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Prueba larga duración Seat Tarraco, 5.000 km y un Autobello encima

En estos últimos meses el SEAT Tarraco ha demostrado ser un compañero ideal para los viajes más largos. El motor, la configuración y la tecnología hacen que cruzar media España sea un juego de niños, aunque mejor sin ellos a pesar de llevar siete plazas, y por lo tanto un buen candidato a acompañarnos para escapadas de fin de semana o trayectos más largos.

Como ya avanzamos en la introducción, esta unidad es el acabado más alto, Xcellence Plus, lo que se traduce en un compendio tecnológico alto. Para viajar vienen bien sus asistentes de conducción, como el control de crucero adaptativo, que funciona con mucha suavidad a la hora de frenar cuando nos acercamos a un coche, y que también incluye aviso por cambio de carril involuntario. Si somos despistados no hay problema, el aviso de colisión es bastante egocéntrico y en cuanto estemos a una distancia poco prudente nos avisará en el cockpit digital.

SEAT Tarraco prueba larga duración

A nivel de insonorización es bastante bueno, lo único que no puede evitar es cortar el viento con los retrovisores y su altura, pero un equipo de audio Beats de buena calidad lo contrarresta. Conectar un móvil al sistema Bluetooth es bastante intuitivo y rápido, pero mejor no llevar varios teléfonos conectados a bordo porque si llaman a alguien se interrumpe la música.

Después de muchos kilómetros y un viaje al País Vasco para Autobello Bilbao, no nos queda ninguna duda de su confort en marcha ni de su capacidad de carga. El maletero posee 700 litros de capacidad con dos filas de asientos, espacio más que de sobra para transportar varios radiadores de Hispano-Suiza para los ganadores del Concurso de Elegancia de Coches y Relojes, las bolsas de viaje de cuatro personas y alguna que otra caja más. Además, las bandejas opcionales de los respaldos de los asientos para las plazas traseras vinieron bien para despachar los menús del Burguer King sin manchar la tapicería de tela y cuero de los asientos. El olor a patata refrita todo el viaje no compensó mucho.

Todo lo necesario para un Autobello Bilbao entró en el Tarraco

En cuanto a consumos, cargado con cuatro personas y todos los bártulos antes mencionados, además de tener en cuenta que subíamos al norte, en ese viaje de casi mil kilómetros estuvo en torno a los 9 litros. Este Tarraco monta el 2.0 TDI de 190 CV con DSG7 y 4Motion, una combinación más que recomendable si lo que queremos es movernos con soltura en este tipo de viajes y no sufrir en puertos de montaña.

En cuanto llega un repecho solo tendremos que hundir el pie derecho y el DSG se encarga de bajar marcha para poder subir manteniendo la velocidad. En cambio en las bajadas, si llevamos el modo Eco puesto el SEAT Tarraco desacopla el cambio del motor para ir a vela y ahorrar unos litros de gasolina, hasta que toquemos el acelerador de nuevo y vuelva a conectarlos o frenemos, transición que realiza de forma bastante suave.

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