de 1960 grabó en Roma con Anette la película vampírica Et mourir de plaisir, y después se fueron a esquiar a Suiza. Allí se rompió el tobillo derecho por varias partes y Gianni Agnelli le envió su avión particular para llevarle a Zúrich. Cuando se despertó en el hospital estaba solo, porque su esposa había ido con un cantante llamado Sacha.

“Mi comprensión con Annette, que mis amigos tomaban por descuido o cobardía, obtuvieron su recompensa cuando ella decidió dejar a nuestra hija Nathalie conmigo”.

Su tercera mujer y un nuevo ferrari para Roger Vadim

Dos meses después conoció a una chica muy especial llamada Catherine Deneuve. Él tenía 32 años y ella 17. Pronto se fueron a vivir juntos. En 1961 Roger cambió su Ferrari 250 California LWB por un nuevo SWB (batalla corta), chasis 2175 GT. Recuerda que en agosto de 1962 participó con él en una carrera en Dijon.

“Contra contrincantes difíciles como Schlesser, Jean Guichet y Claude Bourillot, pero gané”. A la vuelta adelantaron a una comitiva oficial a pesar de los gestos de los policías para que aminorara. “Me puse en el carril izquierdo a 200 por hora, Catherine siempre estaba dispuesta a esa clase de extravagancias.

Roger Vadim

Entonces reconocí una cara en uno de los Citroën negros. ¡Mierda!, es De Gaulle, le dije a Catherine. Yo no podía saber que De Gaulle acababa de escapar de un atentado terrorista y que los escoltas estaban muy nerviosos. Al día siguiente un guardia de servicio nos contó más detalles”. Al pasar el Ferrari De Gaulle había preguntado: “¿Quien es esa rubia? La actriz Catherine Denueve, mon general. Si siempre va con tanta prisa, hará carrera”, dijo el líder francés.

En su biografía hay muchas anécdotas de fiestas salvajes, y es que en aquellos tiempos ser rico y famoso era mucho mejor que ahora. La gente no usaba móviles con cámara y tampoco había radares. Pero no se puede tener todo en la vida, y si te empeñas en salir con las mujeres más deseadas debes asumir muchos riesgos.

Roger Vadim

Así pasó, que Catherine se la pegó con el rockero Johnny Hallyday. Un irónico Vadim dijo después: “Yo debía estar loco cuando sugerí unir a Catherine con un cantante. Por lo visto la experiencia no me había servido de escarmiento”. Nuestro protagonista por su parte intentaba ser fiel pero a veces no lo conseguía.

Así que Roger salía mucho de noche y, tras un incidente con su lancha Ariston Riva, en la que se quedaron a la deriva de noche en medio de una tormenta, las cosas se precipitaron. Poco antes un periodista de Jours de France le preguntó a Deneuve qué fue lo que le sedujo de Vadim: “Su encanto, una cualidad indefinible que radica en la inteligencia, en una sonrisa, en la voz.

¿Qué cualidad moral de Roger Vadim la atrajo más? Su generosidad. Y no me refiero a su tendencia a hacerse cargo de los problemas financieros de familiares y amigos, sino una actitud interior que le hace ver siempre el lado bueno de la persona. Sabe aceptar a la gente tal y como es”. A pesar de tenerle en tan alta estima, Catherine se fue con Hallyday y Roger conoció a Jane Fonda en diciembre de 1964, cuando ella tenía 24 años.

Una boda más, esta vez en las vegas

Con Roger Vadim la norteamericana mejoró como actriz, se culturizó y rodó el gran éxito Barbarella. Vadim le decía a Jane que llega un momento en que un actor debe olvidarse de lo que ha aprendido y encontrar su estilo. “Un piloto llega a campeón cuando ha asimilado las técnicas de conducción perfectamente.

Entonces puede fiarse de sus reflejos e improvisar”. Con Jane pasaba temporadas en Malibú y en su casa de campo en Francia, y estaban tan felices que se casaron en agosto de 1966 en Las Vegas.

En junio de aquel año, tras vender el 250 GT California SWB Vadim compró el 275 GTB azul (chasis 08641) con morro largo y color Azzuro. Debió ser una etapa muy feliz porque al final del verano le regaló el coche a la actriz. Aquel Ferrari también lo usaron para volver a casa desde el hospital tras el nacimiento de su hija Vanessa, en octubre de 1968 (aunque a la ida la llevó en un Citroën DS).

Pero la llegada del bebé debió cambiar las prioridades de Jane, y un mes después del alumbramiento el 275 volvió a Franco-Britannic Autos. De sus siguientes coches sabemos poco, pero en 1974 se difundió el rumor que el presidente Giscard d’Estaing había tenido un accidente con un Ferrari que le había dejado Vadim. Fue al amanecer, iba con una actriz que era su amante y se tragaron un camión de reparto de leche.

Roger Vadim, un tipo entrañable

A Roger Vadim Jane Fonda le duró hasta 1970, cuando la actriz entró de lleno en su fase militante contra la Guerra de Vietnam. Siendo niño Vadim vio muchas cosas durante la ocupación nazi de Francia. Todo tipo de miserias, sadismo, traiciones, estupidez o hipocresía, y también el heroismo y la abnegación de mucha gente sencilla.

Así que a los 16 años había establecido una regla: “Para evitar la amargura tomaría lo mejor de la vida, es decir, sus placeres. El mar, la naturaleza, el deporte, los Ferrari, los amigos y colegas, el arte, las noches de alcohol, la belleza de las mujeres, la insolencia y un buen corte de mangas a la sociedad”.

Roger Vadim murió en febrero de 2000 en París a los 72 años víctima de un cáncer, y todas sus ex mujeres acudieron al funeral. Brigitte solía decir de él que era el único hombre que la había conocido de verdad.

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