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Prueba Skoda Fabia Montecarlo 1.2 TSI, un apellido a tener en consideración

40 años han pasado desde que el Skoda 130 RS irrumpiera en el mundo de la competición y en 1977 consiguiera un doblete en su categoría en el Rallye de Monte Carlo. Un coche que demostró que Skoda y competición estaban fuertemente ligados y cuya historia se prolongaría hasta nuestros días, con el pequeño Fabia R5 compitiendo por los caminos y carreteras de todo el mundo. Ahora nos ponemos al volante de su homólogo de calle y estilo deportivo, el Skoda Fabia Monte Carlo, una versión especial del utilitario checo que puede que tenga algo más que un apellido de peso.

A priori solo es un apellido porque en Skoda por ahora han dejado sin versión RS al Fabia, así que si queremos ese toque extra de deportividad la mejor opción es la edición Monte Carlo. El Skoda Fabia de por sí ya es un coche bastante atractivo, pues en la firma checa han sabido diferenciarlo muy bien de sus modelos hermanos como el Polo o el Ibiza. Pero hay que reconocer que con esta edición el coche es otro.

El Skoda Fabia Monte Carlo goza de una serie de elementos estéticos que vale, no le hacen parecer el Fabia R5 que compite en el ERC, pero si hacen que entre por los ojos de forma inmediata, un aspecto muy racing que ningún rival consigue en el mercado sin tener que recurrir a su versión más deportiva. A ello ayudan elementos en negro como las carcasas de los retrovisores, la parrilla frontal, el pequeño lip delantero, los pilares B con el logo Monte Carlo y el difusor trasero. Además hay dos llantas a escoger, unas de 16” de serie y las opcionales de 17 que llevaba la unidad de pruebas en diseño multiradio con un borde brillante. El color más típico para esta edición es el Rojo Fuego pero en este caso el Gris Acero era un acierto en originalidad y estilo en contraste con los elementos en negro.

De serie en el Skoda Fabia Monte Carlo además  hay otra serie de detalles y equipamiento en su interior. Empezando por un techo panorámico, el Fabia incluía el volante deportivo de tres radios con la superficie inferior achatada y forrado en cuero microperforado con las costuras en rojo. Costuras que se repiten en el guarnecido de la palanca de cambios y las alfombrillas. Aquí no hay posibilidad de elegir el color de estos elementos pero la combinación es agradable a la vista y muy original, especialmente en los asientos de corte deportivo con el tapizado en color rojo, negro y gris. También es especial la moldura del salpicadero y un detalle de calidad son los pedales con inserciones de aluminio, además de una placa del mismo material en el umbral inferior de la puerta que nos recuerda al entrar y salir que estamos ante una edición Monte Carlo.

El Skoda Fabia se actualizó en 2015 y esta edición Monte Carlo llegó el año pasado a ciertos modelos de la gama Skoda. ¿Pero es realmente este Fabia un coche deportivo? La respuesta es sencilla, no. Pero no lo es porque no se ha concebido para ello, es una versión más cañera y atractiva de utilitario checo que no implica cambios mecánicos. En esta ocasión nuestro Fabia Monte Carlo lleva el motor gasolina 1.2 TSI de 110 CV, un motor que a priori está pensado para ofrecer unos consumos muy buenos y una excelente agilidad además de ser muy resuelto en autopista.

Y así es precisamente, este Skoda Fabia consigue rodar en 5 litros de consumo haciendo un uso mixto de ciudad y carretera, por lo que será una opción muy práctica para el día a día, y más teniendo en cuenta que monta el cambio DSG de 7 velocidades opcional. Pero decidimos escaparnos a una carretera secundaria de curvas no muy reviradas donde intentar descubrir si el apellido Monte Carlo era algo más que unas placas en los pilares C. No es una conducción fulgurante, tenemos 110 CV y una configuración de caja automática, pero por suerte es DSG. En cambio su suspensión y su dirección se mostraron muy cómodas en ese pequeño tramo sinuoso y sin ser todo un RS pudimos disfrutar bastante de su conducción. Sin duda se desenvuelve muy bien en ciudad por su corto tamaño de menos de 4 metros y una batalla de apenas 2,4 metros, que hacen que sea muy ágil, otra característica a la que ayuda que pese poco más de 1.100 kg.

Skoda Fabia Monte Carlo

Además es un coche cómodo, tanto por posición de conducción como por uso, practicidad y habitáculo. Sus plazas traseras van bien para gente de estatura media y su maletero de 330 litros ofrecerá el espacio mínimo para el equipaje sin tener que renunciar a nada.

Así que en resumen tenemos un excelente utilitario para uso diario y con un atractivo extra y con un apellido con mucha historia. Un conjunto que hace que merezca la pena los 16.975 euros que cuesta el Skoda Fabia Monte Carlo 1.2 TSI de 110 CV con el cambio DSG 7.

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