Prueba Hyundai Ioniq 5: el eléctrico que robará todas las miradas
Hyundai se ha convertido en un pionero silencioso de los vehículos eléctricos para familias. Pero el Ioniq original y el Kona Eléctrico fueron la primera salva; Hyundai nos ha golpeado en la cara con esto: el Ioniq 5.
Es el primer coche que forma parte de la nueva submarca Ioniq de Hyundai y, vaya, es un comienzo fantástico. Hemos conducido uno con especificaciones de producción tras nuestra primera prueba de un prototipo a principios de 2021.
¡Qué aspecto más bonito!
Hyundai dice que el aspecto se ha inspirado en el Pony Coupe de los años 70 pero, a diferencia de muchas marcas de coches que miran a su pasado para guiar su futuro, en cuanto al diseño, no se trata de un pastiche servil.
Se trata de una pieza de diseño llamativa, con la forma de un compacto familiar, con una iluminación pixelada delante y detrás y con unas líneas muy marcadas.
Sin embargo, las dimensiones del Ioniq 5 son mucho más grandes de lo que crees. Este golpe maestro de diseño en realidad oculta el tamaño del coche: en realidad es más largo que un VW ID.4 tanto físicamente como en términos de su distancia entre ejes y unos 40 mm más alto que un Jaguar i-Pace.
En el interior, el habitáculo aprovecha al máximo la plataforma e-GMP que hay debajo. Un suelo plano significa que no hay un túnel central fijo, con una consola central móvil que ofrece portavasos, huecos y un cargador de teléfono inalámbrico.
También te reciben unos gruesos asientos acolchados, dos enormes pantallas y un volante kitsch de dos radios como el de un Honda E.
Pero Hyundai no se ha excedido en el diseño interior del 5. Hay un equilibrio entre pantallas grandes y útiles, paneles táctiles y mandos físicos, y materiales sólidos en todos los puntos de contacto habituales.
La palanca de cambios, por ejemplo, se encuentra en la columna de dirección, con una acción de giro gruesa y las incrustaciones de las puertas -con inserciones de papel ecológico- se sienten sólidas con un golpe táctil cuando tiras de los tiradores de las puertas.
El espacio también es impresionante. El habitáculo es enorme una vez dentro, con mucho espacio para los pasajeros traseros. La banqueta trasera se puede deslizar hacia delante y hacia atrás, e incluso con un conductor de 1,80 metros al volante, hay toneladas de espacio para las piernas.
El maletero, sin embargo, es poco profundo, pero tiene profundidad de punta a punta, y una anchura adecuadamente utilizable.
Ni siquiera es necesario guardar los cables aquí, ya que hay una práctica caja de almacenamiento bajo el capó.
¿Alguna tecnología inteligente en el Ioniq 5?
Mucha. Empecemos por la plataforma. La nueva arquitectura e-GMP será la base de todos los nuevos modelos de la submarca Ioniq de Hyundai (junto con los nuevos EV de Kia y Genesis).
Se ofrecen trenes motrices de tracción trasera y total, y el Ioniq 5 permite elegir entre un paquete de baterías de 58 kWh de autonomía estándar y otro de 72,6 kWh de autonomía larga.
También es tan inteligente como el Taycan, ya que permite la carga de 400 u 800 voltios, lo que significa (en los cargadores más rápidos disponibles de 350 kW, por supuesto) la capacidad de pasar del 10 al 80 por ciento de carga en sólo 18 minutos.
Hyundai afirma que el Ioniq 5 recorre 476 km en su configuración más ahorradora (batería más grande, tracción trasera), pero puedes esperar un ID.3 que rivalice con los 418 km de la variante de tracción total.
Además, está toda la tecnología disponible a bordo. Junto con la tecnología de conducción semiautónoma de nivel 2.5, puedes tener el monitor de visión de ángulo muerto de Hyundai (que te muestra la vista de la cámara del retrovisor exterior cuando pulsas el indicador), una pantalla de realidad aumentada y asientos delanteros que se reclinan con soportes para las piernas como un La-Z-Boy de salón.
También está el «Pack V2L». V2L significa «vehicle to load» (vehículo a carga) y, en el caso del 5, ofrece la posibilidad de utilizar el coche como un banco de energía rodante, lo que permite enchufar (mediante un adaptador en la clavija del puerto de carga) casi cualquier cosa externa, como un cortacésped, un e-scooter o incluso otro vehículo eléctrico.
También hay una toma de corriente de tres pines bajo los asientos traseros como parte del paquete.
Vamos a conducirlo
Al acercarnos a él, los tiradores de las puertas salen a ras de suelo, listos para la conducción. Dado que el asiento delantero es reclinable, todo el asiento se inclina hacia atrás si quieres apoyo para los muslos -en lugar de sólo el extremo delantero de la base- y el volante se ajusta para un alcance y una inclinación abundantes.
Una vez en marcha, los detalles interesantes del 5 no se revelan al instante: se siente totalmente normal para un EV familiar: silencioso, inofensivo y suave cuando vas por la ciudad.
Y muy rápido, como debe ser un vehículo eléctrico con tanto par; el modo Eco apaga el acelerador mientras que, en el otro extremo de la escala de modos de conducción, los diales brillan en rojo en Sport y la respuesta del acelerador es increíble.
Y tampoco será la versión más potente de la plataforma E-GMP. Kia, por ejemplo, ya ha mostrado un EV6 GT que es un supercoche, y altos cargos de Hyundai han confirmado que habrá un Ioniq 5 N.
Después, con el paso de los kilómetros, empiezas a notar los puntos más delicados.
La dirección, por ejemplo, está bien ponderada y alerta: no hay puntos muertos fuera del centro y es tremendamente fluida cuando se quita el bloqueo después de un giro. El radio de giro también es estrecho; no es el de un taxi londinense o el de un Honda E, pero no está muy lejos. Luego están los frenos.
Es casi una expectativa que un coche eléctrico tenga un pedal de freno empapado y un tacto inconsistente cuando aplicas algo de presión debido a la frenada regenerativa (de la que Hyundai tiene cuatro pasos, además de un modo de un solo pedal), pero aquí no. El tacto es sólido y preciso, independientemente del nivel de regeneración.
Realmente puedes divertirte con este coche en una carretera secundaria. Sumar el par motor, la dirección afilada y los frenos sensibles ya es bastante bueno, pero también hay un equilibrio real en el chasis.
No se siente plomizo o recalcitrante cuando quieres emociones rápidas yendo por el camino divertido a casa. Sí, hay un poco de balanceo de la carrocería, pero la forma en que la suspensión maneja el peso del Ioniq es realmente algo que hay que elogiar: es una maravilla.
El ruido de los neumáticos está dentro de un nivel aceptable y el ruido del viento es menor. Si a esto le unimos una calidad de marcha equilibrada – no demasiado nerviosa, pero tampoco con un tacto de cama de agua-, la posición es muy prometedora.
Hyundai Ioniq 5: veredicto
El Ioniq 5 aporta una amplitud de capacidades que otros coches eléctricos familiares sólo pueden soñar. Es un auténtico espectáculo, tiene un interior completamente utilizable y atractivo, repleto de tecnología y trucos, es rápido y su manejo mantiene un fino equilibrio entre la deportividad y el confort.
Recomendamos la versión Premium con el paquete de baterías de 72 kWh para obtener la máxima autonomía y una larga lista de equipamiento. Sea cual sea el otro vehículo eléctrico que quieras comprar por un precio similar, considera primero el Ioniq 5 desde 42.410 euros. Te prometemos que no te decepcionará.