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Prueba Lamborghini Urus, El SUV más descarado del mundo

Hace apenas unos días, cuando España aún respiraba calma tensa, tuve una prueba muy especial, de esas que se disfrutan. Al fin y al cabo ¿a qué entusiasta de las 4 ruedas cómo yo no le apetecería tener un Lamborghini Urus por un día?

Pues así fue mi último día de normalidad antes del estado de alarma, probando un Urus. Desde entonces aquí me encuentro, como el resto de españoles, encerrado entre cuatro paredes. Así debe ser ahora y no queda más que aceptarlo con espíritu positivo. Pero volvamos a ese último día antes de que todo se parara.

Prueba Lamborghini Urus

Dando gas antes del confinamiento

Nos situamos apenas 2 semanas atrás. Hace un día maravilloso, las calles de la ciudad condal están a rebosar de actividad como siempre y salgo de casa para hacia Lamborghini Barcelona. No es ni la primera ni la segunda vez que me dirijo a estas instalaciones en la zona alta de Barcelona. Tampoco me cansaré de ir, pues los modelos que allí se exponen siempre me hacen sonreír. Pero hoy haré algo más que mirarlos.

Hoy probaré el Urus, el SUV más extremo que hay en el mercado. Una bestia de 650 CV y 850 Nm de par. Más allá de esto, se trata de un modelo con una importancia estratégica como ningún otro para la firma italiana, pues ha conseguido en poco tiempo doblar las ventas de la marca a nivel mundial. Efectivamente, el Urus ya representa el 50% de los Lamborghini vendidos en todo el mundo. Casi nada.

Prueba Lamborghini Urus

Y aquí lo tengo, delante de mí. La unidad de prueba en cuestión es de un amarillo chillón que pasa poco desapercibido, y por si fuera poco viene equipado con mucha fibra de carbono: los faldones, pasos de rueda, taloneras y difusor trasero son de este preciado material. Todo un acierto desde mi punto de vista para esta combinación absolutamente llamativa.

Subiendo a un Lamborghini por primera vez en mi vida

Me subo al Urus y me ajusto el volante y el asiento a mi perfecta medida mientras reflexiono sobre la acción que acabo de realizar. Es la primera vez en mi vida que me subo a un Lamborghini en el sentido más literal de la palabra. Me había “bajado” a varios de los modelos de la marca, pero subirme como tal, nunca. Es lo que tiene el Lamborghini Urus.

Prueba Lamborghini Urus

 A mi alrededor todo emana deportividad. Desde el cuadro de mandos con pantalla digital, los aireadores hexagonales, las consola central inclinada, el volante deportivo…  Lo mismo ocurre con el resto de elementos marca de la casa, tales como el botón de “start” con su característica cubierta roja que hay que levantar para poder arrancar el motor, los asientos deportivos con el logo de la firma bordado o la típica palanca para cambiar los modos de conducción del Urus. En definitiva, en el interior la atmósfera propia de la marca es inequívoca, y lo único que sorprende es tanto las 2 líneas de asientos como la perspectiva elevada desde la que se ve el mundo. Aunque no es la primera vez que encontramos estas características en un modelo de la marca.

El Urus: un concepto con un antecesor en los 80

Fue en en los años 80 cuando Lamborghini sorprendió a todo el mundo con el primer SUV “de altas prestaciones” de la historia: el LM002. Fue un pionero en su especie, aunque poco más que eso. Apenas se fabricaron 300 unidades, 100 de los cuáles fueron a parar a Libia para uso militar, pero a decir verdad fue un proyecto bastante desastroso. A pesar de equipar un motor V12 y tener interiores refinados, el aspecto del LM002 era rudo y poco agraciado, y sus prestaciones bastante pobres. Gastaba una barbaridad, no era especialmente rápido y tenía la aerodinámica de un ladrillo entre otras características. En definitiva fue un modelo bastante desastroso. Sí es cierto que actualmente se ha convertido en un objeto de colección , aunque su principal valor reside en su singularidad.

