Prueba Ferrari Portofino M: Maranello mejora su cabrio de acceso
Este es el Ferrari Portofino M, la última versión del Spider de dos puertas de Ferrari. La M significa Modificata, lo que significa que Maranello ha exprimido aún más su GT deportivo.
La potencia ha aumentado, el chasis promete tener más aplomo y también hay una caja de cambios totalmente nueva, entre otros cambios. Para saber cuánto ha mejorado, hemos dado una vuelta con él.
¿Qué hay de nuevo en el Ferrari Portofino M?
El Portofino M ha sido ligeramente desempolvado con mejoras en todo el vehículo, pero una de las más importantes se encuentra en el vano motor: El V8 de 3,9 litros que se encuentra en la zona delantera-media del coche se ha mantenido, pero ofrece más potencia en el M; los ingenieros de Maranello han aumentado la potencia en 20 CV, pasando de 600 CV a 620 CV. Todo esto significa que el 0 a 100 km/h tarda ahora sólo 3,45 segundos, mientras que la velocidad máxima está un poco por debajo de 320 km/h.
También hay una nueva caja de ocho velocidades, tomada del SF90 Stradale híbrido, sólo que aquí las relaciones se han relajado y ampliado para el estilo de conducción más relajado del Portfino. Los engranajes se combinan con la gestión de par variable, lo que significa que la cantidad de par se asigna en función de la marcha en la que te encuentres.
También hay nueva electrónica: el M incorpora la última versión del control de deslizamiento lateral de Ferrari, que pretende ajustar la presión de los frenos en cada rueda para que el coche sea más accesible al límite, y también hay una nueva tecnología «Airscarf» que calienta el cuello cuando el techo está bajado.
¿Cómo se conduce?
El Ferrari Portofino M tiene las características de un superdeportivo sobre el papel, e incluso tiene un arranque muy ruidoso (debido a la nueva configuración del escape). Sin embargo, tras unos pocos kilómetros, es obvio que el Portofino M sigue siendo rápido y accesible.
A pesar de que los 621 CV están a la distancia de una regla de tus pies, el Portofino M es fácil de manejar, y el cambio de marchas por debajo de la línea roja de los 7.500 parece proporcionar velocidad sin esfuerzo. La nueva caja de ocho velocidades es crucial para esta experiencia, y se siente tan bien en los límites de 50 km/h como en las carreteras más exigentes.
Cuando el Portofino M toma una curva, no se convierte en un superdeportivo de la noche a la mañana, pero sigue teniendo suficiente aplomo y respuesta para animar a seguir adelante. Es en estas situaciones en las que querrás poner el dial Manettino de la dirección en su posición más agresiva y aprovechar más el control de deslizamiento lateral.
Sin embargo, se comporta perfectamente en autopistas y carreteras más tranquilas, que es donde el Portofino también tiene que cumplir; hay un control de crucero adaptativo, un sistema de sonido decente y, aunque el infoentretenimiento no es el más avanzado, funciona sin problemas.
Ferrari Portofino M: veredicto
El Portofino M representa un sólido, aunque sutil, paso sobre el coche anterior en todas las áreas correctas. En lugar de sacrificar el confort por el dinamismo, Ferrari se ha centrado en el refinamiento y ha dejado intactas las credenciales de gran turismo de su biplaza.
La caja de ocho velocidades es un punto destacado y hace que el Portofino se sienta mucho más cómodo en el tráfico.
¿El único problema? Con un precio de 206.000 euros, invita a comparaciones desfavorables con el siempre bueno y más barato 911 (992) Cabriolet de Porsche. Aun así, puede que este Portofino tenga un punto más de carácter.