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Prueba Mazda MX 30: la electrificación llega a la marca

La marca nipona cumple este 2020 cien años desde su nacimiento como fabricante de tapones de corcho (las marcas de coches a veces tienen orígenes curiosos), y parece que en vista de sus siguientes 100 años, la marca ha decidido iniciar su camino en el mundo eléctrico con un SUV urbano, el Mazda MX 30, que a buen seguro aguarda grandes resultados tras las buenas sensaciones que tuvimos durante su prueba.

La prueba de este nuevo modelo no podía sino comenzar en una gran capital europea, el territorio que la marca pretende conquistar con su nuevo Mazda MX 30. Por ello nos citaron en pleno centro de Madrid, donde desde sin duda este MX 30 debería mostrar sus virtudes.

Un diseño continuista para el Mazda MX 30

El nuevo Mazda MX 30 es la primera apuesta comercial de gran calado que la marca va a realizar en el mundo de los eléctricos. Mazda lleva realizando experimentos y acercamientos con la energía eléctrica desde los años 70, con creaciones como el Mazda MX 5 eléctrico o un sin fin de furgonetas y pequeños utilitarios que nunca vieron la luz.

Sin embargo, este MX 30 es el inicio de una nueva gama de modelos eléctricos, que dejarán de ser meros prototipos para lanzarse a las calles de las ciudades de todo el mundo y contribuir al compromiso ZOOM ZOOM Sostenible 2030, con el que la compañía pretende reducir en un 50% sus emisiones de C02, no sólo en sus vehículos sino en todo el proceso de fabricación y ciclo de vida de sus productos, algo que se ha mantenido como eje del desarrollo de este Mazda MX 30.

Otro punto importante para desarrollar este nuevo modelo residía en continuar con el diseño de toda la familia de vehículos Mazda. La marca no quería un diseño rompedor, casi de concept car, con el que muchas marcas lanzan sus variantes eléctricas, sino que se propuso lograr un diseño, que aunque fuera ligeramente diferenciador, mantuviera la línea de diseño actual.

Así al ver por primera vez este Mazda MX 30, podemos saber que es un Mazda. En sus dimensiones de 4,39 metros de largo, 1,79 metros de ancho y 1,57 de alto, todos los elementos podrían trasladarse sin problemas a cualquier otro modelo actual de la marca, como un Mazda 3 o un CX 30, del cuál toma su base.

En el frente no encontraremos ningún elemento rompedor, pero sí unas líneas muy cuidadas y limpias que se mantienen en el resto del coche. Unos faros full LED (de serie en cualquier versión) y una parrilla que bien podría hacernos creer que se trata de un vehículo con motor de combustión (aunque parece que está perforada, se encuentra cerrada para mejorar la eficiencia) componen buena parte del morro que tantos nos recuerda como decíamos a su gemelo de combustión.

En la vista lateral, aunque mantiene las líneas fluidas y limpias de cualquier elemento innecesario, el diseño gana enteros gracias a esa caída del pilar C en un marcado tono sportback. Pero lo que más llamará la atención es su sistema de puertas Freestyle. Al más puro estilo del coche gángster de los años 30, o de la elegancia de un Rolls Royce, las puertas traseras, con un reducido tamaño, se abren en sentido contrario a la marcha, lo que comúnmente conocemos como puertas suicidas.

Esto podría plantearnos dudas si atendemos al mercado al que va dirigido este coche, el de familias que se mueven por la ciudad y necesitan de un coche con las ventajas de un compacto sostenible pero con algo más de espacio.

Mazda MX 30

Al no contar con un pilar B, el acceso a las plazas traseras no cuenta con ningún obstáculo, algo que es de utilidad para los pasjareos sobre todo si se trata de niños. El problema sin embargo lo encontramos en la relación de este sistema con los asientos delanteros. En una posición normal de uso, estos no dejan apenas hueco para acceder a la parte trasera, algo que la marca parece que preveía, pues en ambos asientos contamos con unas palancas (botones y sistema eléctrico para el conductor), que como si fuera un compacto de tres puertas, mueven longitudinalmente los asientos para ofrecer más espacio. Si nos acostumbramos a ello, la ausencia de un pilar en el centro nos hará la vida más fácil que en un compacto de tres puertas, aunque entendemos que este sistema no sea del todo idóneo para el día a día más ajetreado.

Mazda MX 30

La rigidez del coche, eso sí, no será un problema, pues aunque prescinde de este pilar B, la inclusión de un subchasis (que aloja las baterías) ayuda a que este MX 30 tenga mayor rigidez que su hermano el CX 30.

La parte trasera vuelve a ofrecernos una estética familiar con sus hermanos de gama, con pilotos redondeados o un pequeño alerón sobre su portón. Finalmente, toda la carrocería podrá contar con un acabado bitono en tres colores, Soul Red Crystal, Polymetal Grey o Ceramic Metallic, o bien en un solo tono a elegir entre 5 colores como el Artic White o el Jet Black.

Un interior repleto de tecnología y calidad basada en la sostenibilidad

Si pasamos al diseño del interior, es sin lugar a dudas el de un Mazda de última tecnología, y en el que todo se encuentra dispuesto para que el conductor pueda disponer de cualquier elemento de la forma más intuitiva. Esa es la principal virtud del interior, nada más montarse en él, sientes que todo está donde debe, que es fácil de usar y por tanto que apetece usarlo.

Mazda MX 30

Pero no solo la disposición está cuidada, la tecnología y la calidad de los materiales es muy alta, y como decíamos, siempre centrada en la sostenibilidad por encima de todo.

