Prueba Peugeot 3008 hybrid: una elección sensata
En un momento donde la demanda de los SUV híbridos no deja de crecer, esta opción dentro de la gama del 3008 parece la más sensata. Hablamos de consumos, de precio y también de ventajas para la libre movilidad.
Empiezo reiterando el gran cambio de diseño de Peugeot, que en estos dos últimos años ha conseguido que sus productos sean más atractivos que nunca y también muy reconocibles gracias a la parrilla del mismo color que la carrocería o las ópticas tipo tres garras.
En cuanto al confort de marcha, es bueno, así como el aislamiento -más que comprobado en un día donde el viento me llevaba a sus anchas-. Esta opción lleva el motor tricilíndrico de 1.2 litros de 136 caballos (aunque tiene un extra de potencia en las salidas) con caja automática e-DCS6. Realmente, casi siempre está funcionando en gasolina puesto que la batería de 21 kW ion-litio 48V que monta únicamente podría recorrer 1 km en ciudad.
En la prueba por carretera, consumos un poco por encima de los 6 litros pero con la gran ventaja de saber que no hay que enchufarlo. Las respuestas son buenas, aunque no es un coche deportivo ni al que se le pueda exigir demasiado; pues en ese caso habría que irse a la motorización híbrida enchufable de 195 caballos o a la eléctrica que tiene opciones de 210, 231 y 326 caballos.
Este coche parte en 38.660 euros, de manera que se convierte en el de acceso a la gama teniendo en cuenta que no hay versión diésel ni gasolina pura. Por encima, encontramos el eléctrico de 210 caballos que se puede conseguir desde 48.160 euros y el híbrido enchufable por 50.160 euros.
Además, tras los rumores sobre los motores PureTech, Peugeot demuestra total confianza en sus productos, por lo que extiende su garantía Allure Care a los vehículos que realicen las operaciones de mantenimiento preconizadas por la marca durante 8 años o 160.000 kilómetros en talleres oficiales.