Rimac Nevera: probamos el eléctrico que reta a todo hiperdeportivo

Lo primero que quieres saber sobre el Rimac Nevera es cómo se siente el Launch Control de un hipercoche eléctrico con el doble de potencia que un monoplaza de Fórmula 1 moderno.

Yo también me preguntaba eso, y casualmente diezmar el récord mundial de coches de producción del Bugatti Chiron fue casi lo primero que hice en un “Refrigerador”. Me dieron el mío en la pista de un tranquilo aeropuerto provincial croata, su morro ya apuntaba hacia los conos que marcaban el final del cuarto de milla.

Mate Rimac estaba allí y muy feliz de que yo consiguiera batir un nuevo récord mundial con mi primer empujón del acelerador, tan seguro estaba de la facilidad y seguridad con la que su coche lo haría.

Esa podría haber sido una mejor historia, pero dado que todavía había manchas de humedad en el asfalto y las líneas anchas pintadas por la lluvia de la mañana, pensé que primero reconocería la pista y el coche. Podrías llamarlo cobardía.

Lo llamo tener 46. Así que rodé suavemente hasta el final de la pista, usando solo la mitad del acelerador y apenas 1.000 CV, más o menos, sintiendo los frenos y la dirección del Nevera antes de girar y regresar a la línea de salida para “La Carrera”.

Segundo intento

El procedimiento de lanzamiento es bastante sencillo. Parar. Elige el modo “Track” con el más cercano de los dos controladores giratorios de aluminio fresados con CNC que brotan del tablero como antenas de caracol, haciendo que los motores de cada rueda dispongan de toda la potencia: 268 CV en la parte delantera y 670 CV en la parte trasera.

Por rueda. Luego aprietas el freno, el acelerador, sientes que la parte trasera gira hacia abajo unos pocos grados mientras los motores precargan la suspensión, y cuando sueltas el freno, oh, ¡Dios mío!

He hecho salidas completas en algunos coches rápidos. Pero como sugieren sus afirmaciones de precio, potencia y rendimiento, el Rimac Nevera es un pársec aparte por su impacto fisiológico en la unidad humana.

No es violento: la imposibilidad de poner los 1940  CV y 2.300 Nm al suelo desde un arranque desde parado, y la modulación precisa e instantánea posible con el accionamiento eléctrico, significa que comienza suavemente, perfectamente adaptando el par a la tracción.

Pero una vez rodando, la velocidad de aceleración se dispara hacia el cielo, y parece aumentar en lugar de disminuir con la velocidad a medida que el Nevera encuentra más agarre.

Puede que no sea violento, pero da miedo. Me encontré queriendo mirar hacia un lado, lejos de la escena de mi accidente seguramente inevitable. Si crees que los vehículos eléctricos suenan aburridos, necesitas escuchar el grito de los cuatro motores del Nevera cuando los vatios se disparan hacia ellos, y el desgarro de sus neumáticos en el asfalto.

Después de un cuarto de milla, 8,6 segundos y alrededor de 260 km/h, pude levantar, frenar, exhalar fuerte y, rápidamente, comenzar a maldecir. Para algunos, Rimac Nevera podría ser la abreviatura de nunca más.

Al menos se acabó rápidamente. El Launch Control aún no está completamente rematado, pero el Nevera ya es 0,8 segundos más rápido que el Chiron en el cuarto de milla. El registrador de datos mostró un 0 a 100 km/h en 2,1 segundos frente a los 2,4 del Chiron, pero una vez terminado, Rimac dice que el Nevera lo hará en 1,85 segundos.

Incluso si el Model S Plaid y el Roadster de Tesla cumplen con las afirmaciones de Elon de superar eso, no tendrán el poder de acercarse al cuarto de milla del Nevera, que es la mejor medida. Se dice que la velocidad máxima es de 415 km/h, pero solo lo hará durante unos cinco minutos.

Tormenta eléctrica: la definición del Rimac Nevera

En estos días abundan tantos hipercoche electrificados que podrías equivocarte y llegar a confundirte. Pero el Nevera, llamado así por una feroz tormenta eléctrica que ocasionalmente golpea la costa croata, es el que más merece su atención.

