Prueba VW Golf R 2021: lo hemos encontrado
Han pasado muchos años desde el primer Golf R, el Golf 4 R32 lanzado de 2002. Aquel llevaba un 3.2 V6 atmosférico de 240 CV y tracción total. El Golf 7 R que se vendía hasta ahora (lanzado en 2017) rendía 310 CV con su motor 2.0 turbo, y por supuesto con tracción a las cuatro ruedas. El que presentamos hoy es por tanto el quinto Golf R. La fórmula del VW Golf R 2021 sigue siendo la misma, aunque hay muchos cambios de chasis con respecto al último modelo.
La altura de la carrocería es ahora 20 mm más baja, el camber delantero –la caída de las ruedas– se ha incrementado, los muelles y las barras estabilizadoras se han reforzado un 10% y los amortiguadores y bujes también se han mejorado.
Además, el subchasis delantero del VW Golf R 2021 ahora es de aluminio, y los brazos transversales traseros han sido rediseñados para una respuesta más directa a los impulsos de la dirección. Un punto clave es la introducción del sistema de reparto vectorial del par, al que han llamado R-Performance Torque Vectoring. Este distribuye la potencia del motor no solo entre los ejes delantero y trasero, sino también, y de forma variable, entre las dos ruedas traseras. La agilidad mejora notablemente, y puede reducir el subviraje enviando más empuje a la rueda trasera exterior mientras, si es necesario, desacelera su opuesto para acelerar la acción de giro.
Hay mucho de software nuevo para interconectar los distintos sistemas de control dinámico, y la tracción total trabaja con el bloqueo de diferencial XDS y el control de chasis adaptativo DCC. Todo esto combinado podría haber terminado haciendo que la conducción se sintiera artificial, digital e intrusiva. Pero a medida que aumentan los kilómetros es obvio que este es un automóvil excelente, que logra unir sus elementos dispares en un todo muy equilibrado. Hay mucho nuevo que asimilar cuando te subes al coche. La palanca del cambio automático, por ejemplo, ha sido reemplazada por un pequeño mando del tamaño de un mechero que funciona por cable, sin conexión mecánica.
En teoría, podrías cambiar de marcha moviéndolo hacia arriba y hacia abajo, pero las levas de cambio agrandadas son mucho más gratificantes de usar. Y vale la pena tomarse el tiempo para familiarizarse con los modos de conducción del Golf R, porque a diferencia de los que llevan otros coches, estos permiten resaltar diferentes aspectos de las capacidades del R y exigen varios grados de participación del conductor.
Una amplia variedad de parámetros
El modo “Sport” brinda una respuesta de aceleración agradablemente rápida, pero el modo “Race”, al que se puede acceder directamente presionando el botón “R” a la izquierda del volante, es mejor si quieres que no suba de marcha antes de lo que te gustaría. Pero si deseas apurar cada marcha aun más, el modo individual ofrece una amplia variedad de parámetros modificables y te permite realizar ajustes mediante un control deslizante táctil de 10 pasos.
Entonces, si el modo “Confort” no es lo suficientemente cómodo, hay 10 incrementos posibles hacia una conducción aún más suave. En el otro extremo del espectro, Race se puede aumentar aún más hasta que sea mejor que tenga el botiquín de primeros auxilios a mano. Incluso en modo “Sport” con “ESC” completamente activo, puedes sentir la vivacidad del eje trasero.
El R Performance Pack es una opción muy recomendable. Puede aumentar la velocidad máxima a 270 km trae dos nuevos programas de conducción, además de “Comfort”, “Sport”, “Race” e “Individual”. Mientras que “Drift” (la iluminación del tablero se vuelve rojo fuego) se explica por sí mismo, “Special” (la iluminación cambia a verde víbora) está concebido para rodar en Nürburgring. Esta calibración se creó después de cientos de vueltas en Nordschleife.
No descarte esto como una tontería de marketing, porque es un modo que realmente se ha beneficiado del trabajo intensivo en un circuito que es desafiante y variado, sobre todo en términos de superficies.
Comparado con tanta innovación, el motor no ofrece mucho para acaparar titulares, siendo una evolución más del motor GTI de larga duración, que ahora produce 320 CV y 420 Nm de par máximo. Esta mecánica se usa tan ampliamente en el Grupo VW porque es muy bueno, y esta es una manifestación particularmente efectiva, impulsando al Golf R de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos. Ofrece un par máximo entre 2.100 y 5.350 rpm, con una potencia máxima que llega a 5.350 rpm, pero se acerque con ganas a la velocidad de corte de 7.000 rpm.