Si hablamos de materiales y acabados, este Mazda MX 30 opta por compuestos y tejidos comprometidos con el medioambiente como la piel vegana sintética, el textil PET, obtenido del plástico de botellas recicladas o el corcho, tratado para la ocasión y que rinde homenaje a esos origénes que la compañía tiene con este material.

Mazda MX 30

Todo lo que pudimos tocar o utilizar en el habitáculo del coche se sentía bien construido, con acolchados mullidos, piel de muy buen tacto y detalles como el corcho situados en elementos como una consola central flotante (que además de contar con un buen tamaño aseguran que nuestro smartphone o llaves no se muevan gracias al agarre que ofrece el corcho).

Así mismo, el interior podrá configurarse en dos estilos que la marca denomina Modern y Vintage, el primero en tonos claros y con asientos y tapizados en PET y el segundo con un tono industrial clásico y un mayor uso de esa piel vegana que tanto nos gustó. Los asientos disponen de regulación eléctrica y pueden ser calefactados.

Mazda MX 30

Sorprende también como decíamos la gran cantidad de tecnología de la que disponemos. Para empezar tenemos 3 pantallas digitales de grandes dimensiones. La primera, situada en la instrumentación con 7,7 pulgadas, nos dará toda la información relevante sobre velocidad, consumo, carga de las baterías, etc. La segunda y tercera, situadas en la consola central, con 8,8 pulgadas nos dan acceso al sistema de infoentretenimiento y configuración ya sea a través de los botones analógicos o de la capacidad táctil de las pantallas.

Desde ellas podremos movernos con mucha soltura por todos los menús, que funcionan realmente bien, con mención del sistema multimedia y de navegación, que se ve potenciado con el head up display que puede equipar y que se proyecta sobre el cristal.

Un motor eléctrico que sorprende en su funcionamiento, no tanto en su autonomía

El nuevo MX 30 hace uso de una plataforma eléctrica movida por un motor en el eje delantero que ofrece una potencia de 145 CV y 271 Nm de par máximo y que con sus baterías de 35,5 kWh promete una autonomía de 200 km según ciclo WLTP. Según la marca estas cifras son más que suficientes para el usuario urbanita al que va dirigido, quien según los estudios no suele pasar de los 50km diarios en sus desplazamientos y lo usará como segundo coche en su día a día.

Mazda MX 30

Con esto, lo primero que debemos decir es que este Mazda MX 30 es uno de los SUV eléctricos que hemos probado con las mejores sensaciones y dinamismo posibles. Nada más iniciar la marcha te envuelve la misma sensación que su interior, el de sentirte como en casa, como si se tratase de un coche de combustión convencional, y esto es muy bueno.

El motor cuenta con las ventajas de cualquier eléctrico, como son la potencia instantánea, la aceleración constante, el par o en términos de comfort, un silencio muy elevado y una comodidad mayor gracias a la ausencia de vibraciones.

Mazda MX 30

Pero donde este MX 30 gana enteros es en la capacidad que tiene de hacernos olvidar que se trata de un eléctrico. Al movernos y acelerar o frenar, no notamos ningún tipo de brusquedad en el pedal del acelerador, tampoco en los frenos (aunque esto puede regularse desde las levas del volante según queramos mayor o menor retención), y donde podríamos decir que destaca aún más es en su forma de tomar las curvas.

La marca nos ofreció una ruta un tanto «inusual» para lo que es un SUV urbano, con un tramo por ciudad pero que rapidamente nos llevó a una carretera de montaña bastante revirada que no parece ser el hábitat natural de este MX 30. La sorpresa fue bastante grande cuando pudimos ver lo bien que se desnvolvía por cada curva, con una decisión y precisión altas, y un volante muy informativo que ayuda en esta experiencia. Todo esto ocurría eso sí en completo silencio, o casi, ya que Mazda ha ideado un sistema muy similar al del Taycan, con el que imita el sonido de un gasolina para que podamos saber cuando ocurre la aceleración, el frenado, etc.

La única parte «negativa» que podríamos encontrarle está en la autonomía (que se portó tal como promete la marca con unos 120 kilómetros recorridos y algo menos del 50% de sus baterías todavía disponible), aunque esta viene en parte por lo bueno que es el conjunto y las ganas que da de conducirlo.

El Mazda MX 30 es un eléctrico puro pensado para la ciudad, por lo que ya desde el inicio no esperamos una autonomía maratoniana no siendo este su enfoque. Sin embargo, nos hemos encontrado con un conjunto tan bueno en cuanto a prestaciones, dinamismo y comodidad, que echamos de menos unos kilómetros más en sus baterías.

Mazda MX 30

Esta petición parece que será escuchada porque la marca nos informó de que pronto habrá una versión long range gracias a un motor rotativo Wankel que actúe como generador, y creemos que entonces, este MX 30 será una opción muy tentadora tanto si queremos un coche para uso casi exclusivo de ciudad, o si como a nosotros, su dinamismo nos pide a gritos que lo convirtamos en nuestro primer coche para casi todas las ocasiones.

El nuevo Mazda MX 30 partirá de un precio de 34.590€ (27.880 en promoción) sin descuentos para su versión de acceso, hasta llegar al precio de 38.250€ por el más equipado. Aunque su precio puede parecer algo elevado en un inicio, la versión de acceso cuenta con una amplísima lista de equipamiento y ayudas a la conducción como frenada de emergencia, crucero adaptativo, asistente de carril… (hasta 13 ayudas).

Mazda MX 30

Su comercialización ya ha comenzado, por lo que desde este mes de septiembre se admiten pedidos.

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