El peligro de establecer récords mundiales como objetivos de ingeniería es que pueden eclipsar al resto del automóvil y hacer que la gente piense que es un poni de un solo truco.

Mate Rimac también estableció un montón de objetivos similares a los de Gordon Murray en ergonomía, visibilidad y un diseño relativamente sutil destinado a hacer del Nevera un automóvil GT. Y, dejando de lado el minúsculo espacio en el maletero de 100 litros, los ha alcanzado en gran medida.

Uno de los objetivos era que, para facilitar la entrada y la salida, el umbral debería ser lo suficientemente estrecho como para permitirte descansar el pie en el suelo exterior mientras nuestro trasero todavía está en el asiento. ¡Intentar hacer eso en la mayoría de los rivales…!

Más de 500 km de alcance

También hay una lista de otros superlativos que probablemente importan más que la aceleración desnuda. La batería de 120 kWh tiene la capacidad más alta de todas las instaladas hasta ahora en un automóvil de producción, y podría cargar hasta 500 kW si estos cargadores estuvieran disponibles. A 350kW, puede pasar del 20% al 80% en 18 minutos y funcionará alrededor de 550 km (WLTP).

La batería es un elemento estructural en el monocasco de fibra de carbono más grande y rígido de la industria del automóvil, en cuyos extremos están atornillados los bastidores auxiliares que llevan la suspensión de doble horquilla, los frenos carbocerámicos de 390 mm, los motores y sus cajas de cambios de una velocidad.

Debido a que los motores funcionan de forma independiente, el sistema de vectorización de par puede alterar constantemente sus salidas relativas para mantener el Nevera en el lugar deseado. Puedes alterar el reparto de par tu mismo y hacer del Nevera un coche con tracción delantera, si insistes. Puedes ver las temperaturas del inversor o las salidas de par actual de cada motor mientras conduces.

Puedes grabarte a ti mismo mientras conduces y producir una película superpuesta con los datos que elijas. Después de detenerse, puedes superponer los datos en una ruta en Google Earth y ver dónde obtuvistes más energía o alcanzaste la velocidad máxima. Y su “entrenador de circuito” de inteligencia artificial descubrirá la forma más rápida de recorrer un circuito, e incluso te dará una vuelta de demostración.
fácil y cómodo.

Este hipercoche de casi 2.000 caballos de fuerza no es más difícil de conducir que un Honda NSX. El tren motriz es absolutamente dócil a bajas velocidades y en el más suave de los tres ajustes, la suspensión es lo suficientemente compatible.

La configuración más suave permite flotar y revolcarse cuando aumenta la velocidad y la siguiente configuración a veces es demasiado dura y ruidosa para carreteras en mal estado y bajas velocidades. Por lo tanto, debes alternar entre los dos, pero eso se puede conseguir con el controlador giratorio, moviéndote entre “Comfort” y “Sport”, o con los propios ajustes predefinidos.

Una vez que tienes las cosas como te gustan, el Nevera simplemente fluye. En las configuraciones de suspensión más dura, no adivinarías el peso del automóvil que estás conduciendo: gira obedientemente, se conduce principalmente con fluidez, amortigua el tirón en un movimiento y se detiene con fuerza cuando lo necesitas.

La dirección tiene poca sensación, pero es rápida y precisa y tiene tanto peso como desees. El único elemento discordante es la respuesta de los frenos, que actualmente es demasiado aguda para mi gusto, aunque muy tranquilizadora.

Es divertido conducirlo y no es un poni de un solo truco, pero tiene la sensación de que el chasis está en gran parte al servicio de la transmisión.

Incluso en una carretera en lugar de una pista de aterrizaje, ahí es donde reside la mayor parte del atractivo del Nevera: la medición constante de cuánto de su poder, aparentemente sin fondo, puedes desplegar. El Nevera se mueve entre el tráfico, pero parece no estar relacionado con él.

Su capacidad para comprimir las distancias de adelantamiento es sobrenatural, pero también se siente extrañamente más socialmente responsable: puedes hacerlo antes, se acaba casi instantáneamente y estás en camino.

¿Cómo deben verse los demás usuarios de la carretera? Como si estuvieran viendo una película de acción, y el coche que acaba de pasarlos ha sido “cortado” en la escena a triple velocidad. No se siente menos irreal por dentro.