A la segunda ¡sí!

La presentación del concept Urus, el anticipo del modelo actual, llegó en 2012. Si el LM002 no había convencido, el Urus lo hizo a la primera. Esta vez sí que el aspecto era 100% identificativo de la marca, muy atrevido y agresivo, totalmente en línea con el lenguaje de diseño de Lamborghini. ¿Sería igual el modelo de producción? La respuesta llegó en el salón de Ginebra de 2017 con la presentación del diseño definitiva: sin duda.

Hora de probarlo

A mis 33 años tengo la suerte de haber probado cientos y cientos de coches, de entre los cuáles muchísimos deportivos. Y ¿sabéis qué? Los Lamborghini son los que más han conseguido ponerme la piel de gallina al volante gracias a las sensaciones que provocan: no he probado nada tan excitante. Por eso mi reacción inicial al arrancar por primera vez el Lamborghini Urus es de cierta contrariedad: todo parece normal. No sólo eso, sino que saliendo del concesionario para realizar un primer tramo hacia Granollers en modo Strada, puedo decir que estamos ante un SUV más que cómodo. La suspensión es más firme que en cualquier otro modelo del segmento, eso no cabe duda, y el empuje se muestra contundente, pero a nivel de conducción es perfectamente convencional. Además, contando con un equipo de sonido Bang & Olufsen ni siquiera oyes el rugir del motor V8 biturbo. Me siento contrariado.

Con el modo Strada y una conducción absolutamente plácida llego a Granollers y apenas he hecho un consumo de combustible de 10l/100kms.  ¿Demasiado civilizado todo? De momento sí, pero no nos alarmemos. Tras recoger de nuevo a mi querido amigo, Alejandro “el fotógrafo”, ponemos el rumbo una vez más hacia algunas de mis carreteras favoritas. Ya sabemos lo que toca ahora.

Lamborghini Urus

Una palanca que lo cambia todo

En la consola central, a la izquierda del botón de arranque, se encuentra una palanquita mágica para cambiar la configuración del coche. Cuando arrancas, el Urus se encuentra en el modo Strada o “civilizado” como le llamo yo.

Sin embargo sólo hace falta accionar la palanca de modos una vez y pasar a modo Sport para que empiece a cambiar la esencia y se empiece a despertar a la bestia que lleva dentro. El cambio se hace patente de forma inmediata: el sonido de escape se vuelve más profundo, y el cuenta revoluciones pasa a color rojo.  Pero dónde de verdad se notan las diferencias es en marcha: la respuesta del acelerador se hace mucho más inmediata, los cambios de marcha se convierten en más rápidos, mientras que la suspensión pasa a ser notablemente más firme. Todo lo civilizado que era el Lamborghini Urus hasta ahora lo deja de ser de forma instantánea: la cosa se pone excitante.

Lamborghini Urus

Modo Sport: sonrisa inmediata

Si en mi primer contacto con el Urus no me había salido mi “sonrisa Lambo” – esa sonrisa que sale cuando conduces cualquier otro modelo de la marca. Sin embargo, una vez activado el modo sport mi cara ha cambiado de inmediato. Ahora sí: me encuentro en una pequeña carreterita de montaña: visibilidad, tráfico prácticamente nulo…  Y un Lamborghini que suena y reacciona como debe ¿Le damos caña no? Con cabeza y responsabilidad, pero ¡por supuesto!

Lamborghini Urus

Sensaciones de verdadero deportivo

No quiero entrar en los detalles técnicos de cómo lo hace: por internet encontraréis miles de artículos técnicos explicando al detalle todo sobre las características técnicas del Lamborghini Urus: su diferencial central torsen, el doble eje direccional, las estabilizadoras activas, el reparto de par activo etc. Por eso no lo repetiré.