Mientras que los clientes estadounidenses podrán pedir su R con una caja de cambios manual, el resto del mundo debe conformarse con la automática de doble embrague de siete velocidades. Es una caja bien espaciada, rápida y controlable por dos grandes levas de cambio y con dos modos de uso, “Comfort” y “Sport”, y aprovecha el launch control para aprovechar al máximo la tracción total.
El motor y la transmisión también tienen un aspecto agresivo y poco refinado (sin duda buscado) por lo que puedes sentir y escuchar cuando el tren motriz está trabajando duro. Sobre todo si equipa el escape Akrapovic opcional, cuando los cuatro tubos hablan con una voz fuerte y profunda en modo “Race”.
Me tomo un tiempo antes de poder probar el modo “Drift” (derrape). En asfalto seco, necesito una horquilla para hacer en segunda, visibilidad clara en la curva y más allá, además de haberlo conducido mucho para coger confianza. ¿Cuál es la diferencia entre “Drift” y “ESC Off”? En “ESC Off”, no hay salvavidas. En “Drift”, el sistema reconoce el problema e interviene antes de que el conductor cometa un segundo error, potencialmente más grave.
El nuevo R siempre se siente muy rápido, y mientras las revoluciones no caigan por debajo de las 2.500 rpm, el motor gana mucho impulso incluso en cuarta marcha, y haría lo mismo en quinta si las rectas fueran lo suficientemente largas. La dirección es muy directa (2,1 vueltas de un lado a otro) y su sistema de desmultiplicación transmite bien a tus manos lo que pasa en el asfalto.
Del mismo modo, los frenos mantienen un gran equilibrio de frenado potente, dosificación delicada y resistencia aparentemente infinita. Lo único que no nos convence es tener que presionar cuatro botones diferentes para desactivar la guía de carril después de cada inicio. Este automóvil parece creado para elevar el deslizamiento, el zoom y el habla con el sistema a una forma de arte, a pesar de que el conductor simplemente quiera que sus comandos funcionen bien, pero sin demoras ni distracciones.
Son pequeñas pegas con las que puedes aprender a vivir y vale la pena hacerlo, cuando la recompensa es un automóvil tan bueno. Lo mejor es que si te familiarizas con lo que pueden hacer los distintos modos de conducción, podrás experimentar las amplias habilidades del Golf R. Al acelerar en curvas rápidas de tercera marcha, la transferencia de par carga las ruedas traseras. Muy deprisa y a través de curvas de segunda velocidad, altera instantáneamente el equilibrio de casi subviraje a casi sobreviraje (insiste en el “casi”).
El VW Golf R 2021 es muchos más que un golf
Sí, es un Golf, el ADN sigue ahí, pero es mucho más un Golf R. ¿Subviraje temprano? No tiene porqué. Dependiendo del modo de conducción seleccionado una parte del coche cederá a las leyes de la física, pero no será el morro. En el R, frenar, girar y acelerar son tres etapas escalables de la misma curva suave e ininterrumpida.
Eso es lo que hacen por ti el sistema mejorado de tracción total, el bloqueo del diferencial del eje trasero, los amortiguadores adaptativos y todo el software coordinado por el llamado gestor dinámico de marcha. Este es un Golf para apasionados, porque hay muchas otras versiones con un exterior más sencillo, o un enfoque más claro de la comodidad y la practicidad. Sin olvidar el GTI, que con tracción delantera es más vivo (aunque menos potente) y al menos tan envolvente como el R.
De regreso hacia Wolfsburg vía Brunswick en la rápida autopista A39, sentimos como es verdaderamente impresionante que este cómodo Gran Turismo sea el mismo compacto deportivo que llevamos dos días exprimiendo. Porque lo que hace que el R sea especial, quizás único, es la mezcla. La potencia adicional, el agarre total, la amplia posibilidad de utilización y la alta velocidad son virtudes relativamente genéricas. Las características innovadoras como los modos “Drift” y “Nürburgring”, el sistema de tracción en las cuatro ruedas ahora aún más ágil y el chasis abrumadoramente talentoso, no son tan comunes.
Cuantificablemente más rápido y seguro, este multiuso de 320 CV es ante todo asombroso en carreteras secundarias. El nuevo VW Golf R 2021 es menos exigente que el GTI pero igual de divertido. Y en cuanto a velocidad, en todo tipo de carreteras, está en otro nivel.