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¿Con cuál te quedas? Renault Clio RS (2016) o VW Golf VI R (2009)

Renault es especialista en realizar los mejores pequeños deportivos. Desde la época del primer Renault 5 Turbo la leyenda se ha ido repitiendo hasta el nuevo Clio RS de 220 CV, creando algunas joyas como el Clio Williams, el Clio 172 Trophy o, más recientemente, el RS 200 CV. Para esta nueva generación Renault ha tenido que contentar muchos frentes, volviendo al turbo para lograr un motor de alta potencia y bajo consumo, combinándolo con una caja secuencial de doble embrague y seis marchas y utilizando, por primera vez en un Clio deportivo, la carrocería de cinco puertas, ya que es la única disponible en la actual generación.

¿El resultado? Un pequeño misil tierra-tierra capaz de alcanzar los 100 km/h en 6,6 segundos, superar los 230 km/h y consumir solo 6 litros de promedio oficial. Su precio son 27.000 euros, aunque seguro que a pie de concesionario las ofertas son interesantes. Un vistazo a los coches de ocasión nos descubre que los Golf R de sexta generación, con 270 CV y tracción total, están entre los 23.000 y los 27.000 euros, según sean de 3 o 5 puertas, manual o automático y su estado y kilometraje. ¿Clio Trophy nuevo o Golf R usado?

Nuestro Clio es ya la versión Cup de 220 CV. Al volante lo cierto es que el motor no suena como el de los anteriores Clio y, como ocurre a algunas marcas cuando se pasan al turbo en sus deportivos, el sonido no es tan excitante. Del mismo modo, la suspensión en esta versión Cup es tan dura que hace que un viaje largo sea poco propicio para este utilitario, pero la dirección es magnífica por tacto y ligereza, y en cuanto alcanzamos cierto ritmo el Clio empieza a bailar de curva a curva mientras disfrutamos al máximo de su conducción. El morro no se clava como antaño, pero es solo una sensación, porque hay agarre de sobra, y solo si levantamos el pie en plena curva la trasera va a salir tímidamente para redondear los virajes más cerrados. ¿Divertido? Muchísimo.

LO MEJOR DE CADA GENERACIÓN

Aunque deja algunos huecos por donde se cuela el Golf R. La sexta generación del compacto alemán es, para nosotros, la mejor de la historia, al combinar lo mejor del Golf V con la tecnología que más tarde estrenó el Golf VII. El R es un buen ejemplo. El motor 2.0 TFSI del GTI alcanza los 270 CV, se une a una tracción total 4-Motion con control electrónico y cuenta con caja manual o DSG. Los cambios externos no son muchos, pero sí muy hábiles, con un faldón delantero exclusivo de la versión R con luces Led integradas, luces traseras con pilotos oscurecidos, elegantes llantas de cinco radios…pero no es esto lo que sorprende, sino que el Golf, en marcha, parece mucho más rápido que el Clio e indudablemente, su calidad interior y su pisada son de otro segmento.

El motor del R se mantiene en calma hasta las 2.500 revoluciones, pero a partir de ahí se revuelve y nunca se siente como un utilitario más, sino como un deportivo al acecho buscando su presa, apoyado en una aceleración brutal y en unas recuperaciones de vértigo. La dirección es directa y los frenos muerden mucho y bien, lo que unido a una caja manual de excelente tacto hacen que sea fácil ir muy muy rápido, y que tengamos seguridad y control sobre el coche. El Golf muerde con la certeza de una dirección dura comparada con la del Clio o con cualquier coche más moderno con asistencia totalmente eléctrica, frena con fuerza y la potencia se reparte de forma uniforme cuando la adherencia se complica. Comparado con el Golf R VII de 300 CV, la tracción total es en el “sexta” un poco más lenta de reacciones, la dirección también se muestra más lenta y tiene algo menos de pegada, pero también cuesta 15.000 euros menos. La mayor cilindrada del Golf le permite salir con rapidez sea cual sea la marcha, y aunque su peso es más alto, lo cierto es que parece convertirse en un coche más veloz.

De cara al mantenimiento, Renault ofrece dos años de garantía y varias posibilidades de ampliación, con precios muy ajustados. En cuanto al VW, muchas unidades de ocasión se venden en la red oficial con garantía de la marca, lo que es una gran ventaja, pero en general suelen ser coches bien cuidados y conviene que tengan realizado el mantenimiento en la red oficial, de modo que podamos seguir su historial. La caja manual no da pegas, como tampoco las DSG de seis marchas, a las que hay que cambiar el aceite cada 50.000 kilómetros. El diferencial Haldex requiere cambio de aceite cada tres años, y en general debemos atender bien su mantenimiento para conservarlos en el mejor estado muchos años. Las llantas de serie son de 18 pulgadas, y son las que mantendríamos si la unidad que encontramos las equipa, ya que tienen más “balón” en su neumático y por tanto perjudican menos a la suspensión y sus soportes. La unidad probada tiene suspensión no regulable y va de maravilla, así que no hay que obsesionarse por buscar una versión con la suspensión electrónica.

El equipamiento del Renault Clio Trophy puede ampliarse con algunos detalles exclusivos como los asientos tipo bácquet o la pintura en blanco mate, mientras que toda la gama puede incorporar la cámara de visión trasera, el chasis Cup o los neumáticos Dunlop Sport Maxx. En el caso del Volkswagen Golf la lista de opciones es larga: llantas de 19 pulgadas, suspensión de dureza regulable o asientos Recaro son las más reseñables, aunque en nuestro mercado hay muchos que están equipados a tope.

DECISIÓN FINAL

Llega el momento de decidir, y si al principio surgían dudas, al final tenemos un claro ganador, y es el Golf. Por el mismo dinero, o incluso algo menos, obtenemos un coche más potente, rápido y deportivo, que solo penaliza en consumo, pero que es más utilizable en el día a día por su confort, más seguro por la tracción total, y con un 0 a 100 km/h en 5,7 segundos que pone en aprietos a muchos deportivos, más práctico por su mayor espacio y, sobre todo, mucho más divertido cuando conducimos a fondo de un punto a otro, que es de lo que aquí realmente se trata. Además, la altísima calidad del coche inicial y el buen mantenimiento de las unidades a la venta hacen que encontrar un Golf R y poder negociarlo no sea una misión difícil. El Clio tiene muchas fortalezas, y en especial una mayor agilidad que el Golf, pero todavía no está al nivel de los Clio RenaultSport de antaño.

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