Por el contrario prefiero contaros qué transmite el Urus. Pues bien, resulta muy sorprendente al volante. Las dimensiones se hacen notar, y hay que prestar atención para mantenerse dentro de tu carril. Pero más allá de esto, las sensaciones de deportivo no acaban de corresponder con las leyes de la física como deberían. ¿Cómo puede ser un SUV tan deportivo? ¿Como puede agarrar, traccionar, frenar y acelerar tanto?

Lamborghini Urus
Lamborghini Urus

Un vehículo de carreras con el que ir a hacer la compra en família

Pero es que hay más. Si con el modo sport las sensaciones son notables, espera a poner el modo Corsa para volverte loco. Con él todo se acentúa más. De los 6 modos de conducción de que dispone el Urus  – Strada, Sport, Corsa (circuito), Sabbia (arena), Terra (tierra) o Neve (nieve)- este es sin duda el más radical. Parece una locura que un SUV para toda la familia y gran maletero tenga un modo de conducción para circuito, pero así es el Urus. Y no defrauda.

En ese modo la presentación del display se vuelve totalmente racing con el cuenta revoluciones en formato horizontal en la pantalla central del cuadro. El sonido se vuelve verdaderamente atronador y ahora sí que sí, empieza a ponerse la piel de gallina. Esto sí que me recuerda mis otras experiencias a los mandos de Toros.

Parece una locura que un SUV para toda la familia y gran maletero tenga un modo de conducción para circuito, pero así es el Urus

Lamborghini Urus

Conducirlo en ese modo es una experiencia maravillosa. El Lamborghini Urus saca su cara más salvaje. El tacto se vuelve radical. Cada cambio de marcha con el pie a fondo te pega salvajemente al siento. A cada reducida emite unos excitantes petardeos por el escape, la suspensión se percibe más dura que nunca y las sensaciones permanecen a flor de piel. Y todo en un SUV… el SUV supersónico.

En cualquier caso,  bajo mi punto de vista lo más relevante es que las sensaciones que transmite son verdaderamente excitantes: puramente Lamborghini. He conducido coches más rápidos y menos excitantes.

Lamborghini Urus

¿Que cómo han conseguido esto con un vehículo de grandes dimensiones que toma como base la plataforma del Audi Q7 y un motor 4.0 biturbo ya archiconocido dentro del grupo VW? Eso hay que preguntarlo a los magos de Sant’Agata Bolognese. Pero lo han hecho.

Un verdadero deportivo para toda la familia

Llegados a este punto me gustaría precisar que el Urus no es el Lamborghini más rápido ni tampoco el más excitante. Y sólo faltaría. Parece lógico lo que digo. Pero es que el simple hecho que lo compare con los biplaza de la marca me parece una salvajada. ¿Estamos hablando de un SUV de más de 5 metros y 2,2 toneladas de peso y lo estoy comparando con un Huracán? Parece absurdo como idea pero no lo es tanto – el Urus hace 0 a 100km/h en 3,4s por poner un ejemplo-.

Lamborghini Urus

En definitiva, lo que quiero resaltar es el magnífico trabajo que ha hecho la firma italiana con el SUV más descarado del mundo, un acierto cuyo éxito comercial no es ninguna casualidad.

Así es el Urus, el SUV más descarado – y rápido – del mundo y el primero de su segmento en conseguir ponerme la piel de gallina. Así que con toda mi pena, me toca poner rumbo a Lamborghini Barcelona para devolver a la bestia. Me ha gustado mucho, aunque tengo el presentimiento que el Huracán Evo Spyder que probaré el próximo día me gustará más. En cualquier caso, eso será cuando acabe el estado de alarma, y parece que aun queda. Sin embargo cada día que pasa es un día menos para que llegue ese momento. Mientras tanto, me quedaré en casa. Qué remedio.

Por: Dani Blasco
Fotos: Caramelo Photo

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